En dicha denuncia –revelada el pasado 11 de junio por la reportera Peniley Ramírez en Univisión, y cuya copia tiene Proceso–, Martha Edith Rodríguez Acosta, la apoderada legal de Pemex, señaló que la adquisición se llevó a cabo con un presunto sobrecosto de 193 millones de dólares, mientras que Grupo Fertinal estaba “técnicamente en quiebra”.
En el documento, Pemex pidió a la FGR que investigara el caso por los delitos de ejercicio indebido del servicio público y la contratación indebida de crédito; ambos dirigidos contra exfuncionarios y consejeros de Pemex, pero no contra Salinas Pliego y Fabio Massimo Covarrubias Piffer, los empresarios involucrados en esta trama.
Preguntado durante su conferencia matutina sobre Fertinal, López Obrador aseveró que “no hay, no existe” una denuncia, y sostuvo que únicamente existe una investigación por la compra-venta de la planta chatarra de Agronitrogenados mediante un presunto soborno al exdirector de Pemex Emilio Lozoya Austin por parte del empresario Alonso Ancira, dueño de Altos Hornos de México (AHMSA).
En su edición de esta semana, la revista Proceso reveló cómo el multimillonario Ricardo Salinas Pliego era socio de Grupo Fertinal desde 2006, hasta que Pemex adquirió la empresa en 2015; lo hizo a través de una red de sociedades de papel en Bélgica y Suecia –vinculadas a una cuenta bancaria en Suiza–, con ramificaciones en Luxemburgo.
Desde el pasado mes de febrero, este semanario reveló el entramado de la compra-venta de Grupo Fertinal –bautizado Proyecto Kimora–, que provocó un triple desfalco a Pemex y salpicó al expresidente Enrique Peña Nieto.
Salinas Pliego, el tercer hombre más rico del país, es uno de los aliados de AMLO en las altas esferas del sector privado: preside el consejo asesor empresarial del mandatario, opera la distribución de recursos de algunos programas sociales, y cuenta con allegados en el gobierno, como Esteban Moctezuma Barragán, quien antes de encabezar la Secretaría de Educación Pública (SEP) presidió durante 18 años la Fundación Azteca.
En la conferencia matutina de AMLO, el reportero Arturo Rodríguez García, de este semanario, preguntó al mandatario si, a raíz de la implicación de Salinas Pliego en la trama Fertinal, lo mantendría en su consejo asesor.
“Si no hay denuncia en lo judicial, no podemos nosotros descalificar a nadie, nosotros vamos a actuar siempre con apego a la legalidad. He dicho que sí hay denuncias deben de proceder, todas las denuncias, no tapar absolutamente nada”, sostuvo López Obrador.
Y añadió: “Inclusive la denuncia del señor Ancira (por el caso Agronitrogenados) ya estaba en curso. Yo quiero aclararles que desde que tomé posesión, dije que íbamos a ver hacia adelante, que proponía lo del punto final, que no pensaba en que le conviniera a la nación meternos, anclarnos en las acusaciones y la persecución política, porque teníamos que ver hacia adelante y es lo que estamos haciendo”.
Salinas Pliego siempre negó que fue socio de Fertinal, una empresa a la que Banco Azteca –que pertenece a Grupo Salinas– prestó 406 millones de dólares entre 2008 y 2015, entre ellos para el reparto de un dividendo de 51 millones de dólares, que los socios se otorgaron dos meses antes de firmar el contrato con Pemex –cuando la empresa tenía 12 mil dólares en sus cuentas bancarias–.
Según una denuncia interpuesta por un “informante” anónimo ante el Departamento de Justicia y la Comisión de Valores estadunidense, la compra-venta de Fertinal fue posible gracias a un soborno de 50 millones de dólares al expresidente Enrique Peña Nieto, un monto que coincide con el dividendo.
Cuando compró la empresa –por un costo final de 635 millones de dólares–, Pemex absorbió las deudas de Fertinal y reembolsó a Banco Azteca los 406 millones de dólares; para ello, pidió dos créditos a Nacional Financiera, Bancomext y… el propio Banco Azteca, que los mexicanos pagarán hasta el 2031.
Fuente: Proceso