Quintana Roo y la violencia contra periodistas

Por Graciela Machuca Martínez*

**Urgencia de integrar protocolos de protección a periodistas para la nueva modalidad de “Guardia nacional militarizada”
**Agraviados reporteros de PorEsto en Cancún.

Así como a otros meses del año, ya le faltan días para conmemorar aniversarios luctuosos de periodistas y personas defensoras de derechos humanos en México, mayo es un mes emblemático para quienes defendemos derechos humanos, principalmente el de la Libertad de Expresión, porque los 31 días resultan insuficientes para colocar los cientos de agravios que se han cometido contra la prensa en las últimas décadas.

De acuerdo a la página web de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el 3 de mayo fue proclamado como el Día Mundial de la Libertad de Prensa en 1993, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, siguiendo la recomendación de la Conferencia General de la UNESCO.

La fecha se eligió para que coincidiera con el aniversario de la Declaración de Windhoek, en la cual los representantes de medios de comunicación africanos que participaban en un seminario organizado por la UNESCO en la capital de Namibia, elaboraron un documento donde se recogían los principios de la libertad de prensa.
A pesar de los esfuerzos de un grupo de colegas para que esta fecha sea tomada como día de la prensa en México, se requiere mucha voluntad del gremio para eliminar de la costumbre los festejos que instituyeron dueños de empresas y el poder político y económico para ratificar año tras año su complicidad.

Antes de que la ONU aprobará que el 3 de mayo es el Día Mundial de la Prensa, en este país el gremio periodístico ya se movilizaba en el mes de mayo, desde que fue asesinado el periodista Manuel Buendía, el día 30 de mayo de 1984 en el entonces Distrito Federal durante el gobierno del priista presidente de la República, Miguel de la Madrid Hurtado, siendo secretario de Gobernación, el ahora morenista y director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlet Díaz. Lo menciono a él, porque como por este crimen fue procesado y sentenciado uno de sus subalternos, José Zorilla.

El 15 de mayo de 2017, en la era de Enrique Peña Nieto, también miembro distinguido del Partido Revolucionario Institucional (PRI), como lo fue Miguel de la Madrid Hurtado, es asesinado en Culiacán, la capital del estado de Sinaloa, el periodista Javier Valdez, fundador del periódico Rio 12, corresponsal del diario La Jornada y autor de varios libros sobre el narcotráfico en aquella región del país.
A pesar de las promesas, el crimen sigue en la impunidad, como el de más de 150 periodistas, mujeres y hombres asesinados en el país del año 2000 a la fecha.
También, un mes de mayo, el día dos, pero del año 2019, ya en la época de la 4T, siendo presidente de México, el fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, asesinan a balazos, en el municipio de San Agustín Loxicha, en el estado de Oaxaca, al profesor, radialista y periodista, Telésforo Santiago Enríquez, fundador de la radio comunitaria “El Cafetal de San Agustín”.
Los casos de asesinatos de periodistas que lleva documentados la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), del año 2000 a la fecha 147 –15 eran mujeres—, 21 están desaparecidos desde 2005 y se han perpetrado 52 atentados contra instalaciones de medios informativos desde 2006. El mismo organismo, comprobó por medio de un estudio, que el 90 por ciento de estos casos están en la impunidad.

Ante este escenario nacional, en Quintana Roo, quienes nos dedicamos al periodismo vivimos en estado de indefensión, porque la impunidad que existe en los casos de asesinatos, agresiones físicas, intimidación, acoso judicial, amenazas, se fortalece, cuando desde el Congreso del Estado, específicamente durante la XV Legislatura, por ignorancia en el tema de los derechos humanos abrogaron la Ley de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas que obligaba a las autoridades estatales a generar condiciones para garantizar la Libertad de Expresión y la seguridad de ambos sectores de la población.

Por ello, ahora son normales y cada día con más intensidad, diversos agravios hacia personas trabajadoras de medios de comunicación, de parte de servidores públicos de los gobiernos federal, estatal y municipales. El caso más reciente que se ha dado a conocer es un acto de agresión y acoso de parte de un teniente de apellido Téllez, quien dice estar a cargo de la base naval de Puerto Juárez, Playa Linda, Puerto Morelos e incluso Playa del Carmen.

