Entre columnistas – 05

ENTRE COLUMNISTAS
Escribiendo entrelíneas…

                                                                               

CAPELLA Y EL FISCAL QUEDAN A SALVO

Por Javier Chávez Ataxca

Jesús Alberto Capella y Óscar Montes de Oca han sido los funcionarios más exigidos en 2020 —el primero como titular de Seguridad Pública y el segundo como fiscal— y la presión en su contra aumentó en la semana apenas concluida por el dantesco feminicidio de la joven Bianca Alejandrina Lorenzana en Cancún, con la enardecida manifestación enfrentada con torpeza criminal por los policías ante el Palacio, donde según gobierna la alcaldesa morena Mara Lezama.

Separado del cargo quizá en definitiva, porque no hay el mínimo argumento para devolverle a Capella un cargo manchado por su insultante frivolidad y fanfarronería, el fallido funcionario tijuanense la libró al ser removido, porque evitó comparecer ante los diputados, nada incisivos por cierto, pero la aduana es un mandato político ineludible por la olvidada glosa del cuarto informe del gobernador Carlos Joaquín González, entregado el lejano 8 de septiembre.

Y si la Secretaría de Seguridad Pública queda sin rendir cuentas —o cuentos, la especialidad de Capella—, el señor fiscal queda a salvo por no estar obligado a acudir, aunque tiene una obligación social tremenda por las graves deficiencias de una dependencia envuelta en escándalos laborales por el exceso de fuereños consentidos en la nómina y —sobre todo— por sus deficientes resultados en la investigación de feminicidios, asesinatos y delitos que llueven de norte a sur.

Los más de 2 mil 222 millones disfrutados por Capella y los 872 del señor fiscal, han sido una pésima inversión para los buenos quintanarroenses, porque los malos festejan con balas.


INEFICACIA Y FALTA DE RESULTADOS, LA TRISTE REALIDAD DE QUINTANA ROO EN TORNO A LA SEGURIDAD PÚBLICA.

Por Ángel Ramírez

LO BUENO: Que Quintana Roo cuenta en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la Fiscalía General del estado (FGE), como instituciones públicas encargadas de velar por la seguridad de sus habitantes y hacer valer sus derechos y obligaciones.

Dos foráneos, Lucio Hernández, como encargado de despacho, y Oscar Montes de Oca, cuyos cargos, por lo menos en el segundo caso, representó modificar la Constitución local para evadir el candado de residencia mínima en el estado, son las apuestas de la administración actual para inhibir los delitos, mantener la paz y hacer justicia.

LO FEO: Que no solo no han dado resultados, el primero, como miembro del equipo de Capella y el segundo representando a Juan de la Luz, el asesor estrella del sexenio; sino que tampoco han logrado fortalecer, capacitar, profesionalizar y darle credibilidad a sus corporaciones.

Ambos organismo no gozan de credibilidad, muy pocos les creen su lealtad a los quintanarroenses, no es para menos, los magros o nulos resultados, las denunciadas alianzas con el crimen organizado y su constante mal proceder en su actuar, hacen que nos queden a deber, su rechazo es ganado a pulso.

LO MALO: Que esta falta de capacidad mostrada por la mayoría de la gente que vino a Quintana Roo para suplir a la mano de obra local; tanto en la SSP como en la FGE, porque supuestamente ellos si contaban con el perfil indicado, probados y comprobados, resultaron más chafas que una moneda de 500 pesos.

Esa falta de formación, capacidad, profesionalismo, conocimiento del entorno, táctica, hizo que el viernes pasado elementos ministeriales de la FGE casi fueran linchados por Frankenstein (grupos de choque incrustado en manifestaciones, cuales quiera) que se reveló o por lo menos mostró el musculo a su benefactor.

En ella se erigió la figura del Comandante “Dodó”, que con disfraz de policía eficaz, rescató de las manos de Frankenstein al menos a dos de sus elementos, evidenciando la nula capacidad y profesionalismo de los “cuerpos de élite” encargados de disuadir, vigilar y hacer servicio de inteligencia.

En el lugar quedó la supuesta camioneta de la Fiscalía donde viajaban los ministeriales no identificados, unidad que no contaba con logotipo, ni placas, es decir violentaban ellos mismos la ley.

