El avión presidencial, cuya venta ha sido un problema para el gobierno federal, ha sumado sólo 19 vuelos en la actual Administración, 15 de ellos para mantenimiento y pruebas, y los cuatro restantes para el traslado internacional en apoyo a la delegación que participó en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
Hasta el 12 de enero de 2023 los gastos en esa aeronave ascendieron a 87 millones 516 mil pesos en su mantenimiento, preservación y la adquisición de nuevos componentes para conservar sus sistemas actualizados, de acuerdo con un informe de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fechado en febrero.
El Boeing 787-8, matrícula 3523, que el presidente Andrés Manuel López Obrador mandó guardar en un hangar desde diciembre de 2018, fue trasladado el 30 de septiembre pasado a Victorville, California, en Estados Unidos, para una inspección de 12 meses.
El 29 de agosto, Boeing envió a la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) una cotización inicial por 855 mil dólares —unos 17 millones de pesos— para mantenimiento de la aeronave en Victorville, advirtiendo que múltiples costos adicionales se conocerían una vez que se examinara el avión.
La aeronave retornó a los talleres ubicados en la Ciudad de México.
En la Fuerza Aérea Mexicana no se cuenta con la capacidad técnica para proporcionar los servicios requeridos de conformidad a la respuesta del 3er y 4to Escalones de Mantenimiento de Material Aéreo”, justificó la dependencia.
El TP-01 requiere de un servicio de mantenimiento programado 1A a fuselaje y motores, que comprende, entre otras cosas, la aplicación de boletines de servicios y directivas de aeronavegabilidad, corrección de discrepancias, servicio a componentes vencidos o próximos a vencer, además de refacciones.
A ese avión además están destinados de manera permanente cinco efectivos de la FAM: dos pilotos, dos especialistas en mantenimiento de aviación y un especialista en electrónica de aviación.
En un documento del pasado 28 de julio de la Fuerza Aérea Mexicana se indica que el erario todavía debe pagar mil 725 millones de pesos —más intereses— a Banobras, por el arrendamiento financiero del Boeing 787-8.
“En tres años siete meses, la aeronave realizó únicamente 52 horas y 45 minutos de vuelo y gasto en combustible 8 millones 42 mil pesos”, se detalla en el documento.
Si el TP-01 permanece en tierra durante largos periodos de tiempo, es posible que se degrade antes de que se cumplan 20 años que todavía se le ven de vida útil.
“Es muy probable que entre más tiempo permanezca estática, el mantenimiento será más costoso. En un escenario crítico, si la aeronave continúa sin movilidad podría quedar en desuso”, se advierte en el diagnóstico.
La FAM propuso, en el documento del 28 de julio, invertir 228 millones de pesos adicionales —pagados por el gobierno— para empezar a utilizar el avión en vuelos chárter desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Este gasto sería casi equivalente a los 240 millones de pesos que costó la operación del avión durante el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, según se reconoce en el reporte.