La doble estafa maestra del SQCS.

De las muchas promesas incumplidas por el exgobernador Carlos Joaquín González, está aquella de que no habría impunidad para quienes habían dañado a las instituciones con desvíos de fondos. Pronto los quintanarroenses nos dimos cuenta que esto no iba a ocurrir, ya que sólo en el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social hubo un daño patrimonial de 806 millones de pesos que provenían de la SEDATU y que fueron ejercidos de forma irregular con la firma de 84 contratos para supuestas campañas de difusión y materiales institucionales, todo esto en la administración del exgobernador Roberto Borge, su antecesor, y de quien juro vengar al estado por el perjuicio que este había causado a las arcas estatales. Pero no ocurrió nada. Los principales responsables de este desfalco, Jorge Acevedo Marín, director general y Gerardo Vázquez Handall, director administrativo respectivamente no enfrentaron mayores consecuencias.

Fue la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaria de Hacienda, quien implicó tambien a Roberto Borge en la Estafa Maestra, y congeló las cuentas de los implicados, todos fueron señalados por Emilio Zebadúa González, quien se desempeñó como Oficial Mayor de las secretarias de Desarrollo Social (SEDESOL) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) durante la administración de Rosario Robles en el gobierno del expresidenteEnrique Peña Nieto.

Cabe recordar que fueron siete denuncias las presentadas por la ASF (Auditoria Superior de la Federación) en 2018, de las cuales tres fueron contra estos exfuncionarios y responsables del SQCS. La primera fue por 450.06 millones de pesos derivada de la auditoría 1791-DS-GF aplicada a la cuenta pública2016, la segunda por 356.56 millones de pesos tras la auditoría D17011 aplicada a la cuenta pública 2015, y por 97 millones de pesos a la UQROO en la auditoría 1793-DS aplicada a la cuenta pública 2016. A través de una contabilidad alterna se manejó el recurso que recibió el SQCS y 17 empresas privadas recibieron transferencias millonarias, siendo las principales Servicios Fiscales en Administración, Acabados Constrarq, Compu Draz Comercializadora y Comercializadora Telaraña.

En 2020 la Fiscalía General de la República levantó otra carpeta de investigación contra el exgobernador Roberto Borge por su implicación en este caso, lo que resulta obvio porque los directivos del SQCS no se manejaban solos, y para una operación de este nivel, se necesitó la anuencia del primer mandatario estatal.Actualmente al visitar las instalaciones del SQCS resulta doloroso e inconcebible el abandono de las instalaciones a las que se le sigue destinando presupuesto a pesar de no dar resultados óptimos.

Dos años atrás, en 2018, ambos implicados en esta estafa comparecieron voluntariamente ante un juez de control por el delito de Desempeño Irregular de la Función Pública. Este órgano garantizó la reparación del daño con el embargo de algunos bienes como predios y autos de lujo, entre otras medidas, y determinó que todos los elementos probatorios presentados por la Fiscalía Anticorrupción eransuficientes para continuar la investigación. De manera inexplicable, en 2023, un juez quintanarroense dictósentencia absolutoria en favor de Jorge Acevedo Marín y Gerardo Vázquez Handall, el criterio fue que la Fiscalía Anticorrupción que probó entonces su participación en la Estafa Maestra, ahora determinóque dichas pruebas no fueron suficientes paraestablecer su culpabilidad, curiosamente Rosario Robles en ese mismo año fue liberada de prisión y también exonerada.

Obviamente el caso se atrajo a Quintana Roo para facilitar la exoneración de ambos indiciados (no debiócostarles nada barato) pero aquí no termina la estafa, porque el procedimiento fincado contra ellos costó millones de pesos que sin saberlo pagó la ciudadanía,y no sirvió para nada. Los 806 millones siguen perdidos en los bolsillos de algunos. Los “no responsables” disfrutan del dinero que seguramente guardaron bien, tampoco supimos a cuanto ascendía el monto de lo que se les pudo quitar en bienes, ni qué se hizo con ello.

El dinero no fue recuperado y, si ellos no fueronresponsables, ¿entonces quién fue? Las autoridades tambien nos estafaron, entre complicidades de altos niveles, nunca sabremos qué ocurrió. Lo que ahora sabemos con certeza es que en Quintana Roo hubouna doble estafa maestra.