Minorías aplaudieron el acto heroico del “comanche”, muchos más lo criticaron; pero es la triste realidad de Quintana Roo en torno a la seguridad pública.


LA DELEGADA CAMPECHANA DE MORENA

Por Anwar Moguel 

Marybel Villegas Canché, senadora y aspirante a “la grande” en Quintana Roo en 2022, recibió un innegable apapacho de la nueva dirigencia nacional de Morena encabezada por el diputado federal, Mario Delgado, al ser nombrada como delegada del partido en Campeche para la elección de gobernador, que en ese Estado peninsular será en 2021.

Pero esa rosa entregada en mano a la aspirante quintanarroense tiene sus espinas, pues si los triunfos del próximo año no incluyen la gubernatura en ese estado,actualmente priista, sería visto como un fracaso, cuyo endoso, por supuesto, iría en buena parte a la delegada del CEN.

Por otra parte, de hacer valer Morena su condición de favorito en Campeche y alzarse con la gubernatura el próximo año, sin duda sumaría buenos puntos a las aspiraciones de la polémica Marybel. 

Y he allí el “quid” del asunto, pues Morena, como en casi todo el país, es en Campeche un coctel explosivo de intereses y ambiciones tribales, por lo que la misión de la recién nombrada delegada es la de “generar condiciones y espacios de diálogo entre los órganos locales del partido, los aspirantes a un cargo de elección, militantes y simpatizantes; buscar la conciliación del partido; y generar consenso en la ruta de trabajo para alcanzar la Cuarta Transformación a nivel local”.

¡Oh la ironía! Marybel Villegas, quien no ha sido precisamente un factor de unidad partidista en su terruño, sino todo lo contrario, deberá ahora lograr en Campeche lo que no ha hecho en su propia casa. ¿Logrará la senadora ser candil de la calle?


LA “QUINIELA” ELECTORAL DE MORENA

Por Julian Santiesteban

La “quiniela” en la elección de las 11 alcaldías quintanarroenses y diputaciones federales, por lo pronto, es si Morena mantiene los ayuntamientos ya ganados y obtiene algún otro, además de mantener sus legisladores. Ese será el indicador más claro de avance o retroceso de la 4T en Quintana Roo. Con eso como contexto, el cuarto aniversario de “La Mesa del Movimiento“ , del compañero periodista Efraín Sánchez Manjárrez, fue el escenario en el cual pudo observarse que la carrera electoral está más que en marcha, particularmente en Solidaridad, que será el epicentro de la competencia electoral del 2021.

Los aspirantes a la alcaldía acudieron, prácticamente, todos.  Arturo Castro Duarte, Lily Campos Miranda, José Luis “Chanito” Toledo Medina;  Gabriel Mendicuti Loría, Alberto Farfán. Las únicas ausentes fueron la diputada Cristina Torres Díaz y la alcaldesa Laura Beristain Navarrete –que sin embargo envió a su secretario del ayuntamiento-; todos hablando del próximo año y cuidando la fotografía. Aún con los señalamientos a su gobierno, propios del desgaste de ejercer el poder, todos coinciden en que Morena como marca y gobierno, son el enemigo a vencer, y aunque parezca obviedad, no necesariamente es así en municipios como Othón P. Blanco, colapsado y en donde, si bien Morena aún tiene preferencia, el gobierno de esa demarcación es más que repudiado; de hecho, es el más señalado como posible derrota de la 4T.

Pero eso sí, a partir de ahora, toda convocatoria a eventos se llenará de aspirantes, comenzaremos a verlos abrazarse y tomar fotos de todo tipo, presentar escenarios que consideran posibles y hablar de alianzas y estrategias que les lleven al poder y las arcas por los próximos tres años. Incógnitas hay muchas: ¿Le tocará al Partido Verde alguna alcaldía? ¿el PRI podrá regresar competitivamente? ¿Movimiento Ciudadano no desaparecerá, dado que compite solo? ¿el PAN y el PRD, tendrán candidatos con posibilidades de ganar, aparte de Tulum y Solidaridad? Arrancan.

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