Ahora, a aplicar la ley

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban 
 

La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir 

Jacques Benigne Bossuet 

A menos de una semana para la renovación de seis gubernaturas en México, la lectura es clara en cuanto a la dinámica de los procesos electorales: No habrá diferencia, mientras la clase política nacional sea la misma, pero ya que aprovecharon esta etapa para evidenciar, por lo menos en Quintana Roo, que entre los aspirantes hay quienes tienen cuentas pendientes con la justicia, corresponde ahora a los ciudadanos mantener vivo el tema; porque los enemigos declarados de hace seis años, comen ahora en la misma mesa, la parentela se reúne de nuevo y muchos de los que incluso huyeron por tener expedientes abiertos, simplemente han regresado a casa.

A las campañas les quedan apenas unas horas, es tiempo entonces de la retroalimentación. Con eso como contexto, habría que decir, de manera general, que prácticamente todas fueron inconexas de las demandas ciudadanas, en el caso del proyecto morenista, porque tiene la enorme ventaja de tener en su favor las políticas presidenciales de asistencia social. Las más amplias en la historia nacional, sin duda. En contraparte, la oposición, entendió desde hace mucho que intentar competir en ese rubro, no sólo sería infructuoso, sino incluso repercutiría en contra. Luego entonces, las propuestas versaron sobre otras temáticas y generalidades. Nada que genere “sentimiento” entre el electorado.

Lo que sí hubo en abundancia, fueron ataques entre aspirantes, lo cual no representa ya innovación alguna en la conducción de las campañas. Acaso, lo interesante fue que el pasado alcanzó a los aspirantes, lo que mostró también los retos para el próximo gobierno, como la inseguridad en toda la entidad, particularmente en el norte; la necesaria reducción de las deudas, el control más efectivo de temas como las Asociaciones Público Privadas y una mayor exigencia a Poderes como el Legislativo y el Judicial, ambos pesados lastres que en poco o nada contribuyen a co gobernar y, por el contrario, incrementan la discrecionalidad con que los recursos públicos se ejercen, sin ningún tipo de consecuencia legal… hasta ahora.

Y para comprendernos mejor, a partir del próximo lunes, 06 de junio, ¿a poco no volveremos a escuchar de los contratos “a modo” en el municipio de Puerto Morelos, entregados por Laura Fernández Piña a su esposo, Carlos Moyano? ¿A poco los tribunales electorales no resolverán de fondo la demanda de la candidata panista en contra de Jorge Emilio González Martínez, por violencia política de género? ¿Le regresará la memoria al presidente municipal de Lázaro Cárdenas, Emir Bellos, para revisarle las cuentas públicas que tanto le cuestionó a Nivardo Mena Villanueva, o cumplido su rol de “candidato opositor” para atomizar el voto, ya logró el “perdón” por su pasado? Todos son temas que deben permanecer en la agenda pública después del 05 de junio. Todos.

Por cierto, los opositores a Morena que señalaron que su aspirante, Mara Lezama Espinosa, tiene múltiples irregularidades por desempeño en Benito Juárez ¿seguirán con su exigencia, o como ya ha ocurrido con algunos de los “activistas de Facebook”, comenzarán a solicitar audiencia y “acercamientos de futuro”? Hace seis años, a los quintanarroenses se les prometió que más de once mil millones de pesos regresarían a las arcas públicas…y no ocurrió, así de simple. Como tampoco regresaron la mayor parte de las tierras que, supuestamente, se vendieron a precio de regalo. Vaya, ni los despojos ilegales de hoteles o predios de alta plusvalía terminaron.

Muy por el contrario, ahora se ve a algunos “enemigos del pasado” en eventos públicos, con destacados integrantes de lo que fue –o es aun- el actual gabinete, levantándose el brazo juntos en señal de triunfo, como si de un mismo equipo político se tratase…o tal vez sí lo es… o tal vez, siempre lo fue, pero era necesario guardar las apariencias al inicio de la administración que está ya por concluir… y tal vez ahora, ya no sea necesario ese disimulo… y tal vez, como siempre, los “de a pie” son los que toman partido, mientras que la clase política, pasadas las elecciones, sin importar el partido o el “bando”, se preparará para el reparto de las arcas.

Luego entonces, si el lector ya decidió el sentido de su voto de este domingo –porque presume el escribiente que, quienes lo leen,  saldrán con toda seguridad a votar-, comience a pensar en los temas después de los comicios, de la exigencia para que las promesas no queden como tales, de que los pendientes con la justicia no queden en declaraciones y ataques de campaña; y, sobre todo, de que el ciudadano exija que los expedientes no queden en el olvido, porque por muy laxa que sean las leyes; callar, que nada ocurra y que “todos ganen” implicará, fundamentalmente, complicidad… y de eso estamos hartos todos los mexicanos y quintanarroenses; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

COMENTARIO MORBOSO 

Y a propósito de campañas, este fin de semana fueron las actividades de Morena las que se robaron el momento. Habrá que ver qué hacen los abanderados de los demás partidos entre este lunes y el próximo miércoles, pero las actividades de Mara Lezama Espinosa, de sur a norte de Quintana Roo, mostraron que, por lo menos entre la participación de gente y las encuestas que se presentaron a todo lo largo del proceso, hay congruencia entre las proyecciones. Y si esto es así, una mujer encabezará la novena gubernatura quintanarroense, y será Mara.

Este domingo, por cierto, el periódico Reforma publicó declaraciones de dirigentes nacionales de todos los partidos, con respecto a cómo vislumbran los resultados del próximo domingo… y también ahí hay congruencia. Ya ni siquiera el discurso les alcanza para ocultar la desazón, pues se preparan ya para la siguiente elección, pues no será en esta en la que logren derrocar a la ola morenista. El próximo lunes, casi con toda seguridad, el escribiente le estará platicando que Morena encabezará, antes de que conlcluya el 2022, 21 entidades federativas, tres cuartas partes de la República Mexicana; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.