EL INSTITUTO DE MOVILIDAD Y LA TAJADA DEL LEON

El Minotauro
Por Nicolás Durán de la Sierra

Aunque sus efectos se siente hasta ahora, meses atrás el congreso local aprobó una reforma a la ley estatal de movilidad que quitó a los ayuntamientos la facultad de expedir licencias de manejo, con lo asestó un duro golpe a las arcas municipales, que tienen en este cobro una de sus más importantes entradas de dinero, sobre todo en las comunas más pobres de Quintana Roo.

Eso sí, generoso, este instituto nacido en el gobierno de Carlos Joaquín, tuvo a bien ofrecer a los municipios un convenio mediante el cual los propios ayuntamientos seguirían con el trámite oficial, vigilados por el Instituto, aunque el cobro del servicio lo realizará este último y luego se le devolverá a las comunas, luego de un mes, parte de lo recaudado, porque abusivos no son.

Esta es la parte medular de la oferta, pues la instancia estatal no sólo controlara el flujo de efectivo, sino que además por cada licencia retendrá casi 300 pesos. La nota del portal La Opinión señala que un mes después del cobro del servicio, casi cual corte bancario, el dinero que resta regresará a los municipios. Excelente negocio es la supervisión de trámites burocráticos.

Los votos en contra fueron de los diputados Cinthya Millán, Candy Ayuso y Julián Ricalde, quien ya fuera presidente municipal de Cancún y quien alertara sobre los efectos de la reforma en las economías municipales, además del virtual atentado contra la autonomía de los ayuntamientos que el mismo implica. Peccata minuta para una errática legislatura

En otro tema:

Hace unos días, en la Ciudad de México falleció Enrique Dussel, uno de los filósofos más importantes de México y de América Latina. Ex rector de varias universidades y autor de más de 70 libros traducidos a seis idiomas, es uno de los arquitectos de la Teología de la Liberación, motor ideológico de movimientos políticos y religiosos aún vigentes, que cimbraron la década de los setentas. Descanse en paz.