TURISMO… Y MARIPOSAS AMARILLAS

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban
La recompensa del trabajo bien hecho es la oportunidad
de hacer más trabajo bien hecho
Jonas Edward Salk
Más de 500 vuelos por día, la única entidad con cuatro aeropuertos internacionales de todo el país; 125 cruceros por semana y una afluencia, en el primer semestre del año, de más de 8 millones de turistas internacionales, esa es la importancia económica de Quintana Roo, como la entidad turística más grande del país, pero sobre todo, de la solidez de esa actividad, pues de los 11 millones de visitantes que llegaron al país, prácticamente el 75 por ciento lo hizo por esta región del Caribe. ¡Vaya noticia!
El escribiente ha señalado permanentemente que la actividad turística funciona en México, a pesar de los gobiernos; pero justo es decir, que en la presente administración y específicamente en el rubro de infraestructura, el acierto es innegable, los esfuerzos en promoción con resultados tangibles y la conducción de la actividad con cifras que superan, incluso, los propios registros locales de años anteriores. Es decir, que la consolidación de los destinos ha sido -por mucho- gracias a la promoción de las entidades federativas (porque habría que decir que, por lo menos, a nivel nacional el rol de Miguel Torruco Marqués, ha sido bastante deficiente); pero además, las obras emblemáticas que están por concluirse, como el Tren Maya, la ampliación de avenidas de Cancún y el nuevo puente sobre la Laguna Nichupté, permitirán que el crecimiento constante en el número de visitantes, no colapse las ciudades. Resultado concreto de planeación estratégica.
Ahora las cifras. El lunes de esta semana, Torruco Marqués, anunció, a través de un comunicado que, en el primer semestre del año, llegaron vía aérea 11 millones 998 mil turistas, lo que representa el 4.9 por ciento más, que en el mismo periodo de 2023. Y aquí viene lo interesante, más de 8 millones llegaron vía Cancún y la llegada de recursos representa casi 10 mil millones de dólares. Ahora bien, en datos de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo,  en la entidad la actividad aérea es sumamente importante, en aeropuerto de Cancún recibe diariamente 452 vuelos, el de Tulum (con menos de un año de inaugurado) 32, el de Cozumel, 18; y el de Chetumal 8. ¿Hay alguna entidad que siquiera se acerque a estas cifras? Evidentemente no, a excepción del aeropuerto Benito Juárez, de la Ciudad de México, que es por mucho el más importante del país; pero a todo esto, tiene que sumarse la llegada a Quintana Roo de 125 cruceros. Por cierto, el estado también es el principal destino de México en llegada de hoteles flotantes.
Y bueno, la ocupación hotelera promedio, en la recta final de la temporada de verano se mantiene por arriba del 77 por ciento para los destinos de la zona norte y una baja sensible en la Costa Maya, en el sur, con el 58 por ciento -a este último punto nos referiremos en el Comentario Morboso-; no es para nada mala noticia; por el contrario, con esta dinámica puede mantenerse boyante la actividad económica más importante de Quintana Roo, que sin embargo, por estos días tiene una carencia de mano de obra en el sector, derivado de múltiples factores y que obligará a hacer ajustes efectivos en materia de captación, capacitación y remuneraciones del personal, porque tarde o temprano el Tren Maya y las obras de infraestructura no podrán aducirse como razones, cuando, evidentemente, la bonanza turística no se refleja necesariamente en salarios dignos para las decenas de miles de personas que viven de ella y que, también hay que reconocer, son un tema pendiente de atender.
Luego entonces, el éxito de la temporada es innegable. Los resultados se están obteniendo y, en función de los resultados, es dable pensar que, el turismo, seguirá siendo pilar económico de Quintana Roo en el presente, pero sobre todo a futuro, con los avances en infraestructura alcanzados. Falta que los salarios estén acordes a dicha bonanza y que el Nuevo Acuerdo para el Bienestar, impulsado por la gobernadora Mara Lezama Espinosa, tenga esos resultados tangibles a ras de tierra. Los esfuerzos se realizan. No es tiempo pues de desacelerar el paso.
¿Y las mariposas amarillas? Bueno, si usted es viajante frecuente por las carreteras de Quintana Roo, habrá notado que el estado se ha “pintado” de ese color, con la presencia de mariposas migratorias. Mucha afectación ambiental ha tenido la entidad -también hay que reconocer- con las obras de infraestructura, pero la presencia de estos artrópodos nos da la esperanza de sustentabilidad presente y futura. Por cierto, Cancún y la zona norte tienen también una “invasión” de estos insectos en sus zonas verdes. ¡Qué bonito!
COMENTARIO MORBOSO
Aquí es donde la situación no está nada bonita. Los indicadores de ocupación hotelera en la Costa Maya y la región sur de Quintana Roo, con una diferencia de hasta 30 por ciento con respecto al norte, es signo de la afectación que está ocasionando el mal estado de las carreteras en el sur del estado y la falta de control del tránsito vehicular en la salida de su capital, Chetumal, en donde hay vías de acceso y salida, pero con la irresponsabilidad de conductores y autoridades -esto, por cierto, apenas concebible-, que invaden los carriles o hacen hasta tres filas para intentar rebasar, hacen que colapse y se formen “embotellamientos” de cientos de vehículos y que un tramo que se recorre habitualmente en media hora, se haga hasta en tres y media.
Quejas de todo tipo y no calladas, ahí los líderes empresariales de esta región que han clamado por atención, a la Guardia Nacional, a las autoridades de Tránsito, a la nueva Policía Estatal de Caminos, al Ejército Mexicano…y nada. O muy poco. Hubo anuncios de operativos, arranques formales (fotos y “banderazos” incluidos) para estas vacaciones… y nada. De nada sirve la “solidaridad” y la “comprensión” de las autoridades ante la situación si, siendo su responsabilidad, nada que resuelva el tema realizan. Por cierto, no confundir. Nadie “reprueba” al Tren Maya o no es que no entiendan las “inconveniencias” que habrá, pero eso y dejar que el “orden natural” impere, pues es como esperar que los delitos no se cometan “porque la gente debe ser buena.” Es una profunda irresponsabilidad. ¿de quienes? Pues nomás revise a todos los “declarantes.”
Le comentaba al escribiente un funcionario -que por obvias razones no se señala el nombre-; “pero ya ahorita que pasen las vacaciones se va a mejorar el tráfico.” ¡Hágame “el refabrón cavor”! Si lo que piden en el sur es que atiendan la situación para que la temporada no sea perdida en términos de beneficios turísticos. Le dejan todo al futuro, para que se arregle sólo. No se trata sólo de molestias para los ciudadanos o visitantes, sino la afectación económica que genera. Y ahí, todos, absolutamente todos los que han dejado de hacer su trabajo, son responsables…y no sólo las autoridades federales, ojo con ello; así se observa desde aquí; A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.