Nahle asegura que esta semana dará respuesta a carta de Canadá y la UE sobre las nuevas reglas del sector eléctrico

La secretaria de Energía Rocío Nahle dijo el lunes que esta semana responderá a las cartas que le enviaron la Unión Europea y Canadá cuestionando las nuevas reglas del sector eléctrico, que la funcionaria defendió como una forma de garantizar la confiabilidad del sistema. 

Esto luego de que el fin de semana, la Unión Europea enviara una misiva a la secretaria de Energía expresando su desacuerdo y preocupación por el futuro del sector de energías renovables en México, solicitando una reunión, por lo menos virtual, para discutir las medidas que se han adoptado, particularmente por la afectación negativa que el último acuerdo emergente del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) tendrá para 44 proyectos en 18 entidades del país.

Varias empresas habían expresado sus inquietudes a sus gobiernos por decisiones del gobierno mexicano como la suspensión indefinida de las subastas de energía limpia y el cambio de la regulación de los certificados de energía limpia, por lo que la delegación de la Unión Europea solicitó una reunión con la Secretaría de Energía que nunca se concretó.

La inconformidad aumentó sus preocupaciones tras la publicación del Acuerdo para garantizar la eficiencia, calidad, confiabilidad, continuidad y seguridad del Sistema Eléctrico Nacional publicado a finales de abril por el Cenace, puesto que esta decisión “amenaza desincentivar la inversión privada, incluida la extranjera, según trasladan varias empresas europeas”.

Dicho acuerdo ordenó que para evitar trastornos en el flujo de energía del sistema nacional derivados de la intermitencia de las renovables, durante la contingencia se suspenden pruebas preoperativas para centrales eólicas y fotovoltaicas nuevas, así como se limitarán las ofertas de las centrales de estas tecnologías existentes, ya que el criterio de despacho será el “must run”, que privilegia a las centrales que pueden encender más rápido y que técnicamente son las termoeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Fuente: El economista

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