A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban
Difícil es templar en el poder a los que
por ambición simularon ser honrados
Salustio
La ambición por dinero y poder no sostiene, ni ha sostenido o sostendrá nunca alianzas de largo plazo en las que sus integrantes ganen lo mismo; por el contrario, siempre hay alguno más afectado que termina por romper, casi siempre, en malos términos, y eso es lo que ocurre exactamente en lucha por la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara de Diputados federal…y también en Quintana Roo.
Hasta el momento en que se redacta esta columna, el Partido del Trabajo (PT) y el Revolucionario Institucional (PRI) mantienen un empate en el número de diputados que integran sus respectivas fracciones parlamentarias (46 cada una), luego de que este sábado el PT difundiera que tenía 47 legisladores, con lo cual obtendría el derecho a presidir la Mesa Directiva, pero al perder con ello Morena dos diputados, perdería la presidencia de la Jucopo, que actualmente tiene Mario Delgado Carrillo. Con esa jugada, un aliado de la 4T obtendría la coordinación de los trabajos legislativos, pero el partido del presidente perdería el control administrativo de esa instancia, lo cual evidentemente es la peor decisión, en la víspera de que se reciba el paquete presupuestal para 2021; sobre todo, porque quien encabezaría la Cámara sería el Partido Acción Nacional (PAN), considerado hasta ahora opositor al régimen.
Si ya leyó hasta este punto y no encuentra el beneficio para la ciudadanía en esa disputa, el escribiente le dirá simplemente que no existe; se trata de un pleito llano por el poder político y económico, ese es el verdadero rostro e interés de los grupos políticos de este país, el acceso a las arcas y el intercambio de favores. Y como el PT será el perdedor, Morena deberá compensarlo con recursos y candidaturas en el proceso 2021, para seguir contando con sus votos en el Poder Legislativo. El gran perdedor será Gerardo Fernández Noroña, que ya se veía presidente de la Mesa Directiva, pero el PT seguramente “ganará perdiendo”; y, a la larga, Morena “pierda ganando”, con lo caros que le saldrán los aliados coyunturales.
Pero ese escenario no es privativo del Congreso federal, en la víspera del proceso electoral más grande en la historia nacional, los encuentros y desencuentros basados en poder y dinero; en control y candidaturas; en lucha por espacios que aseguren supervivencia y obtención de privilegios, de cualquier naturaleza, se recrudecerán hasta generar rupturas que se recompondrán a partir de nuevos condicionamientos. El 01 de septiembre el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, presentará su segundo informe de gobierno, deberá hacerlo a la Cámara de Diputados que, en consecuencia, tiene horas apenas para resolverse el entuerto entre aliados, porque ya hay quien especula que el llamado “PRIAN”, por aquello de la unión tricolor-albiazul, pudiera convertirse verdaderamente en “PRIMOR”, si Morena “empuja” para concretar el triunfo del PRI, sin “compensar” al PT.
¿Y qué pasa en Quintana Roo? Lo mismo, el 03 de septiembre concluye el primer año de ejercicio de la XVI Legislatura, deja Morena la Jugocopo y, hasta ahora, deberá asumirla sin contratiempo el Partido Verde Ecologista (PVE), concretamente el diputado Gustavo Miranda García. Los verdes tienen tres diputados y, por acuerdo y normativa, les corresponde el segundo año; mientras que el PAN, que tiene 4, la ocupará el tercer año. Sin embargo, hay un rumor creciente de que los legisladores de los partidos Movimiento Auténtico Social (MAS) y Movimiento Ciudadano (MC), se integrarían a la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD), para conformar una fracción de 4 diputados, impidiendo con ello a los verdes asumir.
Sin embargo, el complemento del mismo rumor es que “los verdes” han hecho también sus negociaciones y, en caso de que la intentona surja formalmente, sumarían a su fracción a por lo menos dos legisladores del PT, quedándose de nuevo con la Jugocopo. Todo ello deberá ocurrir antes del próximo jueves 03 de septiembre y como máximo el 08 de septiembre, en que Carlos Joaquín González rinda su cuarto informe de labores. Luchas por el poder, lo demás, es lo de menos.
COMENTARIO MORBOSO
A propósito de lo que viene en el Poder Legislativo federal, diez gobernadores de manera firme, tres de manera tibia y el resto guardando silencio; han demandado al gobierno federal un replanteamiento del pacto de coordinación fiscal; lo cual el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, aceptó de manera velada este fin de semana, al finalizar su gira por los estados del país, anticipando que para ello deberá haber consensos.
En la víspera de la rebatinga por el presupuesto 2021, momento en que los gobernadores pueden presionar (sobre todo ahora que las mayorías se tambalean en San Lázaro), el mandatario federal dijo que es posible una modificación a la Ley de Coordinación Fiscal “pero tiene que haber un consenso, un acuerdo, porque eso implica definir fórmulas de distribución del presupuesto”; al tiempo de agregar que “no es un asunto de resistencia del Gobierno federal, no nos oponemos, pero si debe haber un acuerdo, porque esto va a significar que se les quite a unos y se les dé a otros, así de sencillo.” Pues así de sencillo, pero ninguna entidad, en todos los meses que se ha demandado la modificación respectiva, ha manifestado oposición.
La fórmula para repartir los recursos públicos es de 80 por ciento para el gobierno federal y el 20 por ciento para estados y municipios. El presidente dice que quitará a unos para repartir a otros y es ahí donde está enfocando convenencieramente el tema, porque lo que los estados plantean es modificar los porcentajes –la fórmula pues, no los montos que resultan de la misma.- Por lo pronto, ya dijo que sí, ahora corresponde a los gobernadores tomarle la palabra y, con base en la nueva convención hacendaria que se acordó convocar también desde el 19 de agosto en San Luis Potosí, es la oportunidad, probablemente única en este sexenio, que tendrán para obtener más recursos, en momentos en que una severa carencia de los mismos fue anunciada por el secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez.
Por cierto, el anuncio de Herrera Gutiérrez de este fin de semana lo hizo “como no queriendo”, pues además de afirmar que México, en 2021, atravesará la crisis más severa desde 1932, reconoció que la administración lopezobradorista ya agotó todas las reservas y fondos con que contaba –algunas de ellas que incluso debieron entregarse a los estados y municipios-; pero además, que se tendrán menos recursos que en los últimos dos años; sí, menos que en el último año de Enrique Peña Nieto.
Pero bueno, siempre hay “otros datos”, y así como el primer año se culpó al cochinero heredado, el 2020 se tendrá como argumento la pandemia del Covid-19, y siempre habrá algún fenómeno o campaña en contra a la cual culpar… siempre surge algo “como anillo al dedo” para no asumir la responsabilidad; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.