La inversión de 20 millones de pesos anunciada por el gobierno del estado para la mega escultura sólo se refiere al mantenimiento y recuperación de la infraestructura en la baja, dañada por la falta de uso.
La obra está en proceso por una empresa constructora, de cuyo nombre no recuerda el titular de la secretaria obras públicas (SEOP) William Conrado Alarcón, pero a la cual se le adjudicó de manera directa el contrato, según el propio funcionario.
En una breve entrevista, el funcionario aseguró que ese millonario gasto solo se refiere a la recuperación del piso de la planta baja, sustitución de lámparas, reparación de la planta de tratamiento de aguas residuales e instalación de agua corriente.
En el rubro de nuevas adquisiciones solo se enlista un proyector espacial que servirá para convertir en “pantalla gigante” la fechada del edificio, entre los conceptos del opaco contrato de inversión pública.
Conrado Alarco, fue enfático, pero poco claro, al asegurar la inexistencia de un nuevo gasto dirigido a la adquisición de equipo para el video maping o las fuentes danzarinas, adquiridas e inauguradas en 2018.
De la instalación de las fuentes y la tecnología de video maping, poco se sabe en cuanto a los montos de inversión y la empresa que llevo a cabo los trabajos, y la única referencia apunta a que se trata de la persona física identificada como Gabriel Alberto Medina Rodriguez, conocido empresario constructor de esta capital.