Sindicalismo charro y el gobierno

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban

Comienzo con la premisa de que la función del líder es producir más líderes, no más seguidores
Ralph Nader

Los sindicatos y el gobierno han atravesado históricamente por relaciones simbióticas y de complicidad no necesariamente en beneficio de los agremiados, pero actualmente parece haber un franco desencuentro tanto a nivel nacional como estatal, y la frase más lapidaria la pronunció el presidente Andrés Manuel López Obrador en Veracruz, al señalar que “se acabó el charrismo sindical”; mientras en Quintana Roo, está a punto de ser destituido el dirigente de los trabajadores del gobierno, producto de sus propios excesos y el hartazgo de los que, se supone, representó hasta diciembre de 2018.

En Veracruz, el presidente respondió a las quejas de trabajadores petroleros cuyo dirigente, Carlos Romero Deschamps, ha sido reelegido hasta el año 2024 -con lo que cumpliría un periodo de 31 años al frente del sindicato petrolero-; señalando el mandatario que la elección de representantes deberá ser democrática y que no se hará el cambio de dirigente, poniendo uno “a modo” del presidente, por lo que habrá que esperar las reacciones en los siguientes días en todo el país.

Paralelamente, en Quintana Roo, el líder del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (Sutage), Roberto Poot Vázquez, está a punto de ser destituido, al perder el juicio interpuesto por trabajadores que dice representar, quienes señalaron que la reelección sindical consumada el 22 de junio de 2016 fue ilegal, pues ocurrió en una asamblea a la que asistieron sólo mil 500 de los más de cinco mil afiliados y cuyo objetivo además era presentar el último informe de ese comité.

La determinación del Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito fue unánime desde el 7 de diciembre del 2018 y así han sido notificadas las partes; ante lo cual la secretaria del Trabajo en Quintana Roo, Catalina Portillo Navarro, ha señalado que, efectivamente, el tribunal ha expresado que la asamblea fue irregular y que debe realizarse una nueva asamblea de elección, labor que corresponderá al Tribunal de Conciliación y Arbritraba. Por cierto, el titular de esta última instancia, Juan Marcos López Becerra, dio a conocer que ya están en vías de cumplimiento del mandato judicial y en los siguientes días deberá haber una conclusión del tema.

Poot Vázquez es dirigente desde 2010, y bajo diversas argucias se ha reelegido, pero recientemente tuvo la ocurrencia de dar a conocer que buscará una diputación por el distrito XV local por Morena –espacio cedido por convenio al Partido del Trabajo, por lo cual no es procedente la aspiración del ex dirigente- y por ello aduce “guerra sucia” en su contra; pero en realidad lo que le ocurre al prácticamente ex representante de los trabajadores es consecuencia de sus excesos, de reelecciones amañadas. Por cierto, ¿se imagina a Morena postulando a un líder sindical con estos antecedentes legales, cuando el presidente de la República a nivel nacional dice estar combatiendo “liderazgos charros”? Claro que a Morena no lo distingue la congruencia, pero esperemos que tampoco la desvergüenza, la caída es pues inminente.

COMENTARIO MORBOSO

A propósito de liderazgos, Isla Mujeres y su alcalde, Juan Carrillo Soberanis representa el último de los dos reductos en los cuales el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene posibilidades de obtener espacios electorales, -el otro es Cozumel, con Pedro Joaquín Delbois- por ello el ex dirigente juvenil de los priístas ha sido presionado por su dirigencia partidista para aceptar imposiciones en la candidatura a la diputación en su demarcación, ante lo cual se ha rebelado con razón y se ha acercado al gobierno estatal de Carlos Joaquín González.

La intención es evitar que el morenista Edgar Gasca gane en Isla Mujeres, por lo cual se impulsaría la candidatura de Atenea Gómez Ricalde –hija de Alicia Ricalde Magaña-, con esa alianza de facto entre el PRI de Carrillo Soberanis, con el Partido Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD) el triunfo sería posible. Vaya que el tricolor está mal y de malas y sigue perdiendo a sus últimos activos políticos. Bien por Juan Carrillo Soberanis, que en un arranque de dignidad, ha rescatado la única posibilidad de crecimiento para un partido en desgracia, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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