>La CNDH le dio la calificación reprobatoria de 3.33, la más baja de la evaluación nacional de penitenciarías del 2023 >También están reprobados los penales de Chetumal, Playa del Carmen y Cozumel >Se presentó un marcado retroceso en la evaluación de las cárceles del estado del 2022 al 2023
Redacción/CAMBIO 22
CHETUMAL, 22 de agosto.-Recientemente se publicaron los resultados del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2023, realizado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), en el que se analizaron cómo se encuentran todas las cárceles de México
Una de ellas recibió la peor calificación de todo el país, debido a que mostró deficiencia en casi todos los puntos evaluados.
Se trata del Centro Penitenciario Estatal Número 2 de Cancún, Quintana Roo, el cual promedió 3.33 puntos en una escala del 1 al 10 elaborada por la CNDH, lo que lo convierte en el ejemplo más extremo de las deficiencias que afectan a gran parte del sistema penitenciario mexicano.
Este penal tiene una capacidad para albergar 815 hombres y 70 mujeres, pero cuenta con grave sobrepoblación, pues el año pasado había 1,899 detenidos, de los cuales 1,755 son hombres y 144 son mujeres, duplicando su capacidad y exacerbando el problema del hacinamiento.
El hacinamiento ocasionado por un exceso de personas no es el único problema, ya que el informe identificó una serie de inconvenientes, que van desde problemas de higiene hasta el ejercicio de autoridad por parte de los internos.
En todos los puntos evaluados, solo en uno recibió un aprobado el Cereso de Cancún, que fue el de funcionamiento del Comité Técnico de Reinserción Social.
Las principales problemáticas de la cárcel de Cancún, calificada como la peor cárcel de México, son: hacinamiento, deficientes condiciones materiales y de higiene, falta de capacitación del personal, ejercicio de funciones de autoridad por parte de los presos, comisión de delitos, inadecuada clasificación de los internos, nulas actividades que ayuden para a la reinserción social y poca atención a necesidad específicas.
El diagnóstico, que incluyó visitas de evaluación a penales federales, prisiones militares y centros estatales, evidenció que las carencias en estos últimos son particularmente graves en cuanto a la garantía y respeto de los derechos humanos.
Las conclusiones de la CNDH sobre este centro penitenciario son desoladoras, pues las deficiencias señaladas ponen en evidencia un sistema que falla en su misión básica de rehabilitación, además porque representan un retroceso, ya que en el 2022 pasó la evaluación de “panzazo”, con calificación de 6.23.
No obstante, no sólo esta cárcel está reprobada en Quintana Roo, sino todas las penitenciarías del estado, puesto que la de Chetumal sacó calificación de 4.56 en el 2023, retrocediendo de 7.05 que alcanzó en 2022; la de Playa del Carmen bajó de 7.27 a 5.64 puntos; y la de Cozumel reprobó con 5.85, después de haber obtenido calificación aprobatoria de 8.19 en el 2022.
Por lo anterior, la calificación promedio para los penales del estado de Quintana Roo fue de reprobación, con 4.84 puntos, una importante baja respecto de la calificación levemente aprobatoria del 2022, que fue de 7.19, con una tendencia de retroceso en todos los rubros evaluados por la CNDH.
En comparación con el sombrío caso de la cárcel de Cancún, la de Querétaro obtuvo una calificación superior a ocho puntos (8.61) en la escala de la CNDH.
En el rango medio, con puntuaciones de 6.0 a 7.9, se encuentran estados como Ciudad de México, Jalisco y Sonora, entre otros.
En la parte baja de la evaluación, además de Quintana Roo, se encuentran estados como Baja California, Puebla, Zacatecas y Tabasco, donde los centros penitenciarios presentan condiciones igualmente críticas, destacando el de Comalcalco con 3.45 de calificación, el segundo peor del país después de la cárcel de Cancún.
(Con información de Ámbito Financiero y la CNDH)