El cambio de camiseta de Laura Fernández, que dejó el verde para pintarse de amarillo y así poder llegar a la gobernatura de Quintana Roo, pareciera ser una estrategia que no está funcionando y que la ahora abanderada por el PRD-PAN y MAS está buscando impunidad luego de los destrozos que dejó en Puerto Morelos, donde fue alcalde durante cinco años, dejando una serie de irregularidades como el no pago de las cuotas patronales al IMSS y sin liquidez al municipio para seguir operando.
De acuerdo con la Auditoria Superior del Estado, serían al menos seis millones 205 mil pesos de la Cuenta Pública de 2020 que se deben esclarecer, cuando ella era la presidenta municipal.
Ante ello asistió a Gobernación para reunirse con el secretario de gobierno, Adán Augusto y tener impunidad, luego de la corrupción que sale a la luz, cuando era alcalde de Puerto Morelos.
La ex militante del Partido Verde Ecologista de México, ganó una silla en San Lázaro, sin embargo la ambición la llevó a dejar la diputación para después pasar al Partido de la Revolución Democrática e intentar ser gobernadora en Quintana Roo.
Las encuestas no la favorecen a pesar de los esfuerzos que ha realizado en la Zona Sur del Estado, sin embargo ante falta de propuestas ha comenzado a realizar retos como el comer chile habanero, o jugar béisbol para así llamar la atención en redes sociales y tener votos, ya que su popularidad no rebasa el 20%.
Fuente: DVR Noticias