El abucheo y el oficio político

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban

¿Saben cuál es la verdadera base del poder político? No las armas ni las tropas, sino la habilidad de hacer que los demás hagan lo que uno desea que hagan
Philip K. Dick

Convertir las adversidades en oportunidades son la mejor manera de medir el carácter de los individuos, por eso carece de sentido discutir el origen de los “abucheos” escuchados en la visita de Andrés Manuel López Obrador a Quintana Roo, cuando lo que debiera determinarse es quién salió finalmente beneficiado del hecho, pues en función de ello puede proyectarse incluso el futuro de la relación entre el mandatario federal y el gobernador quintanarroense, Carlos Joaquín González.

Me explico, Joaquín González le “salió al toro” este lunes a reiterar su tolerancia a la crítica, no sin dejar de señalar que las expresiones a él proferidas “huelen a campaña”, como diciendo “te estoy viendo”, en caso de que –como se ha señalado- hayan sido orquestadas con días de anticipación; esa declaración y el “espaldarazo” de López Obrador al mandatario los colocó a ambos como airosos del incómodo momento, sacaron ventaja y pudieron incluso proyectar una relación que será fructífera en el tiempo que coincidirán como gobernantes en su respectivo nivel.

Pero López Obrador no salió en defensa del gobernador del sureste solamente por bonhomía, quien así lo piense comete el error más básico en el análisis: entender la circunstancia de cada actor implicado en un fenómeno, y cabe por ello recordar que, a pesar de la enorme popularidad del presidente, enfrenta sin embargo resistencia e incluso ataques frontales de otros actores políticos, como ejemplo el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, quien pretende constituir incluso un “bloque” de gobernadores, aunque hasta ahora se encuentra solo.

Ahora bien, si se considera que Carlos Joaquín González es miembro fundador de la Asamblea de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN) organismo integrado por siete de doce mandatarios surgidos del Partido Acción Nacional (PAN), cuyo rol inicial fue manifestarse –antes de las elecciones en que López Obrador resultara ganador- en favor de cualquiera que ganara; la “jugada” realizada este domingo por el presidente tiene poco de cariño y sí mucho de estrategia, pues Corral Jurado no está integrado a este organismo y, al congraciarse con uno, deja más solo al otro. Lo aísla, demuestra que puede trabajar con actores políticos diferentes al que lo llevó a la presidencia y hace parecer la “cruzada” del chihuahuense como una causa unipersonal. ¿ya notó el fondo?

Por ello la afirmación del escribiente en el sentido de que se puede proyectar la relación Obrador-Joaquín desde ahora; a ambos les conviene la cordialidad y coordinación, aunque las condiciones políticas sean cambiantes; por cierto, alimentar el disenso parece por ahora infructuoso, pero cabe señalar que, en estricta justicia, el abucheo sirvió de catalizador o mecanismo para dejar evidencia pública del acercamiento. Vaya, ocurrió lo que la Tercera Ley de Newton: “A toda acción corresponde una reacción, de la misma intensidad, pero en sentido contrario”; carácter y oficio político de ambos pues.

Ya hablar de acuerdos políticos y estrategias electorales conjuntas –aun cuando hay elecciones en puerta- sería demasiado aventurado, baste decir únicamente que, si el abucheo era para generar encono, el resultado fue exactamente opuesto. El tiro por la culata.

COMENTARIO MORBOSO

Hace poco más de una semana, la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) difundió la realización de reuniones con los tesoreros de los once ayuntamientos de Quintana Roo y cámaras empresariales, en las que la titular de la dependencia, Johanet Torres Muñoz, planteó la posibilidad de ajustes a la denominada Ley de Alcoholes estatal, que integren las consideraciones de los municipios y empresarios, para evitar afectaciones por la entrada en vigor de la norma.

Sin embargo, este martes, en entrevista con el escribiente, el presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado, Eduardo Martínez Arcila, defendió la ley aprobada, recalcando que no violenta la capacidad recaudatoria de los municipios y que el objetivo de disminuir problemáticas sociales por el consumo de bebidas alcohólicas fue el objetivo que se buscó de manera primordial; pero el dato más relevante dado por el legislador es que, hasta ahora, no ha sido enviada iniciativa alguna para modificar la ley en cuestión.

Como la norma está vigente, por lo pronto lo que procede es que siga así, mientras que los empresarios y ayuntamientos siguen a la espera ¿quién estará retrasando el proceso? no vaya a ser que la Consejería Jurídica del gobierno estatal esté demasiado saturada de trabajo como para atender un tema que permitió desactivar lo que parecía una “revolución” en por lo menos tres ayuntamientos y el empresariado local; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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