Grupos de inversionistas, a través de la unidad nacional de asociaciones de ingenieros, A.C., pusieron en la mesa una propuesta de inversión de poco más de mil millones de pesos, para iniciar la zona hotelera en Calderitas con la construcción de seis hoteles de gran turismo, al norte de Chetumal.
Eduardo Sánchez Anaya, presidente de esta organización, lamentó el riesgo de fuga para esta inversión al no existir voluntad política de la presidenta municipal, Yensunni Martínez Hernández, en cuanto a contar con un atlas de riesgo municipal y junto con el recién completado PDU de calderitas completar los requisitos que aterrizarán esta importante propuesta de empresario europeos.
Sánchez Anaya, se reunió este martes con autoridades municipales y reiteró la oferta, además de asegurar el apoyo de los mismos empresarios para aportar los 2.5 millones de pesos que se requieren para sufragar, conjuntamente con el gobierno federal, los cinco millones que costaría el necesario atlas de riesgo para Othón P. Blanco.
Los empresarios Europeos, primeramente buscaban desarrollar los complejos turísticos en la zona norte, específicamente en Tulum, sin embargo en esa municipio se carece de un ordenamiento urbano y ecológico, de ahí el redireccionamiento de los mil millones, en donde se pudiera considerar también invertir en la solución del basurero de Chetumal, ubicado en las inmediaciones de Calderitas.
En Othón P. Blanco, se han aprobado y están vigentes los programas de desarrollo urbano y los de ecología, en donde se marca el orden del uso de suelo y de las áreas con viabilidad de fomentar turísticamente y eso permite que las inversiones puedan aterrizarse.
En el caso del atlas de riesgo, esto puede llevarse de manera alterna con el inicio de los complejos que buscan desarrollarse, sin embargo no siente que exista voluntad de la alcaldesa capitalina para comenzar a definir la llegada del dinero a invertir, lamentó el entrevistado.
Sánchez Anaya, dio a conocer que en la reunión de este martes, se contó con la presencia solo de representantes del ayuntamiento, y la ausencia de la presidenta municipal, es un mal síntoma para los inversionistas que consideran la falta de interés para aterrizar los proyectos.