Cada vez más está en ascenso el ecomerce, porque resulta fácil, cómodo y se adapta muy bien a las necesidades que tienen las personas actualmente pero, ¿también es valido adquirir medicamentos a través de Internet?
La Secretaría de Salud federal informó recientemente que existe la probabilidad de que entre 50 y 90 por ciento de los medicamentos que se adquieren por Internet sean irregulares, ya que la mayoría de estos productos carecen de registro sanitario que acredite su calidad, seguridad y eficacia, además de que su consumo puede agravar el padecimiento o enfermedad a tratar, poniendo en riesgo a los consumidores.
“En el tema de la comercialización de ciertos productos para la salud en Internet es riesgoso, porque en muchos sitios no se puede garantizar que se cumplan las condiciones mínimas de calidad para el almacenamiento y manejo de estos productos. Otro de los temas es que seguramente se puede tratar de productos falsificados, robados, que están caducados o que indebidamente se estén comercializando muestras médicas”, explica Julián Vázquez Talavera, investigador del área médica de Medix.
“Un gancho muy común es que ofrecen medicamentos controlados a un precio demasiado bajo, por ejemplo, uno que puede llegar a costar mil pesos y ahí me lo están ofertando en 100, 200, pesos” – Julián Vázquez Talavera (Investigador de Medix)
¿Esto qué puede originar? De acuerdo con el experto, es posible que los productos adquiridos no contengan principios activos, o tal vez sí los tienen, pero no en las cantidades terapéuticas. Estos medicamentos irregulares pueden tener simple almidón, maíz o azúcar, es decir, sustancias inofensivas , pero existe el riesgo de que también traigan productos químicos tóxicos que puedan generar problemas en la salud de los pacientes.
La Organización Mundial de la Salud ha registrado cerca de 700 mil defunciones en el mundo por el consumo de fármacos ilícitos. México ocupa el sexto lugar en el mundo en venta de medicamentos ilegales, está sólo por debajo de países como China, Rusia, Estados Unidos, India y Brasil. Cada seis de 10 medicamentos que se ofrecen en el país pueden ser robados, falsificados o elaborados sin los requerimientos mínimos de salud, lo que comprometería aún más la salud de los pacientes.
Las entidades federativas en donde más se han identificado ofertas de esta clase de productos son Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Puebla y la Ciudad de México, lo que genera, según cifras oficiales, ganancias al crimen organizado por más de 11 mil 500 millones de pesos de forma anual
Aproximadamente 8 millones de personas son víctimas potenciales de este mercado negro.
“Otra de las complicaciones que se tiene es que en el corto y mediano plazo puede generar desconfianza tanto en los medicamentos, como en los profesionales de la salud. Si yo asistí con un médico y me dio un medicamento, pero lo adquirí en un establecimiento no regularizado, puede ser que no tenga la sustancia activa, y no va a tener ningún efecto terapéutico. El paciente dirá ‘este medicamento no sirve’, pero también la reputación del medico quedará en duda porque el paciente creerá que no le solucionó su problema”, señala Vázquez Talavera.
¿CÓMO RECONOCER UN MEDICAMENTO ORIGINAL?
Con el acceso a Internet, los implicados en la fabricación, distribución y suministro de productos médicos irregulares han logrado acceder a un mercado mundial, por lo que es importante hacer conciencia sobre esto para evitar riesgos graves a la salud y eso hace necesario que los compradores sepan diferenciar entre una copia y el original.
“Es todo un reto saber diferenciar, porque en la actualidad sabemos que se pueden falsificar hasta documentos como credenciales y títulos, y sabemos que las diferencias entre original y una buena falsificación son mínimas y pueden pasar desapercibidas”, opina el experto médico.
Vázquez Talavera recomienda a las personas examinar el estado del envase, dice que tiene que estar limpio y en buenas condiciones, si se ve maltratado o sucio, son una señal que puede generar sospechas. También, se tiene que revisar la información, si se detecta faltas de ortografía o gramaticales en la redacción, será otro dato para desconfiar del producto. Por otro lado, la fecha de caducidad tiene que corresponder en el envase exterior con la que está en el interior.
“En sitios en Internet tenemos que tener desconfianza si comercializan o venden un producto que necesita receta médica, pero que en ese lugar no es necesaria. También si el portal en donde estoy navegando no tiene una dirección o un teléfono fijo, eso debe de generar desconfianza” – Julián Vázquez Talavera (Investigador de Medix)
“Un gancho muy común es que ofrecen medicamentos controlados a un precio demasiado bajo, por ejemplo, un medicamento que puede llegar a costar mil pesos y ahí me lo están ofertando en 100, 200, pesos”, afirma el experto investigador.
Se tiene reporte a nivel mundial de que los antibióticos son los medicamentos en venta con más irregularidades, también entran las vacunas y los dispositivos médicos.
MÉXICO EN ACCIÓN
De 2016 a la fecha, suman más de 8 mil 500 páginas digitales que han sido suspendidas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), en colaboración con la Coordinación para la Prevención de Delitos Electrónicos, por prestar publicidad engañosa.
“Es un trabajo conjunto en donde intervienen muchos factores, desde el paciente que debe tener la cultura para adquirir medicamentos solamente en lugares establecidos, pero también involucra el tema de la regularización política, y la educación principalmente”, finaliza el experto.
Recomendaciones de la OMS:
>Comprobar las fechas de fabricación y caducidad
>Examinar el estado del envase
>Comprobar que el aspecto del medicamento es el esperado, que no muestra cambios de color, signos de degradación ni olores extraños
>Revisar errores gramaticales o de ortografía
>Consultar cuanto antes con el médico en caso de sospecharse que el producto no está actuando como debería
Respecto a su obtención en Internet, identificar:
> Correos electrónicos que anuncien medicamentos
>Productos a precios sospechosamente bajos
>Errores ortográficos y gramaticales en los envases
>Sitios web que ofrezcan sin receta médica medicamentos que la necesitan
>Productos a precios sospechosamente bajos
>Sitios web que no muestren una dirección o teléfono fijo
>Falta de autenticidad (sin logotipos o certificados de verificación)
Con información de Reporte indigo.