El día 9 de mayo, entre las 11:30 y 12 del día, personal de Por Esto! Quintana Roo realizaba un recorrido por la zona de Puerto Juárez para efectuar diversos trabajos informativos, cuando repentinamente se pudo observar como una unidad de la Secretaría de Marina con elementos de Policía Naval, pasó a toda velocidad frente a Playa del Niño, donde se estaba tomando unas fotografías sobre el sargazo y el turismo, se lee en la edición del día 10 de mayo del referido periódico.

“Luego de ello y sin saber el rumbo que habría tomado la patrulla de la Marina, se decidió continuar el trabajo de información hacia Punta Sam, cuando repentinamente a lo lejos, se pudo observar que a la altura del hotel All Ritmo, dicha unidad militar había dado vuelta y retornaba hacia Puerto Juárez, en una situación que parecía de rutina para ellos.

“Sin embargo, a través del espejo retrovisor del vehículo propiedad de esta casa editorial, se vio como nuevamente dicha unidad volvió a dar vuelta, pero lo hizo detrás de una camioneta a la que parecía que estaban escoltando.

“Metros más adelante, los reporteros decidieron pararse en el estacionamiento de la iglesia María del Mar para hacer algunas fotos del sargazo y de los turistas que son llevados a la zona arrecifal de El Meco y cuando apenas estaban descendiendo del automóvil, detrás llegó la patrulla de la Semar y de manera prepotente, los dos elementos con brazalete de la Policía Naval, que iban en la parte de atrás de la unidad, se bajaron de un solo brinco y empuñando en todo momento sus armas de cargo, exigieron de manera intimidante a los representantes de Por Esto! Quintana Roo que se pusieran enfrente del vehículo y que se identificaran porque además harían una revisión al automóvil”.

Los reporteros, trabajadores de Por Esto! accedieron a identificarse y a colaborar a la revisión que exigieron los marinos, quienes cuestionaron por qué dicho automóvil no estaba rotulado para que pudieran saber que pertenece a un medio de comunicación, a lo que los informadores les respondieron que es una decisión de la empresa por cuestiones de seguridad.

Pero además, aun dudando de que fueran reporteros los ocupantes del vehículo, los elementos de la Policía Naval, encabezados por el teniente Téllez, pedían que los miembros de esta casa editorial permanecieran frente al auto y en silencio, situación que generó un altercado de palabras porque se les hizo saber a los militares que esos protocolos van más allá de las funciones reales de la Secretaría de Marina.

De hecho, se les dijo que no se justifica su actuación porque no hay ningún operativo y no podían actuar de la manera en que lo hicieron, sobre todo, cuando los reporteros se identificaron plenamente, pero aun así los militares insistieron en revisar el vehículo a lo que se les abrieron todas las puertas, incluida la cajuela para que hicieran su labor sin ningún impedimento.

El referido teniente Téllez, les advirtió: “no quiero ver mañana una nota en el periódico sobre lo ocurrido, así que mejor borren las fotos (que se tomaron de la revisión del vehículo)”.

Con este ejemplo, se demuestra, una vez más, que militarizar la Guardia Nacional ha sido un error del presidente de la República y de su Congreso de la Unión, lamentablemente corresponderá a la sociedad pagar las consecuencias, porque las violaciones a los derechos humanos irán en aumento, como ya lo han previsto desde las Naciones Unidas y organismos civiles.

Por otra parte, el gremio periodístico en Quintana Roo está a la espera que la Fiscalía General del estado de muestras de que trabaja, respecto a la agresión a balazos que recibió en su domicilio particular, en la ciudad de Chetumal, el reconocido periodista Rubén Vizcaíno Aguilar. Ya pasó un mes.

*Periodista en Quintana Roo. Defensora de Derechos Humanos de mujeres y periodista. Suplente del Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación. (Columna Graciela)

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