A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban
Lo que las leyes no prohíben,
puede prohibirlo la honestidad
Séneca
La definición de los y las que serán integrantes del futuro gabinete estatal está generando una enorme expectativa, no sólo a los tradicionales grupos de interés, sino también a los ciudadanos, que ven en la transición política la esperanza de encontrar, por primera vez acaso, una respuesta a enormes pendientes y anhelos, pero también atentos a los nombres, para determinar el talante de la futura administración; es decir, si seguiremos viendo a “los mismos” y el origen e intenciones de los que despacharán desde el gobierno a finales de septiembre del presente año.
Pero, además, hay un tema que en los interesados de la “cosa pública”, políticos, funcionarios, medios de comunicación, y, sobre todo, militantes y simpatizantes de Morena, está creciendo sobremanera: Qué tan amplia será la participación de los integrantes del Partido Verde Ecologista (PVE) en el gabinete y los asuntos de gobierno, qué tan dispuesta estará la gobernadora electa, Mara Lezama Espinosa, a entregar secretarías o instancias para estatales y organismos descentralizados y, particularmente, quiénes serán esos favorecidos.
Lo anterior no es cosa menor, pues subyace en el imaginario colectivo la idea de que, los militantes de dicho partido, reconocen sólo en la máxima autoridad de ese partido y sus particulares intereses (entiéndase Jorge Emilio González Martínez), las líneas de acción a seguir en el gobierno. No, no es la línea ideológica partidista, no es el ecologismo ni tampoco necesariamente la solución a demandas sociales, lo que orientan el actuar público –dicho de manera general, aunque excepciones, sin duda deben existir- de los “verdes”, sino la idea de que el gobierno y sus partes son una enorme empresa de la cual obtener ganancias.
No es que “los verdes” sean los únicos con esa “visión”, pero son, por ahora, el faro que puede orientar para darse una idea de lo que pudiera ser el futuro gobierno. Y es esa justamente lo que no se desea de lo que será la primera administración morenista; no sólo porque implicaría dejar de atender las necesidades por hacer negocio, sino también porque siendo el primer gobierno de la Cuarta Transformación Republicana (4T) en Quintana Roo, la visión y compromiso del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, debe permear en el gobierno. Se requerirá entonces de un profundo análisis para la selección de los perfiles; pero, sobre todo, de una gobernadora firme, fuerte y decidida, que ponga freno a apetitos personales y cuyos integrantes de gabinete la reconozcan como la autoridad máxima en la autoridad. Nada de andar pidiendo instrucciones en la Ciudad de México, así de claro, pero sencillo. Sin duda.
Concesiones para la prestación de servicios públicos, obra pública, empresas “favoritas”, todo eso que ya se ha visto en anteriores administraciones y algunos municipios, son las preocupaciones de la clase política local y cámaras empresariales por estos días; por eso también han sido tan insistentes en proponer ellos a personas para que se integren al gabinete, para tener alguna oportunidad de no ser desplazados. Ahora bien, la gobernadora, durante su gira de agradecimiento, ha mandado algunas señales que debieran tranquilizar a los quintanarroenses, en el sentido de que los integrantes de la administración no formarán parte de la suya y que el gobierno “marista” se integrará por residentes de esta entidad, es decir, se terminará con una dinámica que estaba por hacerse costumbre, que consiste en traer personajes de otros estados para integrar posiciones de primer nivel de gobierno. Veremos a partir de septiembre.
Lo que no puede escatimarse, es que entre los verdes hay personajes capaces y con mucho talento, que el partido fue clave en el pasado proceso electoral para alcanzar el triunfo el pasado 5 de junio y que, además, la coalición no ha sido en lo local, sino que se mantiene una alianza nacional, con la cual se transitará seguramente, hacia las elecciones presidenciales del 2024. Por todo ello, la presión está entonces en la gobernadora y la decisión con la que acote la actuación y el enfoque en un plan de gobierno que será la columna articuladora de su gobierno por los próximos cinco años.
En todo lo anterior, y las esperanzas de futuro, está fundada la expectativa por el gabinete; por ello el mes de julio parecerá eterno, pues hasta finales del mismo, la gobernadora Lezama Espinosa, ha dicho que anunciará su equipo de transición, será esa la primera visión que se tendrá del posible futuro gabinete; hasta entonces, los quintanarroenses estarán atentos y con la ilusión de tener tomadores de decisiones capaces y comprometidos y, parafraseando a la mandataria, “que amen a Quintana Roo.”
COMENTARIO MORBOSO
Lo dicho, la 4T tiene también deformaciones, algunas de ellas profundas. Uno de los ejemplos más patéticos se encuentra en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, con su presidenta municipal, Maricarmen Hernández Solís, quien con menos de un año en el cargo, ha adquirido bienes que superan, por mucho, lo que pudiera haber ganado como alcaldesa; e incluso, como regidora del mismo municipio, como lo fue antes de ganar las elecciones del 06 de junio de 2021.
Si se estiman los ingresos mensuales de un regidor en unos cien mil pesos mensuales, la señalada presidenta habría acumulado unos 3 millones y medio de pesos. Si a eso se suma su sueldo como presidenta, en un cálculo al vuelo, suponiendo que el salario sea del doble, un millón y medio más, acaso, habría obtenido, ¿cómo se explica entonces la adquisición de una camioneta con valor de más de dos millones y medio de pesos y la construcción de una mansión que superaría un costo, por lo menos, similar? Sólo que dedicase el ingreso de manera total a esos bienes, pero faltan las demás camionetas y propiedades.
Corrupción, no hay más… por cierto, un caso similar ocurrió en el municipio vecino de Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, cuando Sofía Alcocer Alcocer se construyó una faraónica mansión; por ahí del 2020, el escribiente publicó el caso. Lo lamentable, es que desde hace una década, ambos municipios están catalogados como de Alta Marginación, por las instancias federales, ¿Cómo es posible tanta desfachatez sin que nada ocurra? ¿Cómo es posible que la 4T tenga exponentes como Hernández Solís, sin el menor de los señalamientos. Por lo pronto, el rumor creciente es que la gobernadora actual, Mara Lezama Espinosa, ha marcado desde ahora su distancia, sólo falta que también se lleven a cabo las investigaciones pertinentes. Los excesos están a la vista, sólo falta que se quiera proceder, a menos que… sean lo mismo, pero con otro color partidista; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
Pd. Y el caso de Sofía Alcocer Alcocer, ¿no que lo iba a investigar el actual alcalde –también de Morena- Erick Borges Yam? No cabe duda que, apenas terminan las campañas, las acusaciones quedan en el olvido.