El uso de popotes quedaría prohibido por ley en Quintana Roo antes de terminar el año, adelantó a La Jornada el titular de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), Alfredo Arellano Guillermo, quien añadió que se iniciaron los trabajos en el Congreso estatal para modificar la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos Sólidos.
También se incluiría reducir el consumo de otros productos altamente contaminantes y de muy difícil degradación como el unicel y las bolsas de plástico.
“Y ahora lo que queremos es modificar la ley estatal de residuos. Ya iniciamos los trabajos con el Congreso para precisamente de pasar de lo voluntario a lo obligatorio, y para ello estamos siguiendo una serie de estrategias. Queremos darle una visión innovadora al manejo de residuos en el estado”, explicó el funcionario.
Arellano Guillermo citó que una primera propuesta estaría ya lista en dos meses, antes de que concluyan las vacaciones de verano, lista para consulta pública; luego depende de los tiempos del Congreso, y se esperaría su aprobación y publicación antes de que concluya 2018.
“Estaríamos viendo la posibilidad de considerar zonas especiales a las islas de Holbox, Cozumel e Isla Mujeres, para prohibir el ingreso de unicel y bolsas de plástico, y sustituir el vidrio por presentaciones en aluminio porque es muy costoso sacarlo como basura.”
Recordó que hay estudios que señalan que en los próximos 50 años está el riesgo de que podría haber más residuos plásticos que peces en los océanos.
En ese sentido, Arellano Guillermo recordó que el Caribe mexicano fue pionero en el tema de dejar de usar, voluntariamente, el uso de popotes y tratar de reducir el consumo de otros productos de muy difícil degradación y que no tienen una razón de ser, que son sustituibles y que son altamente contaminantes.
Por ello ahora queremos pasar de los voluntario a lo obligatorio, planteó el secretario de Ecología y Medio Ambiente, quien agregó que se quiere dar una visión innovadora al manejo de residuos sólidos en la entidad, y en especial de todo lo que llega a los mares.
En cuanto a la respuesta del turismo, opinó que la mayoría de veces son los turistas los más conscientes, y cuando viajan a otro país acatan las reglas: “Es a la gente local a la que le cuesta más trabajo adaptarse a los cambios, pero es un tema de educación y concienciación en el que urge trabajar”.
El funcionario dijo que cualquier cambio cuesta trabajo, pero a la larga se ven los beneficios que ese tipo de campañas tienen.
“Se está trabajando en el análisis, en el diagnóstico y ciertamente creemos que podemos reducir muchas toneladas al día de residuos plásticos, que actualmente llegan a los rellenos sanitarios y que sería en beneficio del estado”, externó.
Alfredo Arellano dijo que de acuerdo al número de visitantes, Quintana Roo sería el primer lugar en cuanto a consumo de popotes, unicel y bolsas de plástico, aunque aclaró que no sólo depende de la actividad económica del estado, porque hay otras entidades cuyo número de población implica mayor consumo.
“Simplemente por población se producen más residuos como el Estado de México, la Ciudad de México y las grandes ciudades como Guadalajara y Monterrey”.
Con información de Jornada Maya.