Presupuesto legislativo y reelección 2019

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban

Muchas son las leyes en un estado corrompido
Tácito

Engolosinados, nadando de “muertito” y sin anunciar aun la modificación formal a su régimen interno y procedimientos administrativos, el Congreso de Quintana Roo recibirá en 2019 un presupuesto superior a los 490 millones de pesos, sólo por el hecho de que el gobierno estatal realizó esfuerzos por incrementar los recursos para invertir en el siguiente año y porque la fórmula asignada establece que el Legislativo no podrá recibir un presupuesto menor al 1.65 por ciento del total. Así, sin “dar golpe”, los legisladores tendrán 99 millones de pesos más para gastar.

Ciertamente, la fórmula original dejada por la XIV Legislatura establecía un porcentaje del 3 por ciento, es decir, prácticamente al doble, pero los cuestionamientos de fondo no han estado solamente en la cantidad de millones de que disponen cada año, sino la discrecionalidad con que se ejerce, además de estar entre los 10 más caros del país, según reveló hace apenas dos meses el informe legislativo 2018 del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Además de calificarlo de “oscuro y hermético” el IMCO destaca la excesiva y discrecional asignación de recursos en el Legislativo Quintanarroense, el cual, si sigue la fórmula empleada en 2017, que le permitió obtener un presupuesto de 396 millones de pesos; para el 2019 y sólo porque el gobierno estatal pretender obtener más recursos, lo diputados dispondrán de 490 millones de pesos, aplicando la fórmula del 1.65 por ciento, y tomando como base los 30 mil millones de pesos que se pretende obtener, de acuerdo a declaraciones previas del subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), Jaime Zetina González.

La fecha límite para que el gobierno presente su propuesta presupuestal 2019 es el 15 de noviembre, a partir de entonces podrá calcularse con mayor certeza la cantidad de recursos que corresponderán al Legislativo estatal, pero hasta ahora no se ha informado con suficiencia, por ejemplo, de los cien millones ejercidos como “gasto social” en 2017 y por el cual se mantienen varias denuncias; los legisladores no han modificado el procedimiento administrativo para la entrega de recursos por este concepto, como tampoco se ha especificado cuándo quedará abolida formalmente la Gran Comisión, para dar paso a la Junta de Coordinación Política, tal cual planteara desde 2017 la diputada Leslie Hendricks Rubio.

La ausencia de información no es menor, ni dar seguimiento a lo que ocurre es nimiedad, pues vale la pena conocer desde el origen la cantidad de recursos de que disponen, sobre todo porque hay acusaciones –fundadas o no- de que los dineros fueron utilizados para campañas políticas; y en enero de 2019 arranca el proceso electoral que concluirá justamente con la renovación del Congreso local, ¿cuántos diputados querrán pagar su reelección con recursos públicos? ¿verdad que ahora todo toma sentido? Así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

COMENTARIO MORBOSO

Sin duda, el primero de diciembre se ha convertido en la fecha más esperada no sólo por los apoyadores del aun presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, sino también por sus detractores, pues quienes añoran la transición esperan todo de ella, que las promesas se cumplan y que, por fin, llegue la cuarta transformación republicana. Quienes disienten del tabasqueño, evidentemente, esperan lo contrario para señalarlo.

Pero de algo no hay duda, en el discurso del “día a día” hay una selección temática que tiene por momentos a confundir, tanto a los apoyadores como a los detractores, porque un día se señala que los beneficios llegarán y al siguiente que habrá que esperar por algunos de ellos. Por lo pronto y con respecto a los beneficios para la zona norte, la llamada “zona libre” de diez entidades, el líder nacional del Partido Acción Nacional (PAN), Marcelo Torres Cofiño, demandó a López Obrador que el precio de los combustibles en la frontera sea homologado desde el primer día de gestión.

Y es que esa es una de las demandas más sentidas de la población, pues el precio de los combustibles del lado estadunidense son prácticamente del 50 por ciento con respecto al mexicano, y eso en suma representaría un beneficio inmediato para la población de aquella región. ”prometer no empobrece, cumplir es lo que mata”, reza el dicho popular; habrá que ver que tan cumplidor resulta el nuevo gobierno, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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