Se presentaron 59 pruebas donde se confirma que Lozoya y sus familiares fueron los reales beneficiarios de los sobornos.
Incluso se indica que con ese dinero, Lozoya se compró una casa en Ixtapa Zihuatanejo.
Tras presentar la acusación final contra Lozoya, la FGR solicitó una pena que supera los 46 años de prisión por los delitos de lavado de dinero, asociación delictuosa y cohecho.
Además, la dependencia considera que debe pagar una multa de 87 millones de pesos, un monto por reparación del daño de 6 millones de dólares, y perder cualquier derecho sobre el departamento en Ixtapa.
Los fiscales además consideran que la madre de Lozoya, Gilda Susana Austin, debe ser condenada a pasar 23 años de prisión y pagar 262 mil pesos de multa.
Cabe señalar que previamente Lozoya denunció que él fue utilizado por el expresidente Peña Nieto y el exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray, pues el dinero se usó para sobornar a legisladores y agilizar la reforma energética.