“La nota rosa”
Por Flor Tapia
Las causas del abandono escolar en México son diversas: Desde un entorno familiar irregular, situaciones económicas desfavorables, problemáticas personales, problemas de salud, y la pandemia lo empeoró. En conjunto, todo contribuye a que el 22% (INEGI) de alumnos de nivel básico abandonen la escuela. Un gobierno responsable, elaboraría un diagnóstico de la problemática y no escatimaría recursos en realizar propuestas y análisis para aminorarla. Un plan estratégico debería incluir metodologías que permitan detectar a los alumnos en riesgo de abandonar la escuela para que las autoridades implementen las acciones oportunas para evitarlo. Sin embargo, en nuestro país, la situación es diferente, ya que la secretaria de educación pública (SEP), Delfina Gómez, ha presentado un anteproyecto para que estudiantes de primaria y secundaria no reprueben y no requieran ni siquiera la asistencia del 80% para pasar de año, esto, para la terminación del ciclo escolar 2021-2022 e inicio del período lectivo 2022-2023.
La Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER), publicó el pasado mes de junio: “En todos los casos, la calificación que deberá registrarse no podrá ser inferior a 6”, y el Diario Oficial de la Federación, publicó un ordenamiento: “En ninguno de los casos podrá retenerse a los educandos en el grado escolar en el que se encuentren inscritos por encontrarse en un proceso de valoración extraordinaria”. Todo esto con el fin de “garantizar la continuidad de los estudiantes en el sistema educativo nacional”. Esto es básicamente una orden para el profesorado, y hará que, en la información pública, estadísticas e indicadores educativos, el gobierno del presidente López Obrador, aparezca como ejemplo, para subsanar la deserción y el rezago educativo, que dejaron los malos gobiernos conservadores anteriores.
La educación en México ya venía atravesando una crisis antes de la llegada de Morena al poder, personajes funestos como Elba Esther Gordillo, ex líder del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SENTE), que fue liberada de prisión en 2018, tras cinco años de litigio ya que un tribunal canceló el proceso por falta de pruebas, después de ser acusada por el gobierno de Peña Nieto, de delincuencia organizada y lavado de dinero, por 208 millones de dólares, dinero que pertenecía al sindicato de maestros. Sin las condiciones razonables, para realizar la valoración adecuada del alumnado, se engaña al alumno, a sus padres, se debilita aún más el sistema escolar y se impide el aprendizaje adecuado, que generará un problema aún mayor para los niños y jóvenes, que pretendan avanzar académicamente y no tengan el conocimiento ni las habilidades para hacerlo.
El Banco Mundial, advirtió que después de la pandemia disminuyó la capacidad de los niños para leer y entender un texto simple y añadió: “Sin una acción urgente para reducir la pobreza de aprendizaje, nos enfrentamos a una catástrofe de aprendizaje y capital humano”. México, no está preparado para muchas cosas, y para esto, tampoco.