Béisbol o Salud, no se puede todo…

En 2019 la Secretaria de Hacienda, congeló más de 794 millones de pesos del presupuesto asignado a 26 institutos y hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ahora en 2023, el desabasto de medicamentos del cuadro básico, la falta de medicamentos oncológicos y antirretrovirales ha vuelto imposible la situación para la institución de salud. El presidente López Obrador ha expresado que, aunque exista inconformidad, su política de austeridad continuará hasta el termino de su sexenio. Según el centro de investigación México Evalúa, el crecimiento en materia de salud de la administración obradorista es de solo 0.8% y en su programa matutino, el primer mandatario de la nación omitirá mencionar que La Secretaria de Hacienda y Crédito Público, prevé para este 2023 el mayor endeudamiento como porcentaje del PIB desde 2014 y el mayor déficit público desde 1990.

Este 2023 el IMSS Bienestar tendrá un presupuesto de 20.6 mil millones de pesos, 17% menos que en 2022.Como resultado de esta significativa disminución, es impensable la compra de equipo médico, contratación de personal o mantenimiento de clínicas y hospitales; esto ha cobrado vidas, entre ellas la pequeñita de tan sólo 6 años que murió atrapada por uno de los elevadores del Hospital 18 del IMSS en Playa del Carmen que no recibió mantenimiento, y que desde 2019 venía presentando fallas y no se hizo nada. Al pretender responsabilizar a la compañía que da mantenimiento a este hospital, resultó ser inexistente, porque su domicilio fiscal está en obra negra. Pero sus contratos fueron por adjudicación directa. Nada nuevo en la administración obradorista. Las denuncias del personal médico, de enfermería y de trabajadores de diversas áreas de esta institución en todo el país por los recortes económicos han sido ignoradas, Quintana Roo no es la excepción.

Más allá de la farsa sobre la promesa presidencial, de que México tendría un sistema de salud mejor que el de Dinamarca, es el hecho de que no hay tragedia que suceda en el país que conmueva al mandatario, menos que acepte la responsabilidad de su gabineteen la mayoría de ellas. El saneamiento financiero que se pretendía hacer en esta administración federal a las instituciones gubernamentales ha terminado en más corrupción.

El inquilino de palacio nacional dispone del dinero de los mexicanos, como si fuera suyo, según la SEDATU(Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano) el presidente ha gastado más de 733 millones de pesos en remodelaciones de estadios de béisbol y ha invertido 2 mil 66 millones de pesos en promoción de este deporte, que es el favorito del mandatario. A la mentira de que se construirían hospitales en las zonas más alejadas del país se agrega ahora, que se construirán escuelas de boxeo, atletismo y béisbol en todo el país. Ya no sorprende, pero sigue indignando.

Lo anterior deja en claro que la salud y la vida de los mexicanos nunca ha sido una prioridad de este gobierno, y que para complacer gustos no hay austeridad. Total, no se puede todo cuando hay prioridades.