MORENA, TIEMPO DE DECISIONES

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban

Cuando tiene que decidir el corazón
es mejor que decida la cabeza

Enrique Jardiel Poncela

Tiene la forma de partido político, pero en los hechos, funciona como hordas aliadas de manera coyuntural, unión que se rompe cuando de repartir los espacios de poder se trata, por ello es que la semana que inicia es fundamental para Morena y sus aliados, pues de lo “lastimados” que salgan del proceso interno, cuyas campañas están llegando a su fin, dependerá -por mucho- la calidad de gobierno que exista, luego del de Andrés Manuel López Obrador. No, no está en riesgo perder la presidencia, sino el Congreso de la Unión. Atentos.

Esta semana es la última que tienen los aspirantes a la candidatura de la Cuarta Transformación Republicana (4T), para recorrer el país. La siguiente, las 4 empresas encuestadoras seleccionadas y anunciadas el viernes pasado -sin dar los nombres específicos-, realizarán la encuesta, cuyos resultados se darán a conocer el 06 de septiembre. En la recta final, parece que las opciones se cerraron a dos opciones, que en realidad siempre tuvieron la mayor percepción de solidez: Marcelo Ebrard Casaubón y Claudia Sheinbaum Pardo. De acuerdo a los porcentajes que obtengan el o la primera, será el candidato/a a la presidencia de la República y el o la segundo/a, el coordinador/a de la fracción parlamentaria de Morena en la Cámara de Diputados.

La semana anterior, de hecho, Ebrard Casaubón arreció el discurso en contra de su partido y contra las autoridades que, dijo, están realizando un “monumental” acarreo en favor de Claudia Sheinbaum, lo que, efectivamente, volvió agreste la recta final, pero también permitió clarificar a los punteros. Ahora bien, el 02 de junio de 2024, se elegirá, además de la presidencia, las 500 diputaciones de la Cámara de Diputados, las 132 senadurías; 30 de 32 congresos de los estados, nueve gubernaturas y se renovarán presidencias municipales en 25 de 32 entidades federativas (poco más de mil 500 en total). Si unimos esos dos factores, las inconformidades tienen que ver con factores más allá de la candidatura en sí misma que, parece, hay una clara tendencia a favorecer a la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México, sino también con los espacios a nivel de las entidades federativas, ahí los aspirantes también quieren su ración de poder.

El “premio” que obtendrá cada uno de los cinco aspirantes al “banderín” tienen que ver con lo político-legislativo y la administración pública. Tomando como referencia el acuerdo entre todos, por supuesto que no se contempló a las candidaturas en las entidades como parte del “reparto”, pero es evidente que es ahí donde los cercanos de las “corcholatas” esperan obtener la oportunidad de participar y mantenerse vigentes. El tema es complicado y requiere de la participación de los gobernadores y gobernadoras de las entidades, pues cada uno ve a su entidad como el sitio en el que influye políticamente, es ahí donde colocan a sus “leales”; cada uno/a está comprometido con mantener la gobernabilidad en su territorio y, a la vez, ellos mismos mantener la lealtad al proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que implicará ceder los espacios que el mandatario les solicite.

Así, en plata, habrá que ver en Quintana Roo, si alguna de las diputaciones federales se asigna a los coordinadores de alguna de las “corcholatas”, si las diputaciones locales se convierten en “cuota”, si las presidencias municipales, además del factor de reelección o son asignadas a algún/a cercano/a a los aspirantes a gobernar el país. Además de todo esto, tienen que considerarse todos los criterios electorales formales: las cuotas de género, las candidaturas indígenas, que las asignaciones sean de manera adecuada.

Factores como la alta, media o baja competitividad de los distritos y presidencias municipales también deben considerarse. En el caso de las candidaturas a las gubernaturas, los partidos y coaliciones deberán equilibrar también los espacios para mujeres y hombres. En fin, insiste el escribiente, la semana que inicia es clave, es tiempo de comenzar a conformar, en las entidades, un equipo de candidatos y candidatas capaces de armonizar intereses, federales y locales, de corcholatas y gobernadores/as en funciones y, para el caso específico de Quintana Roo, tomar además en cuenta que, cada uno de los elegidos, deberá ser capaz de convertirse en un factor de organización de los comicios del 2027, cuando la gobernadora Mara Lezama Espinosa, concluirá gestión.

Así, la última semana de recorridos inicia con Claudia Sheinbaum reiterando que privilegiará la unidad (aunque entre los aspirantes, la única unión que hay es en su contra, unos más abiertamente que otros. la maldición de los “candidatos oficiales”), el llamado de Ricardo Monreal a la “reflexión” para “enderezar” la 4T, o sea, que desde su perspectiva ya está torcida ¿para quién será el golpe?; Marcelo Ebrard recalcando que se mantiene en Morena y afirmando que sus críticas son al partido y no al presidente -por ahora, completaría el escribiente-; Adán Augusto López Hernández apoyando en público a Sheinbaum Pardo y los cercanos del ex secretario de Gobernación auscultando en el INE la posibilidad de la inhabilitación de la única mujer de la contienda. En cuanto a los externos, Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo, sigue haciendo el “trabajo sucio” atacando a Marcelo Ebrard y asegurando que él mismo será una “sorpresa de la 4T” (ser considerado en el proceso, ya es sorpresivo, por lo “malito”, diría el escribiente); y Manuel Velasco Coello, también llamando a la unidad, luego de ser detenido y “encañonado” por la policía estatal de Veracruz -según su propio dicho, pues la instancia estatal lo acusó de viajar sospechosamente en una camioneta con vidrios blindados, aunque el integrante del Partido Verde Ecologista aseguró que no fue así. Venga la recta final.

COMENTARIO MORBOSO

A propósito de las candidaturas locales, la posibilidad de reelección en las presidencias municipales o diputaciones de la XVII legislatura es un verdadero reto para el régimen quintanarroense, particularmente por el oscuro desempeño de muchos legisladores, como por los graves problemas personales de algunos de los munícipes. Los distritos XIV y XV son verdaderamente preocupantes por la intrascendencia de los que los encabezan y los municipios de Bacalar, Cozumel y Lázaro Cárdenas están también con la posibilidad de cambio. El escribiente se atrevería a sugerir también las sustituciones en Felipe Carrillo Puerto y José María Morelos, pero esa ya será labor de los “asesores”; pero lo cierto es que, hasta ahora, el factor de reelección ni siquiera debiera considerarse, de manera general, para el próximo proceso electoral. Es mejor aprovechar la oportunidad de renovar, que repetir a los mismos “malos/as conocidos/as”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.