En días recientes se viralizaron los elementos caninos que el Gobierno de México envió como parte del equipo de búsqueda y rescate para apoyar a Turquía tras el fuerte sismo que enfrentó el país y que dejó miles de muertes. Dos de estos lomitos tienen un trágico pasado.
Hace un par de años, en Querétaro, un hombre identificado como Benjamín “N” mató por envenenamiento a los perros rescatistas Tango y Athos. Ahora, los hijos de este último, forman parte del equipo que intenta salvar tantas vidas como sea posible en Turquía.
Se trata de Balam y Orly, la dupla canina que descienden de un perro que fue privado de la vida de una forma cruel.
Los padres pertenecían a la Cruz Roja. Athos era un perro Border Collie que brindó sus servicios en la Ciudad de México, luego del temblor de septiembre de 2017. De hecho, el can logró localizar con vida a siete personas. También apoyó en las labores de rescate tras la erupción de un volcán en Guatemala.
Por su parte, Tango era un Yorkshire que se desempeñaba como asistente emocional. Su carácter dócil fue una excelente herramienta para personas con traumas, ansiedad y altos niveles de estrés.
Tras su delito, Benjamín “N” fue sentenciado a 10 años de prisión y a pagar una multa de 2.4 millones de pesos como reparación del daño por crueldad animal. El hombre colocó veneno en salchichas y luego las dejó al alcance de ambos canes.
Balam y Orly siguen los pasos de su padre
Ahora los hijos de Athos se suman a la acción. Ambos pertenecen también a la Cruz Roja y fueron entrenados por Anneth López, Daniel Hernández, Ángel Martínez y Alberto Peña.
Actualmente ambos volaron a Turquía para ser parte del equipo de búsqueda y rescate. Asimismo, y según dijeron sus entrenadores en una cita del Heraldo, los binomios caninos forman parte del equipo de la Cruz Roja en Puebla y Querétaro.
