Cárdenas: no hay propuesta en la oposición; no ha sabido posicionarse, afirma

Se han mencionado 11, 12, 14 personas; en el medio político actual no hay ninguna propuesta; es decir, ningún partido tiene la propuesta, ningún partido está diciendo: ‘éste es mi programa’, digo, más allá del formal”, señaló en entrevista.

Pueden decir: ‘voy a hacer esto en cuanto a la estructura institucional del Estado o voy a poner más diputados o a quitar diputados, cancelar las Cámaras’; no sé, que digan alguna cosa, ¿no?”, planteó.

Consideró que los aspirantes no muestran sus cartas a la ciudadanía. Ante esto, dijo, habría que organizar debates entre ellos para contrastar propuestas.

Además, quienes pretenden una candidatura, en cualquier partido, deben expresarlo de forma abierta y aclararle a los militantes qué es lo que buscan. “Sería sano, democráticamente, que se abriera ese proceso, que dejaran los cargos para hacer campañas tiempo completo y que la base ciudadana, del partido o del país, sea la que decida”.

Reconoció que no simpatiza con las encuestas por el uso político que se les da; lo ideal es elegir a los candidatos presidenciales con una elección interna en los partidos, o a la ciudadanía.

Que sea un mecanismo donde no quede la duda de que se pudo manipular una encuesta, que es lo que siempre se discute de las encuestas”, advirtió.

“No veo a nadie en la oposición”

 

Para el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano la sucesión de 1940 no fue como lo dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su discurso del 18 de marzo un error o una imposición de su padre, Lázaro Cárdenas del Río. En aquel proceso que disputaron Manuel Ávila Camacho y Francisco J. Múgica no hubo tapadismo, dice Cuauhtémoc. Los dos aspirantes renunciaron un año antes a sus cargos, hicieron campaña, recolectaron apoyos y Ávila Camacho tuvo mucho más respaldo en el partido que Múgica.

Tampoco aquella designación de 1940 tiene nada que ver, sostiene Cárdenas, con la actual para el 2024. Ni ninguno de los aspirantes actuales tiene características similares a Ávila Camacho o Múgica, ninguno estaría dispuesto a seguir una línea diferente a la de López Obrador pero tampoco ningún personaje se parece a Lázaro Cárdenas.

Le gustarían precampañas más abiertas, donde no decidan sólo las encuestas que no se sabe quién puede manejar, con aspirantes renunciando previamente a sus cargos, debatiendo y midiéndose con la gente. Y no ve, hoy, a nadie en la oposición con una candidatura construida.

JFM. Ha escrito sobre la sucesión de su padre, de Lázaro Cárdenas, que refirió el 18 de marzo el presidente López Obrador y cómo se había dado entre Ávila Camacho y Múgica, aquella sucesión. Es muy interesante porque la tesis principal, y que compartimos, es que no se equivocó Lázaro Cárdenas con la sucesión: hizo lo que las fuerzas del partido le indicaron.

CCS. Yo digo que no se equivocó. La decisión que tomó en ese momento el partido y que sin duda compartió el Presidente, o sea, mi padre, pues era que las fuerzas políticas se habían inclinado a favor del general Ávila Camacho. Ahora, hay que recordar que en aquella época quien quisiera ser candidato a la Presidencia, miembro del gabinete, tenía que separarse un año antes del cargo y mi padre, previniendo que ya venían los tiempos electorales, invitó a quienes tuvieran interés de sus colaboradores en participar en la campaña política a que dejaran sus cargos…

JFM. Lo plantea desde el 38.

CCS. Lo plantea casi a finales del 38 y en los primeros meses del 39, dos secretarios de Estado, Francisco Múgica, secretario de Comunicaciones, y Manuel Ávila Camacho, de Defensa Nacional, dimiten e inician sus actividades políticas.

JFM.– Lo hacen públicamente, no fue tapadismo.

