San José.— El Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advirtió ayer que está “alarmado” por el acelerado aumento del desplazamiento a la fuerza de personas —en especial mujeres y niños sin compañía o separados de sus familias— por la violencia y la persecución en Guatemala, El Salvador y Honduras hacia México, Estados Unidos, Belice, Costa Rica y Panamá.
ACNUR reveló que a finales de 2017, en todo el mundo, hubo más de 294 mil personas solicitantes de asilo y refugiadas procedentes de esos tres países, lo que equivalió a 58% más que en 2016 y 16 veces más que a finales de 2011. “Las solicitudes para obtener la condición de refugiado de personas de esta región también se están incrementando en el resto del mundo. Entre 2011 y 2017 se presentaron 350 mil solicitudes en todo el mundo”, de las que cerca de 130 mil 500 son de 2017, reportó.
“La gran mayoría de quienes huyen buscan protección en Belice, México y Estados Unidos, o [y de manera creciente] en Costa Rica y Panamá. Muchas son personas vulnerables como mujeres o niños no acompañados o separados de sus familias”, describió.
Ante el “importante aumento del número de personas que huyen de la violencia y la persecución” en el norte de Centroamérica, con “muchas” que actualmente están “en grave peligro”, ACNUR instó a la comunidad internacional a proteger a las víctimas del fenómeno y ayudar a los tres países “a abordar” las causas primarias de la situación.
Por el asedio de las maras o pandillas juveniles, la creciente inseguridad, la penetración del narcotráfico y otras modalidades del crimen organizado nacional, regional y transnacional, y las endémicas condiciones de pobreza, exclusión social y desigualdad, Guatemala, El Salvador y Honduras están entre las naciones más violentas del mundo, aunque tampoco sufren un conflicto bélico. Los tres generan una masiva y constante migración interna y externa, en particular vía México por tierra a EU.
ACNUR narró que tras cruzar las fronteras, los desplazados enfrentan numerosos peligros, como la violencia de grupos criminales.
Fuente: El Universal