Primero los pobres… en sufrir

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban

Más vale un “toma” que dos “te daré”
Refrán popular

Desaparecer el subsidio a la vivienda a partir de 2019 representa uno de los golpes más duros y directos de la administración de Andrés Manuel López Obrador a los pobres de este país, cuyo anhelo de poseer una vivienda acaba de esfumarse “de un plumazo”, mientras el desempleo para unos tres millones de trabajadores de la industria de la construcción es a partir de ahora una cuestión de tiempo. Cosas de la democracia nacional.

Tan sólo en 2018, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) ejerció unos 6 mil 500 millones de pesos como subsidio para los programas de vivienda con que contó hasta este año, gracias a ello miles de familias tienen ahora un espacio donde habitar, pero los que no lograron hacerse de su espacio, simplemente ya no podrán, pues el “lopezobradorismo” canceló desde ahora el subsidio al eliminar el Programa de Financiamiento para Soluciones de Vivienda.

Más allá de que la decisión pudiera representar dejar de apoyar a “los señores del dinero” de las constructoras, el golpe se asesta directamente a los que menos tienen, pero si a ello se suma que esta rama de la construcción emplea a unos tres millones de mexicanos, habrá que estar atentos al número de despidos que determinen para mantenerse a flote, ¿pues no que “por el bien de todos, primero los pobres? Y la afectación no sólo es a los que cotizan Infonavit, sino también Fovissste, pues no todos los trabajadores gubernamentales tienen prestaciones “de lujo.”

Así de sencillo, en México existen unos cinco millones de mexicanos que ganan entre 3 y 8 mil pesos –por cierto, el incremento al salario mínimo determinado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no necesariamente les beneficiará- y a ellos estaba dirigido el subsidio en cuestión, pero ahora quedarán en el “limbo” unas cien mil viviendas que estaban listas para comercializarse y millones de mexicanos que las necesitan simplemente no podrán adquirirlas, así de contradictorias resultan las decisiones gubernamentales.

El “plumazo” que elimina el subsidio a la vivienda, violenta incluso el derecho humano a una vivienda digna para millones de mexicanos, pero confirma además que las mayorías gobernantes no necesariamente ayudan al ciudadano ordinario, porque el senador panista Víctor Fuentes presentó justo antes de la discusión de paquete fiscal una iniciativa para que se destinaran por lo menos 12.3 mil millones de pesos para el rubro de “Soluciones habitacionales de vivienda nueva” de Sedatu; pero el gobierno de Morena simplemente optó por la desaparición del programa; faltará ver la versión final del presupuesto, pero hasta ahora, nada bueno para los que menos tienen. ¿Primero los pobres? En sufrir; como siempre.

COMENTARIO MORBOSO

Doscientos presos políticos de este país aguardan la libertad prometida por el presidente de México, en cualquiera de las formas que la ahora secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, ha explicado existirán: indulto, ley de Amnistía o celeridad de procesos; mientras que la responsable de elaborar la lista, la senadora Néstora Salgado, explicó que en todos los expedientes encontraron un patrón: los presos fueron siempre acusados de delitos como delincuencia organizada, secuestro, homicidio y terrorismo.

Aún con la revisión minuciosa, se espera que la promesa de justicia quede cumplida en 2019, y para el caso de Quintana Roo, el beneficio alcance al ex gobernador Mario Villanueva Madrid, quien ha estado 17 años recluido y actualmente es tratado en una clínica de Chetumal, la capital del estado, por sus múltiples padecimientos.

El de Villanueva Madrid, aunque no es de los casos más mencionados, pero resulta de los más representativos cuando de abuso de poder se trata, un presidente priísta omnipotente –Ernesto Zedillo Ponce de León- lo encarceló por disentir, sus acusadores han declinado sus señalamientos y sus supuestos cómplices han sido todos liberados ¿por qué sigue entonces en prisión? Únicamente por falta de voluntad presidencial. La cuarta transformación de la República deberá entonces regresarle la libertad y buen nombre, la palabra la empeñaron ellos; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

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