Las morenas deformaciones

A TIRO DE PIEDRA

Por Julian Santiesteban

…Es el orgullo de mi nepotismo…

José López Portillo

No es que aun sorprenda que un político aprovecha el cargo para beneficiar a sus allegados y familiares, no es que eso vaya en detrimento de las buenas intenciones que pueda tener el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sino que todos sus colaboradores, “superdelegados” nombrados por el mandatario en las entidaes, diputados, senadores y presidentes municipales de Morena llevan como lema –de campaña y de desempeño en la administración pública- el “no mentir, no robar y no traicionar”; bueno, pues en Quintana Roo, algunos de ellos están haciendo exactamente lo contrario.

En Othón P. Blanco, municipio capitalino, el alcalde Othoniel Segovia Martínez, tiene como primer regidor a su yerno, José Luis Murrieta Bautista, pero además existe el llamado “Clan Cruz Martínez”, que son básicamente una decena de familiares incrustados en la administración pública municipal que sin rubor alguno, en abierto conflicto de intereses y hasta con casos de nepotismo, desempeñan diversos cargos, además con resultados cuestionables, pues casi a un año de asumir funciones, más allá de que cobran su quincena puntualmente, no se les conoce labor alguna.

Pero si en los municipios ocurre eso, lo más preocupante es lo que acontece con el mismo delegado de Programas Federales en la entidad, o “superdelegado”, Arturo Abreu Marín, quien a mediados de mayo pasado declaró que los que eran delegados aun tenían que dejar sus cargos para finales de ese mes y así ocurrió; aseguró que ya había enviado una lista de propuestos para sustituirlos y que a principios de julio habría nuevos funcionarios federales; sin embargo, a mediados de junio anunció que la lista en cuestión le fue rechazada, en consecuencia, se buscaría impulsar para las representaciones federales a otras personas.

¡Y oh sorpresa! Uno de los nombramientos que sí le aceptaron a Don Arturo es el de su sobrino Armando Chávez Ayala, hijo del hermana de Lourdes Ayala Menéndez, su esposa; es decir, no es familiar lejano o político, hay línea consanguínea; aun así, Chávez Ayala es desde el primero de junio es el titular de la Oficina de Representación de la Coordinación Nacional Prospera en Quintana Roo (aunque el programa haya desaparecido y esté en vías de crearse su sustituto). ¿y entonces en dónde quedó la ordenanza presidencial de no beneficiar a familiares, a allegados, de acabar con la corrupción, el “no mentir, no robar, no traicionar”?

Muchas explicaciones tendrá que dar el funcionario federal, nombrado directamente por el presidente de la República, además de solventar la irregularidad administrativa; pero sobre todo a sus compañeros de partido, a sus colegas, al presidente, a quienes se esfuerzan por seguir los preceptos, los objetivos y demostrar que este puede, quiere y será un gobierno diferente, el gobierno de la Cuarta Transformación Republicana; y apenas comienza, ¿qué pensarán los diputados federales? ¿los senadores? 

COMENTARIO MORBOSO

Y a propósito de exhibiciones, desde hace algunos días, el alcalde de Othón P. Blanco ha difundido profusamente un vídeo en el que asegura haber realizado gestiones para que los ciudadanos del vecino país de  Belice puedan ingresar a México, específicamente a la zona sur de Quintana Roo, y hace la invitación para ello.

México –desde el gobierno federal- ha endurecido sus medidas migratorias y reducido a 25 pases fronterizos por día que se emiten, lo que ha generado disminución de un 30 por ciento de los treinta mil cruces de beliceños que se registraban por mes; y tan no se ha logrado nada, que el personal diplomático del vecino país ya le respondieron al alcalde que el pase migratorio existe, lo que urge es que se permita entregar más; lo que no se resuelve –evidentemenre- con el video de un presidente municipal, vaya ridículo  de don Othoniel Segovia Martínez.

Pero más allá del ridículo, de manera extraoficial personal del Consulado de Belice ha mostrado su preocupación porque mucha gente de aquel país que requiere atención médica en los hospitales de la Península de Yucatán se ha visto imposibilitada para tenerla; y la cooperación en materia cultural, académica y deportiva ha quedado incluso suspendida. Si las problemáticas avanzan y las medidas migratorias entre ambos países se siguen endureciendo, la cooperación en materia de salud también pudiera afectarse, y entonces los padecimientos propios de la región supondrán un grave riesgo para decenas de miles de personas que habitan en la región; así que, mucho videíto y todo, pero de cooperación real nada, y ya es preocupante, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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