Morena: Partido y Gobierno, rumbo al 2024.

 

En la competencia democrática del paísMorena lo ha conseguido todo. Suorganización y funcionamiento lo consolidó como la indiscutible primera fuerza política en México. Se realizaron complejos procesos internos, para llevar a Mara Lezama a la gubernatura en Quintana Roo. La democracia interna de un partido, además de estructura, conlleva competencia entre sus miembros, y el ejercicio de autoridad de sus líderes, es un proceso doloroso, pero necesario.

El comportamiento de los partidos políticos es cada vez más complejo. Son pocas las figuras de verdadero poderío político en el espectro estatal de este partido, la coyuntura y circunstancia del contexto histórico, fomentósu unión, sin embargo, existen terceros actores, que deberán ajustarse a las nuevas reglas, si pretenden sobrevivir en sus incipientes carreras políticas, dentro de la franquicia. De la sana convivencia que exista entre líderes y dirigentes de Morena, que coincidan en lo ideológico y político, será posible el fortalecimiento, la institucionalidad y estabilidad partidista.

La rigidez de algunos grupos discordantes en Morena no es del todo perjudicial, la negociación, los acuerdos y el escalonamiento de demandas, requiere disciplina partidista, y estos deben encontrar el punto en común para lograr resultados. El incentivo en la vida interna de Morena garantizará lealtad y, el control, permitirá, un margen de maniobra en la toma de decisiones. La vigencia de morena depende de su organización y mantenimiento, de hacer posibles, las exigencias ciudadanas y cumplir los compromisos adquiridos. El éxito del liderazgo de un partido crea legitimidad política y estabilidad, si, además, gobiernan.

El proceso electoral del 2024 representa una nueva batalla que librar. Además de la elección federal, se renuevan alcaldías y diputaciones locales, el funcionamiento adecuado de la maquinaria morenista deberá contar con la experiencia de políticos profesionales, para encarar el reto. Para esemomento, la administración estatal morenista, deberá haber materializado algo de lo prometido en campaña.

Si la aceptación del presidente López Obrador, se mantiene para el final de su mandato, a pesar de los evidentes tropiezos de su administración, los futuros candidatos de Morena, podrían gozar de una relativa seguridad, sin embargo, será su desempeño al frente de los gobiernos que presiden, lo que garantizara que la ciudadanía vuelva a votar por ellos.