CCS. Lo hacen públicamente, no hay tapadismo, y no sólo eso, sino que la gente que actúa en política, las organizaciones políticas toman partido. Un gran número de diputados y senadores muy tempranamente se pronuncian por Ávila Camacho, unos cuantos lo hacen por Múgica, los presidentes en aquella época de las Comisiones del Senado y de la Cámara se pronuncian por Múgica, pero muy pocos senadores y pocos diputados lo apoyan y luego, las organizaciones que se habían fundado en aquella época, la CTM, que era una organización muy fuerte que presidía Lombardo Toledano, y la CNC, que estaba también con muy poco tiempo de haberse constituido, se pronuncian por Ávila Camacho.

JFM. Y un factor que se señala, que yo creo que es clave, sobre todo en aquella época, siempre lo ha sido, pero en aquella época más, es que las Fuerzas Armadas también apoyan a Ávila Camacho que venía de ser el secretario de la Defensa y tenía fuerte ascendiente en las Fuerzas Armadas, cosa que no tenía Múgica.

CCS. No sólo eso, Jorge, sino que Ávila Camacho, pues la única participación pública que había tenido había sido en el Ejército, desde que se incorporó a la Revolución allá por 1914, 1915, había sido sólo militar, había tenido cargos militares de distinta graduación y había estado, por lo tanto, siempre en contacto con el elemento militar; había sido oficial mayor de Guerra y Marina, en aquella época, subsecretario y luego secretario, todo esto le daba oportunidad de que con quien más trataba era con el elemento militar. El general Múgica, por el contrario, es de los que se inician en la Revolución, muy, muy tempranamente, pero a raíz de que se va como diputado constituyente, pues dejó de tener cargos militares…

JFM. Él tiene una carrera política muy destacada, así que no le quita nada de eso, pero su ascendencia militar la pierde.

CCS. Yo creo que fue el constituyente más destacado en el 17, sin duda alguna, pero no tenía la misma relación con el elemento militar, incluso Múgica era, si mal no recuerdo, general de Brigada o general Brigadier, y no ascendió de ese cargo sino ya mucho después, prácticamente después de que dejó la campaña electoral en 1940.

JFM. Hay otro factor que a veces subestimamos, estamos en plena Segunda Guerra Mundial, y Ávila Camacho también tenía mejores relaciones con Estados Unidos que las que tenía Múgica.

CCS. No lo sé, porque no creo que haya habido mucha relación oficial de ejército a ejército, de Secretaría de Defensa a Secretaría de Defensa, pero sin duda, era el que…, ante un riesgo de guerra, que ya estaba a la vista, pues era el que tenía, en ese caso, también más relación con un elemento que era fundamental en aquella época, y en esta también, en cualquier otra, con los militares.

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JFM. A ver, en la selección de candidato decíamos que hubo un proceso abierto, en esa época no se usaban encuestas como se están proponiendo ahora, pero es un proceso abierto de sumas, de apoyos públicos, del partido y de la sociedad…

CCS. Claro, hay grupos que no están organizados. Sí, digo, grupos no organizados, personalidades, digamos, en fin, que por distintas formas se fueron manifestando en favor de uno y de otro. Ahora, yo quería señalar que los dos habían sido colaboradores muy cercanos del Presidente durante todo el periodo, muy cercanos, que los dos tenían una relación, no sólo política, sino de amistad personal, y yo agregaría incluso de amistad familiar.

JFM. Que se mantuvo después.

CCS. Que se mantuvo después, siempre; yo recuerdo desde muy niño pues ir a casa de los Múgica y había un amigo mío, un poquito menor que yo, pero con quien convivimos desde esa época. Yo iba a casa de los Ávila Camacho también por distintas razones desde muy chico, antes de que él fuera Presidente desde luego.

JFM. En todo ese proceso, tampoco hubo lo que pudiéramos comentar ahora como una rebelión, una ruptura…

CCS. Hubo una carta muy fuerte del general Múgica protestando contra el partido, él sintió que el partido se había inclinado por el general Ávila Camacho, pero Múgica, en ese momento, deja la campaña preelectoral, se reincorpora al gobierno, es designado comandante militar de zona en Michoacán y al inicio del gobierno del general Ávila Camacho es designado gobernador del territorio sur de Baja California.

