A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban
La gobernabilidad del país no puede depender de grupos a los que el país no les importa
Fernando Savater
En menos de tres semanas, el proceso interno de Morena para la definición de candidaturas en los seis estados que tendrán elección el 05 de junio de 2022estará definido, con una oposición que no termina de definir opciones claras –o verdaderamente competitivas- para enfrentar a los promotores de la 4T y con una tendencia clara para que el partido del presidente, Andrés Manuel López Obrador, arrase de nuevo, para gobernar así las dos terceras partes del territorio nacional, y prácticamente la mitad de su población. Magnífico por los “morenos”, sólo faltan los contrapesos.
El domingo 5 de junio de 2022 habrá elecciones de gubernatura en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Oaxaca y Tamaulipas. Durango además elegirá presidencias municipales, sindicaturas y regidurías y, Quintana Roo, diputaciones locales. En total, se trata de 436 cargos de elección popular. Morena ha dicho que ganará las seis; el PAN, en contraparte, en un audio filtrado de su presidente nacional, Marko Cortés Mendoza, estima que sólo ganará Aguascalientes y, tan sólo en tres, la casi abortada coalición PAN-PRI-PRD tiene posibilidades de tener algunas diputaciones locales, a partir de liderazgos que tienen fortaleza por sí mismos. Lastimero, pero sobre todo peligroso escenario, pues demostrado está que, independientemente del partido de origen, los gobiernos que no son acotados, tienden siempre a los excesos, a partir de los apetitos de quienes los encabezan.
Tener mayoría legislativa –simple o absoluta- permite equilibrios y construcción de acuerdos, el riesgo es la llamada “calificada”, cuando pueden, por “aplanadora”, aprobar lo que quieran, como quieran y cuando quieran (acotados sólo por los tiempos fiscales o legislativos). Lo lamentable –volviendo al planteamiento original- es que la oposición de la Cuarta Transformación Republicana (4T), no proviene del “panrredismo”, sino de los grupos que integran la base de apoyo presidencial, tan disímiles como desencontrados en sus objetivos e intereses. Y el ejemplo claro en Quintana Roo, para aterrizar, son los legisladores que están por concluir gestión y que, con base en comentarios de integrantes del mismo Comité Ejecutivo Nacional (CEN), como el secretario técnico del partido, Rafael Estrada Cano, resultaron ser una verdadera decepción, pues no son ni 4T, ni fieles a los principios presidenciales de “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.”
En reciente conferencia de prensa, el funcionario partidista nacional –cercanísimo al dirigente nacional, Mario Delgado Carrillo- hizo incluso el llamado a los ciudadanos para mantenerse como vigilantes permanentes de los diputados, para identificar cualquier desviación de los postulados y objetivos presidenciales. Para ser “breves y bravos” –dicho del compañero periodista quintanarroense, Francisco Ramírez-, Morena deberá atender sí, a los partidos que se coaliguen, pero no necesariamente pensar en el “cuotismo” para los grupos diversos del mismo partido, pues ello llevará al estancamiento que ya se vive en la XVI Legislatura, “maribelistas”, “alegres”, “maristas”, “pechistas”, entre otros muchos, han terminado por generar la decepción legislativa más grande en la historia local (y mire que el “agandalle” panista en el Congreso, era difícil de olvidar). El enemigo de Morena, es Morena mismo.
Y para “berrinche” de los que esperan que, en la “operación cicatriz”, los atiendan; el escribiente es claro y concreto: no hay “cicatriz” posible si, de entrada, se atienden como “diferentes” a los que se supone deben ser lo mismo. El candidato o candidata a la gubernatura no debiera ganar la elección perdiendo el Congreso; así que, aunque no se trata de relegar a nadie o excluirlo por mayoriteo, el objetivo en mente deberá ser siempre la gobernabilidad. Para malas experiencias, ya está la XVI Legislatura. Por cierto, ¿ya notó el lector que, últimamente, todos los que decían pertenecer a un grupo, se han alineado al de moda? Eso es justamente lo pernicioso y que hay que evitar, porque nomás amainan las tormentas políticas, los aires de libertad suelen desatar de nuevo los apetitos personales.
Así –también para berrinche de unos cuantos-, el primer gobierno estatal morenista, porque ni duda cabe que llegará el 05 de junio del 2022, deberá asegurarse tener mayoría legislativa, o terminará todo en intento, como hasta ahora ha sido el “cambio” o la 4T.
Pd. Y a los “panrredistas” que ya fueron a presentar “cartas credenciales” con la 4T; tengan tantita…consideración, que aún tienen candidato/a de sacrificio que apoyar. De plano, que la ansiedad por verse fuera de nómina no los domine. Ya le tenemos una lista interesante que le presentaremos en colaboraciones posteriores.
COMENTARIO MORBOSO
En la formalidad legal, los partidos políticos y coaliciones tienen hasta pasado el 10 de febrero de 2022 para definir la candidatura a la gubernatura quintanarroense; Morena ha adelantado que, antes de que concluya 2021, tendría concluido su proceso interno –sin que haya la declaratoria formal, of course, para poder aprovechar los tiempos de precampaña y demás-; pero de nuevo, la oposición no termina por dar muestras de solidez competitiva. De manera concreta, tanto en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), como en Movimiento Ciudadano (MC), el cuestionado y cuestionable empresario – ¿y actor? – Roberto Palazuelos, se ha placeado como ha querido, dejando entrever la posibilidad de contender tanto en uno, como en el otro, por el noveno gobierno estatal.
El PRD se esfuerza en mantener la idea de que habrá coalición, mientras MC declaró este fin de semana que competirá solo en el 2022. En realidad, se espera que, si el PRD sobrevive al 2022, compita solo para intentar crecer y recuperar la fuerza de antaño, con personajes como Palazuelos; mientras MC se enfila para ir coaligado en 2024, y por ahora busca también a personajes como el ¿actor? Para obtener espacios que le permitan negociar mejor en el futuro. Pero no se cuestionó, en su momento, a estos mismos partidos porque “coqueteaban” con la posibilidad de postular, por ejemplo, a la senadora Marybel Villegas Canché. Para ser claros, tanto Palazuelos como Villegas Canché, están en su juego, buscan espacio para competir, pero ¿no se evidencian los partidos como meras franquicias que buscan su cuota de poder? Novedad no es, lo sabe el escribiente, pero ¿aun en estos tiempos de desprestigio, no se esforzarán un poco por aparentar –por lo menos- lo que no son; ¿es decir, instancias que representan los anhelos ciudadanos? Por algo estamos como estamos, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.