Tulum, la estrella de FITUR

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban

Trabajar con amor es construir una casa con cariño, como si  vuestro ser amado fuera a habitar en esa casa 

Khalil Gibran 

 

El Caribe Mexicano fue la estrella en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur), tradicionalmente lo es, pero en la edición 2022 ocurrió algo atípico: el municipio de Tulum acaparó prácticamente los reflectores de los tour operadores. Sí, el equipo de turismo del noveno municipio preparó a detalle su participación, pero también destacó que, en un entorno en el que se asegura se busca la recuperación del turismo, fue más importante la agenda política local. El único alcalde quintanarroense que asistió fue precisamente Marciano Dzul Caamal. Y las dos panistas, en la intrascendencia total.

Bueno, también acudieron, por cuestión de horas –literlamente-, Lily Campos Miranda, de Solidaridad; y Atenea Gómez Ricalde, de Isla Mujeres, pero como habrá notado el lector, si es interesado habitual de los asuntos de la administración pública, ni siquiera emitieron comunicado, se trató de turismo burocrático; pero como acertadamente reza la frase, en política, los vacíos no existen, alguien los ocupa, esa misma dinámica puede aplicarse a la administración pública. Y Marciano “se los comió”, hizo de esta la edición más exitosa, en cuanto a participación de Tulum se refiere y acaparó la atención de medios locales, nacionales e internacionales, difundiendo, sobre todo, la cultura de los mayas vivos, de los representantes de un grupo étnico que ha sido incluso discriminado en su misma tierra.

Por cierto, el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, según se difundió, permaneció en la entidad para atender todos los temas relacionados al súbito incremento de casos de Covid, pero en redes sociales circulan videos en los que se da muestra de que el stand montado para la representación de México fue prácticamente abandonado por las autoridades federales de turismo. En los primeros días, pudo observarse al titular de la Secretaría de Turismo (Sectur), Miguel Torruco Marqués, pero ya casi para finalizar no sólo no había personal que atendiera a quien llegara, sino que ni siquiera dejaron material promocional. De nuevo, el gobierno de Marciano Dzul Caamal aprovechó el vacío, se reunió con tour operadores, realizó trabajo de medios de comunicación y su equipo de comunicación difundió permanentemente el material que se preparó para la feria. Quien sabe lo que hace y hace lo que debe, al final obtiene resultados como los del noveno municipio.

Pudiera parecer alabanza fatua, pero, ¿ha conocido el lector de algún material promocional que se presentara de la Riviera Maya, para esta edición 2022? ¿Algún material o comunicado difundido de la tarea de la alcaldesa de Isla Mujeres en Fitur? ¿Algún tipo de resultado que justifique, por lo menos, el pago de boletos de avión de las dos presidentas municipales panistas de Quintana Roo? Pues es que no los hay. El éxito que tradicionalmente tiene Quintana Roo lo tuvo también en esta edición, pero con una “estrella” diferente. Por cierto, vale también apuntar que la alcaldesa de Benito Juárez, Mara Lezama Espinosa, tampoco acudió a Madrid, tal vez, como se apuntó al inicio, imbuida en la dinámica política local.

¿Cómo sostener entonces, el discurso aquel que propala que se busca la recuperación total del turismo? Si no se atienden ferias internacionales como la Fitur, que es la segunda más importante de todo el planeta, después de la de Berlín –que por segundo año consecutivo se suspendió, por efecto de la pandemia de Covid19-, entonces no se está haciendo lo necesario para recuperar la actividad económica principal de Quintana Roo. Así de simple.

Por lo pronto, bien por Marciano Dzul Caamal y su equipo de comunicación, que hicieron lo que debían, obteniendo los resultados que otros tan sólo seguirán difundiendo con discursos, aunque la realidad sea otra a nivel local.

COMENTARIO MORBOSO 

El proceso electoral quintanarroense ha tenido varias sorpresas, aun antes de iniciar las campañas, pues en el camino se quedó quien aseguró estaría en la boleta electoral, la senadora Marybel Villegas Canché; pero además, el actor Roberto Palazuelos logró afianzar la candidatura de Movimiento Ciudadano a la gubernatura, con lo cual se convierte en el primer hombre que competirá por el noveno gobierno estatal.

Pero aún hay más, el partido Movimiento Auténtico Social (MAS) pudiera postular al ex presidente municipal de Lázaro Cárdenas, Nivardo Mena Villanueva, y el Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo) discutirá este lunes el proyecto que pudiera regresar el registro como fuerza local al Partido Encuentro Social (PES), que aún alcanzaría a postular candidatos a la gubernatura y diputaciones locales, aunque, si revive, deberá competir solo, pues el proceso 2022 representaría su primera competencia y, por ley, las fuerzas políticas recién registradas deben competir así en su primero proceso.

Por si algún factor hiciera falta, el martes, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) resolverá que su candidatura a la gubernatura la asignará a una mujer, con lo cual Leslie Hendricks Rubio, hija del ex gobernador, Joaquín Hendricks Díaz, se quedaría con el banderín. Atomizado completamente el voto, un escenario nada sencillo para quienes asumían que sería una elección de mero trámite para que la 4T se instalara en Quintana Roo.

Ahora sí, no hay nada escrito y el escenario de que la 4T puede perder y los panrredistas tienen oportunidad de refrendarse en el poder, es más que probable, pero además, Movimiento Ciudadano tendrá probabilidades también de tener su tercera entidad gobernada. Hablar de calidad de gobernantes pues ya es otra cosa, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.

Pd. Y que la senadora Villegas Canché no podrá siquiera “operar en contra”, pues desde la Secretaría de Gobernación, parece que el “estate quieto” fue en serio. Tanto, que la legisladora ni siquiera ha dado muestras de actividad alguna, ¿pues qué cartilla le leerían, o cuál sería el ofrecimiento? No hemos de tardar mucho en averiguarlo.