JFM. Hay una parte, el final de este texto, donde se dice “La sucesión de 1940 no tiene nada que ver con la sucesión de 2024”, y tampoco los personajes tienen nada que ver entre ellos.

CCS. Bueno, yo no identificaría a nadie con ninguno de los candidatos, yo siento, por ejemplo, que en la actualidad quienes están siendo mencionados como candidatos o eventuales candidatos en Morena, el partido del gobierno, pues los 3 responden a la línea política del Presidente, yo no siento que ninguno pudiera no responder a la línea política del Presidente, no veo que si la decisión del partido se inclinara por uno o por otro o por otro, pues no se estaría inclinando por nadie que yo pudiera pensar que no va a seguir por alguna razón a la línea del Presidente, ¿no?

JFM. Que sea una alternativa diferente al Presidente… En ese sentido, avanzamos quizás mucho dejando atrás las etapas del tapadismo, en alguna época, pero como que resurgen en esta sucesión, ¿no?

CCS. Mira, yo creo que no es propiamente un tapadismo, ya está más abierto que nada, pero lo que sí me parece es que por las condiciones como se está dando esta apertura o este destapamiento, por llamarle de algún modo, pues los candidatos, o los aspirantes no están públicamente mostrando sus cartas al país, a la ciudadanía, no están diciendo: ‘Si yo llego voy a impulsar más la parte social, económica, seguridad’, digo, no sé a qué problema le van a dar énfasis, ¿no?

JFM. En ese sentido tiene razón Marcelo Ebrard de demandar debates entre los aspirantes, ¿no?

CCS. Eso sería muy sano, democráticamente, muy sano.

JFM. Los aspirantes actuales tendrían que exponer también públicamente sus posiciones para que se pudiera tomar partido por cualquiera de ellos, pero con mucha más claridad, más allá de las preferencias personales.

CCS. Bueno, yo creo que eso sería muy importante, Jorge, que los aspirantes dijeran: ‘Mi énfasis, mi línea o mis líneas prioritarias estarán en esto’, no sé, combatir la desigualdad, un acercamiento con América Latina, es decir, no sé dónde pueden ponerse los énfasis en este caso, ¿no?, esto permitiría que ciudadanos que no estamos encuadrados en partidos, ni estamos aspirando a cargos políticos pues dijéramos: ‘Bueno, a mí me gusta más esta propuesta que esta y yo me sumo a esta candidatura’.

JFM. Y en ese sentido, también podría ayudar en este método de encuestas que se quiere aplicar, porque se podría hacer una encuesta más abierta, con mayor conocimiento de causa de la ciudadanía.

CCS. Yo no simpatizo con las encuestas como mecanismo de selección, más allá de conocer la opinión X en un momento determinado, pero no comparto el que se utilice políticamente, que se utilicen las encuestas como mecanismo de decisión.

JFM. ¿Cómo se tendría que tomar esa decisión?

CCS. La encuesta no debe ser el mecanismo para tomar la decisión…

JFM. Que la encuesta no sea decisiva, digamos.

CCS. Que no sea el resultado, es decir, está bueno, yo ya conozco las encuestas, yo ya sé lo que está proponiendo tal o cual candidato, entonces yo ya diría: “Yo voy por uno, dos, tres, cuatro o cinco”, pero no que la encuesta decida por mí, vamos.

JFM. Y, ¿quién decidiría entonces? En Morena, estoy pensando ¿el Presidente? Morena como partido es muy caótico…

CCS. No sé si sea caótico o no, yo estoy muy lejos de los partidos ahorita, pero a mí me parece que, si hay un cuerpo legal, partidario legal, pues hay un Consejo de Morena, o una elección abierta a los miembros de Morena, o una elección abierta a la ciudadanía.

JFM. Que sea un mecanismo más transparente que una encuesta.

