Los estímulos fiscales que el gobierno ha otorgado a las gasolinas han evitado que el precio de estas incremente por arriba de la inflación, de acuerdo con los últimos datos actualizados a la primera quincena de agosto.
En lo que va del año, el precio internacional del petróleo ha repuntado, por lo que ha encarecido el precio de las gasolinas. Ante ello, y para evitar afectaciones en los bolsillos de los consumidores, desde hace meses se ha aplicado el estímulo fiscal sobre el IEPS de estos combustibles, además de crearse los estímulos complementarios.
De esta forma, en la primera mitad de agosto el precio de la gasolina magna, la más consumida en el país, aumentó en 7.53% en comparación anual, mientras que la gasolina premium lo hizo en 7.97 por ciento.
Con ello, el aumento del precio de la gasolina se encuentra por debajo de la inflación general, que en la primera mitad de agosto fue de 8.62%, la mayor en más de dos décadas.
“El subsidio que otorga el gobierno de México a la gasolina ha evitado que llegue a 35 pesos por litro, permitiendo mantener el precio en 22 pesos”, destacó por su parte la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Si bien los estímulos al IEPS de gasolinas existían desde antes, ante los elevados niveles de inflación estos fueron incluidos como parte de la estrategia implementada en el Paquete contra la Inflación y Carestía (Pacic), en donde se crearon los estímulos complementarios.
Si bien han logrado mantener el precio de la gasolina, estos estímulos tienen cargo al erario público. De acuerdo con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), en el primer semestre del año los estímulos fiscales IEPS de gasolina fueron por 117,398 millones de pesos, mientras que por los complementarios, la renuncia recaudatoria fue de 44,047 millones de pesos. En total, se dejaron de captar 161,445 millones de pesos.
Fuente: El economista
