“La nota rosa”
Por Flor Tapia
Si un gobierno no está preparado para defender a sus ciudadanos contra un acto tan atroz y retrograda como la discriminación a sus ciudadanos no merece estar ahí. Y la inmediata respuesta del alcalde de Tulum, Marciano Dzul, defendiendo a los trabajadores del Hotel Copal, que denunciaron que les fue prohibido hablar su legua maya, ha dejado un buen sabor de boca, porque lejos de hacer un espectáculo de algo tan indignante, respondió de manera clara al expresar públicamente que el agravio hecho a los indígenas mayas ofende profundamente a nuestra sociedad, además de ofrecer el apoyo legal para que los trabajadores del mencionado hotel presenten las denuncias en las instancias correspondientes. Esto es un ejemplo de las muchas humillaciones que tienen que tolerar los mexicanos que laboran en la soñada Riviera Maya.
Si bien la inversión extranjera beneficia de manera significativa las finanzas de nuestro estado, con la creación de empleos; las condiciones de trabajo en su gran mayoría son malas, aunado a los sueldos mal pagados, las horas de trabajo que superan lo que marca la ley, la falta de revisiones salarias y contractuales, los trabajadores mexicanos de la industria hotelera en Quintana Roo son extranjeros en su propia tierra. La falta de garantías laborales deja en la completa indefensión a los trabajadores en estos complejos turísticos y a merced de los caprichos de dueños y directivos que como ya vimos pretenden incluso prohibir del derecho de comunicarse en su propia lengua a sus empleados.
Generalmente las autoridades hacen hasta lo imposible para que estos hechos no se conozcan públicamente y se coluden con los hoteleros para llegar a acuerdos en donde los únicos que pierden son los trabajadores. Por esto la relevancia de la postura tomada por el presidente municipal de Tulum, Marciano Dzul, que lejos de ocultar el hecho, lo hizo público.
Ahora en las reuniones de autoridades y empresarios, los sindicatos tendrán también que reclamar un asiento para abordar el tema del acoso laboral de manera efectiva, estosfueron creados para proteger a los trabajadores, reciben cuotas millonarias de quienes se supone deben proteger, lejos de eso se han convertido en mafias al servicio detodos menos de sus agremiados; cualquier destino turístico es importante por los atractivos que ofrece pero ninguno puede sobrevivir sin la fuerza laboral, ya es tiempo de que se les reconozca y respete.