Jaco Nel ha vivido una pesadilla y todo por algo que parecería más que usual e inocente, la lamida de su perro.
Jaco jugaba con Harvey, su mascota, cuando el can lamió un rasguño que tenía el hombre, hecho que desencadenó una fuerte infección en su organismo.
El hombre limpió y desinfectó la herida, pero lo que no se veía a simple vista era la septicemia que el ingreso de una bacteria estaba ocasionando en su cuerpo, dos semanas después, esto parecía solo una gripe.
La situación de Jaco continuó empeorando hasta caer en un choque séptico que lo mantuvo cinco días en coma. El hombre tuvo que pasar meses en un hospital, perdió ambas piernas, todos los dedos de una mano y sufrió desfiguración en la nariz y los labios.
Ahora Jaco no puede hablar ni comer con facilidad, un simple arañazo cambió su vida para siempre.
Fuente: El debate