La nota rosa
Por Flor Tapia
A nadie sorprende la falta de aplicación de la ley en nuestro país, la corrupción tiene tal arraigo en nuestra sociedad, que el futuro del estado de derecho es desalentador. La ley existe para proteger la verdad, la libertad y la justicia. En todo México se cuenta con leyes en materia de animales, desde la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Medio Ambiente hasta la Ley Federal de Sanidad Animal, existen disposiciones para su protección, Quintana Roo cuenta con la Ley Estatal de Protección y Bienestar Animal queen el Artículo 35 Fracción XIII prohíbe las Corridas de Toros y Peleas de Gallos, dicha ley, además de representar un enorme paso en materia de derecho animal, debería ser acatada en todo el estado, sin embargo ha quedado de manifiesto que cada año se viola, además la asociación civil que la presentó(Opus Magnum A.C) debe defenderla al menos un par de veces al año, ya que los enemigos de los animales tambien se encuentran en el propio Congreso del Estado, en donde el Diputado Pedro Pérez ha pretendido revocarla para seguir beneficiándose de estas funestas prácticas.
Más allá de los beneficios sociales que la ley conlleva, esta debe respetarse, porque el cumplimiento de la ley es la única opción en un país demócrata, dicha ley cuenta además con el respeto de una amplia mayoría social. Por esto resulta indignante que una legislatura tras otra, los diputados hagan caso omiso de las denuncias, a pesar de conocer los hechos, deque municipios como el de Kantunilkin realizaCorridas de Toros y Peleas de Gallos a su antojo. Es la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático del Congreso del Estado quien debería estar atendiendo el tema pues ha sido el propio Congreso quien la aprobó. El principio de respeto a la ley debe prevalecer siempre, si bien en ocasiones la realidad política se contrapone con la realidad social, hacer del cumplimiento de la ley el primer deber de toda autoridad y gobierno, siendo el primero y más estricto observante de esta.
En Quintana Roo siguen faltando las garantías y contrapesos entre los poderes legislativo y judicial, las delimitaciones de sus atribuciones deberían evitar abusos de un poder sobre otro, y no es así, nuestro sistema legal está dotado de normas específicas, sin embargo, las autoridades modifican, confieren, restituyen a su capricho y conveniencia las mismas. La ley no está sujeta a interpretación, y nuestros diputados se comportan más como burócratasque como representantes de una honorable legislatura, los tiempos de campaña nos aseguran que a lo menos dejarán de promover iniciativas estériles en su mayoría, y ocuparan muchos sus días laborales, subiendo sus fotos con la candidata favorita, para afianzar el servilismo que les asegurará un lugar en la próxima administración.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sido muy clara respecto al tema de las Corridas de Toros y Peleas de Gallos “Esta Primera Sala comparte la idea de que “la cultura no es admirable por ser tradicional, sino tan sólo cuando es portadora de valores y de derechos que sean compatibles, en primer lugar, con la dignidad humana, y en segundo lugar, con el respeto mutuo que nos debemos los seres humanos, y con el que todos le debemos a la naturaleza” (Cita de la sentencia del amparo de revisión 163/2018 SCJN).
El Derecho Humano a un medio ambiente sano, incluye la preservación y la protección de las especies animales. México sigue dando grandes pasos en materia de Derecho Animal y el progreso social no debe ser frenado por los intereses económicos de un puñado, sobre todo cuando la actividad de aquellos es impulsada por el sufrimiento y la tortura de animales, sólo así podremos obtener la sociedad mexicana a la que aspiramos y merecemos. Es importante que la leyes protejan a las personas, pero es más importante que las personas protejan la leyes.