La violencia con toda su complejidad se entrelaza con la inseguridad y la salud mental de una sociedad. El caso de Lagos de Moreno, Jalisco, provocó desconcierto y dolor profundo en los mexicanos.Frente a esta tragedia sin precedentes en nuestro país, la reacción del presidente Andrés Manuel López Obrador, fueron sus acostumbradas burlas. Si bien esto indignó a un amplio sector del país, a nadie sorprendió. En su fatigado discurso, tambien en este caso, él terminó siendo el mártir.
Todo México vive con miedo. La inseguridad y el deterioro comunitario han obligado a poblaciones enteras a huir. Los desplazados del crimen organizado aumentan cada día en todo el país, sin la posibilidad de que esto se revierta. Es indudable la responsabilidad del gobierno en esto. El Estado ha decidido respaldar y asociarse con la delincuencia para garantizar su poder, porque si no han de ganar lícitamente lo harán al costo que sea. Los ciudadanossimplemente somos daño colateral en el entramado político mexicano.
La prontitud de la información en la redes y su explicitud nos han hecho ya inmunes al dolor de nuestra propia especie, las condiciones materiales y sociales no hacen ninguna diferencia. Es tan horrenda la violencia en todo el país que la gente lejos de exigir a las autoridades que los casos sean resueltos, se refugia y se acompañan en marchas pacificas para encontrar un sentido de solidaridad, o como lo hicieron en Lagos de Moreno, se concentraron en la iglesia de La Asunción para pedir por sus hijos y para sentirse un poco consolados, porque el gobierno morenista no está interesado en esas tragedias, planificadas por las victimas conservadoras para desestabilizar su gobierno
Los desaparecidos de Lagos de Moreno coronan el fracaso de un gobierno que le ha fallado a todos. Los jóvenes desaparecidos son, Diego Alberto Lara Santoyo, Roberto Olmeda Cuéllar, Uriel Galván, Jaime Adolfo Martínez Miranda y Dante Hernández. Fueron amigos desde niños y desparecieron juntos. Su secuestro fue presenciado por otros habitantes, pero no existe un solo testimonio de los hechos, porque la gente teme perder la vida al dar información. No se sabrá la verdad. Sus padres ya vivieron el infierno en vida. Forman parte de una cifra de dolor, muerte, impunidad y mentira.
Toda la violencia que inunda al país tiene repercusiones económicas, la conducta de las personas cambia, así como sus hábitos de socializar. La mayoría de los mexicanos, hemos dejado de salir de noche, evitamos tomar un taxi, si nuestros hijos salen es una agonía sólo pensar en los riesgos que corren. Los delincuentes se sienten completamente seguros porque a pesar de estar plenamente identificados por las autoridades, saben que las esferas más altas han pactado protegerlos.
Lagos de Moreno perseguirá al presidente Andrés Manuel López Obrador aún después de su terminar su mandato, así como las vidas de los 116 mil desaparecidos y los 156 mil 136 asesinados. Karla Quintana (Titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas) renunció al gobierno obradorista, diplomáticamente expresó queen el tema de las desapariciones “los retos permanecen”, esto como repuesta a la declaración del presidente mexicano de que los desparecidos eran mucho menos que los que publicó dicha Comisión. Una vez más, la desastrosa administración de palacio nacional pierde un funcionario por negarse a mentir.
Las burlas y socarronerías de Andrés Manuel López Obrador quedaran en la historia de México, a la que aspira pertenecer como el gran transformador, lo cual no pudo ser, porque no quiso. Seguramente su peor miedo será realidad en unos años. Será olvidado.
El cantautor argentino León Gieco escribió “sólo le pido a Dios que el engaño no me sea indiferente, si un traidor puede más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente” … Que así sea.