Segundo Debate: El war room de Anaya plantea achicar la distancia con AMLO a menos de 10 puntos

Quizás el mejor momento de toda la campaña de Ricardo Anaya haya sido en el primero debate presidencial. El objetivo central que se había planteado Jorge Castañeda se consiguió: instalar en la agenda mediática y en toda la opinión pública que José Antonio Meade ya estaba fuera de la pelea. Es decir: la definición ya no era entre tres, sino de dos.

Esa tarea de polarización, sin embargo, no tuvo un correlato en los sondeos. Andrés Manuel López Obrador siguió ostentando un liderazgo muy favorable en todos las encuestas, complicando esta idea del “voto útil” que sí caló fuerte en el sector empresarial. Los grandes capitanes de la IP empujaban esta idea, pero en la sociedad no pareció permear ese discurso. Al menos, hasta ahora.

En una típica jugada de ajedrez, se lanzó entonces la encuesta de GEA-ISA que ponía a Anaya a tan sólo cinco puntos de López Obrador, un resultado que -por ahora- contradice al resto de los estudios de opinión pública, en donde nunca hay una diferencia menor a 10 puntos.

Esta semana arrancó con una batería de nuevos sondeos que contradicen esa afirmación. El Financiero coloca al tabasqueño en 46%, a 20 puntos porcentuales del queretano, que aparece en 26%. Ni siquiera en el centro occidente, la zona más dura para AMLO, Anaya consigue superarlo. Todo un síntoma.

El estudio que realiza en Facebook SDP es menor generoso para López Obrador. Aun así, la distancia es de poco más de 13 puntos en favor del tabasqueño: 40.6% contra 27.3% de Anaya. Muy similar a la distancia que estima la encuesta de encuestas de Oraculus.mx.

“Si en el primer debate instalamos que la pelea es de dos, en el segundo debate tenemos que plasmarlo en las encuestas. Es momento de bajar la distancia en el conjunto de los sondeos a menos de 10 puntos. Es ahora o nunca”, explicaron desde el war room de Anaya a LPO.

La estrategia de Anaya será la misma, es decir concentrarse en la mayoría de sus intervenciones en atacar a López Obrador, aunque con un giro: Castañeda considera que es momento de dedicarle algunas intervenciones directamente a Enrique Peña Nieto, quien ya demostró que no está dispuesto a negociar con el Frente.

La línea que se propone por estos días es la de mostrar las presuntas señales de acuerdos entre AMLO y EPN, aunque no será fácil: los bloques temáticos no entregan justamente temas en donde hay coincidencias entre Los Pinos y el candidato de Morena.

Fuente: La Politica Online

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