CCS. Que sea un mecanismo donde no quede la duda de que se pudo manipular una encuesta, que es lo que siempre se discute de las encuestas… Yo creo que sería sano, Jorge, sano democráticamente, que se abriera ese proceso, que dejaran los cargos, evidentemente, para hacer campañas tiempo completo y que la base ciudadana, sea del partido o sea del país, sea la que decida, ¿no?

JFM. En ese sentido, la diferencia con lo que sucedió en el 39, 40 en aquella sucesión de Lázaro Cárdenas, que se definió a favor de Manuel Ávila Camacho, fue paradójicamente que terminó siendo mucho más abierta de lo que pensamos, de lo que la gente cree, no fue una decisión tan de dedazo, como fueron después las sucesiones, que la verdad era la opinión de un solo hombre.

CCS. Las candidaturas oficiales, ¿no?, sí, desde luego. Yo creo que sería muy bueno, sería muy sano, daría mucha tranquilidad al ciudadano saber cómo llega el candidato X al cargo que ha pretendido, ¿no?

JFM. ¿Se adelantaron las precampañas?, has sido en tres ocasiones candidato presidencial. La de 1988 fue un fenómeno, que yo no había visto nunca, cómo se empiezan a sumar sectores y grupos, que incluso podrían haber estado en algún momento muy distanciados, y forman y generan un fenómeno social de otras características.

CCS. Mira, yo creo que sería sano que quienes pretenden una candidatura, en cualquier partido, lo hagan totalmente abiertos y les digan a los miembros de ese partido qué es lo que están buscando…

JFM. Y a la sociedad, ¿no?

CCS. Y de paso, a la sociedad, es decir, que no es nada más el cargo por el cargo mismo, sino para utilizar ese cargo en qué, ¿no?, es decir, dónde van a estar las prioridades, en fin, yo creo que eso sería más importante, Jorge.

JFM. Finalmente, entonces recordando la campaña del 88, pensando no solamente en el candidato o candidata de Morena, sino también en los de la oposición, yo veo que se acerca el proceso electoral y la oposición no define una candidatura, ni una posición conjunta, ¿se le acaba el tiempo, por ejemplo, a la oposición? Usted ha sido candidato de la oposición…

CCS. A mí me preocupa, Jorge, hay en la oposición al gobierno actual, se ha mencionado once, doce, catorce personas… en el medio político actual no hay ninguna propuesta de ningún partido, es decir, ningún partido tiene la propuesta, ni ningún partido está diciendo: ‘Éste es mi programa’, digo, más allá del formal, ¿a qué me refiero con el formal?, todos los partidos, para tener su registro legal ante la autoridad, tienen que presentar una declaración de principios, un programa, etcétera, bueno, yo digo tómese de ahí lo importante y cada partido diría: ‘Bueno, en esta ocasión, más allá de pronunciarme en favor de tal tipo de energía o no, voy a impulsar este tema’, o más allá de decir que van a reestructurar el gobierno en tal y cual forma, que a lo mejor lo dicen en sus declaraciones de principios, pueden decir: ‘Yo voy a hacer esto en cuanto a la estructura institucional del Estado’ o, ‘Voy a poner más diputados o a quitar diputados, cancelar las Cámaras’, no sé, que digan alguna cosa, ¿no?

JFM. Pero incluso lo que dicen en campaña con lo que se hace luego gobernando no coincide.

CCS. De acuerdo, pero ahí, ya lo único que tú puedes conocer de cualquier persona es la trayectoria, es decir, lo que trae atrás… hay que ver las historias cómo vienen y bueno, ya después te pedirán cuentas o no te pedirán cuentas, ¿no?

JFM. Finalmente, entonces 1940 no tiene nada que ver con 2024, el país no es el mismo, la política no es la misma y la sucesión no va a ser la misma.

CCS. Y las decisiones como se tomaron con respecto a la sucesión tampoco son las mismas.

JFM. Y Lázaro Cárdenas tampoco tiene réplicas en la actualidad.

CCS. Pues no, ni antes ni después.

Fuente: Excelsior