A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban
Por Julian Santiesteban
En los momentos de crisis, sólo la imaginación
es más importante que el conocimiento
Albert Einstein
El turismo atraviesa por una inocultable crisis en México, lo cual genera un impacto profundo en la economía de Quintana Roo, parece irónico, pues en el caso de esta entidad, nunca en la historia -a excepción de la etapa fundacional- había recibido tanta inversión pública para infraestructura del sector, pero al final, las malas decisiones de la 4T, están pasando factura y algo tendrá que hacerse de manera urgente, para mantener a flote a una actividad que, hasta ahora, se había asumido como imparable e inafectable.
Como acotación válida, hay que destacar que el gobierno de Mara Lezama los esfuerzos de promoción han sido constantes, locales y regionales, de manera tal que la inversión continúa llegando, tan sólo en la semana anterior, la empresa naviera más importante del mundo, Royal Caribbean, anunció una inversión de 600 millones de dólares para la creación de un parque de 90 hectáreas en la Costa Maya; mientras que, en Cancún, el grupo hotelero Ritz Carlton, reveló que invertirá 400 millones de dólares para la construcción de un complejo que generará 2 mil empleos directos y 700 permanentes. Mil millones de dólares en una semana es una cifra enorme. Aun así, en tan sólo cinco meses -de mayo a la fecha-, la entidad ha recibido un millón y medio de visitantes menos, con respecto al 2023.
Para el final del primer trimestre del 2024, las perspectivas sobre la actividad turística eran alentadoras, con una proyección de crecimiento de entre el 4 y el 6 por ciento, tanto en arribo de personas como en divisas generadas. Actualmente, el turismo es la tercera fuente de ingresos nacionales (el primero es el sector de autopartes y el segundo las remesas que envían los mexicanos en el extranjero); sin embargo, desde el mes de mayo, la disminución de turistas ha sido constante, lo que indica que algo urgente deberá hacerse para no perder la temporada navideña. Cabe decir que los esfuerzos de la gobernadora Lezama Espinosa no han cejado; también desde el mes de mayo, su administración anunció que logró la gestión para que el turismo brasileño obtenga visado electrónico, medida trascendental que generará unos 400 millones de dólares a las arcas nacionales. También en la semana anterior, anunció que la Agencia Nacional de Aduanas, eliminó el cobro (absurdo, por cierto) para todas aquellas personas que ingresan con dispositivos electrónicos al país, como tabletas o computadoras.
Aun con lo anterior, los niveles de ocupación hotelera oscilan entre el 45 y 55 por ciento, lo cual implica que la mitad de las más de 130 mil habitaciones que tiene la entidad están vacías y que una buena parte del personal del sector se ajusta al modelo de “días solidarios”, esto es, solo laboran parcialmente a la semana para mantener la misma cantidad de personal en los centros de hospedaje. Mientras especialistas proyectan ya que la cifra de turistas, en el mejor de los casos, se igualará con el 2023, hoteleros señalan que la mala racha es sólo circunstancial, atribuible a las amenazas de huracán (que no impactaron al estado, pero sí a estados como Texas, en Estados Unidos, uno de los principales mercados de Cancún), la baja en la disponibilidad de asientos aéreos por la crisis que también sufre esa industria, y el escribiente agregaría, para la región sur quintanarroense, las terribles condiciones carreteras por las obras del Tren Maya, que en infinidad de ocasiones han colapsado el tránsito.
Pero también existen razones de fondo y estructurales, como que la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, eliminó el Consejo de Promoción Turística, una sobresaturación de los llamados “Pueblos Mágicos”, lo que ha “atomizado” los recursos asignados a esas demarcaciones; la creación de programas sin seguimiento específico como los llamados “barrios mágicos”, “castillos de México”, entre otros tantos. En lo internacional, habría que destacar también que hay países en la región Caribe que se han vuelto más competitivos, como República Dominicana, que fue considerado el “destino del año”, por grupos de inversión hotelera españoles y, habría también que señalarlo, la enorme carga tributaria local en Quintana Roo. Los hoteleros aseguran que la competencia con plataformas digitales afecta al turismo, pero el escribiente asegura que no hay datos específicos sobre ello, por el contrario, dichas plataformas han mejorado el flujo de visitantes, en todo caso, la afectación es a las finanzas de los hoteles.
En recapitulación, la crisis es real, pero sobre todo creciente, negarla sólo la hará más profunda, pero “repartir culpas” tampoco la va a solucionar, porque es claro que, aun cuando son evidentes los errores cometidos en lo nacional y hasta en lo local con la carga tributaria, también es dable decir que la creación de infraestructura turística ha tenido repuntes sin precedentes en la administración de Mara Lezama Espinosa y las posibilidades de crecimiento son los más importantes de las últimas décadas, por ello hay que planear y solucionar en lo inmediato.
Quintana Roo acaba de cumplir, apenas la semana anterior, 50 años como entidad federativa, los retos para el futuro son enormes, pero las capacidades construidas son las más grandes de los últimos años, sólo que es urgente que la visión nacional y la atención al sector turismo se modifique y se profundice y que, ciertamente, deje de “ahogarse” a la actividad con la carga impositiva. Más aun, es fundamental seguir creciendo y, de manera ordenada, permitir la edificación de más desarrollos hoteleros, pero habrá que hacer lo suficiente para que la otra mitad de las habitaciones, la que se encuentra vacía, vuelva a llenarse. Y note el lector que, el escribiente, ni siquiera hizo alusión a las condiciones de inseguridad que, evidentemente, también impactan al turismo en todo el país y en lo local, de ello platicaremos en otra colaboración. Al tiempo.
COMENTARIO MORBOSO
Nada, o casi nada de lo que ocurre en la administración pública es casual, o alejado de la visión del gobernante, lo bueno y lo malo; los aciertos y las distorsiones. Por acción o permisión, los atinos y errores imprimen un sentido a cada uno de los gobiernos; por ello es de destacarse lo ocurrido la semana anterior, con la renovación del pleno y transformación del Tribunal de Justicia Administrativa y Anticorrupción de Quintana Roo. Primero, porque el que le antecedió, estuvo permanentemente caracterizado por su inoperancia y por estar compuesto por magistrados que, más que sancionar las ilegalidades de los gobiernos, parecían tolerarlas y hasta ser parte de las mismas. Su surgimiento fue ilegal y señalado en su momento por la Suprema Corte de Justicia de la Nación y, de la aplicación de la justicia a quienes desviaron recursos y amasaron fortunas, ni hablar.
Cinco mujeres, hecho de por sí histórico y que muestra el matiz de empoderamiento; cinco profesionales con trayectoria acreditada y cuyo principal reto será atender los asuntos que se dejaron pendientes, arreglar lo “torcido” y, por supuesto, contribuir al mejoramiento de los gobiernos municipales y el estatal. Rumores hubo sobre personajes “oscuros” que serían postulados a las magistraturas, pero, para fortuna de todos, el rumbo no fue ese y, por lo pronto, hay que dar el voto de confianza.
Seguramente habrá quien prefiera personajes como los que se fueron, “torcedores” expertos de la ley para su beneficio; algunos señalados de estar incluso con la delincuencia organizada; pero por lo pronto, bien por las designadas, que todo sea para bien y que los resultados positivos lleguen pronto, porque sus silencios, ineficiencias y hasta connivencias con el poder, también serán señalados. Es tiempo de hacer las cosas diferentes, pero, ahora sí, en serio; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.
Pd. Investigar a los magistrados que ya se fueron, también es parte de la tarea… ahora, la palabra, la tienen las magistradas (así, con “a”)