Una prisión de supermáxima seguridad, con celdas que son cajas de concreto en las que los internos deben permanecer 23 horas al día, espera a Joaquín “El Chapo” Guzmán en Texas o California, los dos estados que solicitaron a México las órdenes de detención con fines de extradición, indica información del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El Instituto Nacional de Correccionales estadounidense (NIC, por sus siglas en inglés) es el órgano encargado de controlar esas cárceles donde se ubica a los delincuentes que son considerados una amenaza a la seguridad nacional e internacional, como está clasificado el líder del Cártel de Sinaloa.
Con 21 acusaciones en su contra, destacando narcotráfico y los antecedentes de dos fugas, al concretarse la extradición, Guzmán Loera será ubicado en esas prisiones con notables diferencias a las que se tienen en México, indicó un vocero del NIC a El Universal.
A diferencia del penal de El Altiplano, del que el criminal se escapó el 11 de julio de 2015, y al que regresó tras su recaptura el 8 de enero pasado, en las prisiones de máxima seguridad de Estados Unidos las celdas son una caja de concreto, con una sola puerta, con un orificio por el que se pasa la comida a los internos, quienes deben permanecer 23 horas del día recluidos, bajo vigilancia permanente de cámaras.
Como sello distintivo de esos centros, los castigos son directos y no requieren ser verificados por autoridades externas. Además, a diferencia de México, los presos carecen de mecanismos de quejas por violaciones a los derechos humanos.
En el penal de El Altiplano las celdas cuentan con barrotes, una zona de baño y para limpieza, una base de concreto, colchoneta y una cobija, pueden tener pertenencias, pero no pegar nada en las paredes, además tienen acceso a locutorios, televisión o tableta con audífonos y una llamada a la semana de 10 minutos por cobrar, según el reglamento de los centros penitenciarios federales de alta seguridad.
Pero en la supercárcel de Estados Unidos lo único común es la base de concreto, una colchoneta y zona de limpieza, el resto no es considerado como necesario y los internos sólo pueden contar con escasas pertenencias. El Chapo tiene seis procesos abiertos en su contra en California, desde 1995, y Nueva York, desde 2009.
El resto son procesos que se siguen en Illinois, otra en New Hampshire, desde 2011, en Nueva York con fecha de 2012 y la de Texas, desde 2011, que es una por las que se solicitó la orden de aprehensión con fines de extradición desde 2015.
Con información de El Universal.