“La nota rosa”
Por Flor Tapia
Días atrás Bill Gates el fundador de Microsoft aconsejó al presidente Obrador priorizar el tema educativo en México en lugar de centrar esfuerzos en el asunto petrolero. En entrevista con la cadena CNN dijo “La educación representa más que el dinero. México puede tener un futuro brillante, porque su principal recurso es su gente”. La fundación Bill y Melinda Gates desde el año 2000 ha destinado 53 mil 800 millones de dólares a causas filantrópicas, entre ellas la construcción de escuelas y bibliotecas en países subdesarrollados. Para sorpresa de todos, el primer mandatario mexicano no respondió nada en su programa matutino.
El 28 de enero del 2019 en el marco de la celebración del Día Internacional del libro y el derecho de Autor, el presidente López Obradoranunció posicionar el acto de la lectura “como habilidad extraordinaria que permita entender, sentir y pensar mucho más allá de lo inmediato”. Lo que convenientemente el mandatario olvidó mencionar fue que era necesario destinar recurso para atender las 7,427 bibliotecas públicas del país, que en su mayoría están en pésimas condiciones y que un año antes, el 19 de septiembre del 2018, el Colegio Nacional de Bibliotecarios AC, a nombre de las asociaciones bibliotecarias mexicanas hicieron un pronunciamiento dirigido tanto a él como a la Lic. Alejandra Frausto Guerrero, próxima Secretaria de Cultura del gobierno federal, en donde pedían ser contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024, ya que “resulta fundamental ponderar el acceso a la información y de vital importancia dar mantenimiento y alentar el desarrollo de las bibliotecas, principalmente las públicas, en cuatro aspectos: Conectividad, Desarrollo y actualización de las colecciones con criterios apropiados (y no sólo con donaciones esporádicas o forzadas), infraestructura física, documental y profesionalización del personal”enfatizaba el documento. Esto tampoco se cumplió y la situación de las bibliotecas del país empeoró.
En Quintana Roo el gobierno estatal reinauguró la biblioteca pública Javier Rojo Gómez en Chetumal, con equipamiento de primerísimo nivel, lo cual es una magníficanoticia para los habitantes de la capital del estado. En contraste resulta indignante la situación en que se encuentran las bibliotecas públicas en Cancún, es tal el abandono que la Biblioteca Dr. Enrique Barocio a veces cuenta con agua, no funcionan los aires acondicionados ni los baños ni las lámparas, el mobiliario es deficiente y las pocas mejoras que recibe es gracias a los ciudadanos que sin mayor interés que conservarla lo más digna posible donan su dinero, tiempo y esfuerzo para cuidarla. Así o peor están el resto de las bibliotecas de este destino turístico.
Una biblioteca pública es parte de la formación integral de una sociedad, es un punto de reunión de diversos individuos y sus intereses, estas deben recibir recursos como parte primordial de los programas sociales, cívicos y culturales. No hay excusa para el desinterés de los ayuntamientos hacia estos espacios ya que las partidas presupuestales existen, se ejercen, pero el recurso no llega a su destino, y el olvido de estos espacios repercutesocialmente de manera grave, cuidarlosfomenta el acceso al conocimiento, la inclusión social y la capacitación de su personal tambiénes indispensable para la guía de quienes las visitan.
El uso del tiempo libre en nuestro estado ya es un problema social que se ve reflejado en el aumento delictivo de jóvenes menores de 18 años, los espacios culturales bien administrados y promovidos serán siempre una excelente alternativa como refugio de cualquier persona que necesite ocupar su tiempo.
La biblioteca pública es una institución social que merece todo el respeto y la atención de las administraciones públicas, estas se han creado con un noble fin y como ciudadanos debemos exigir su cuidado a los funcionariosque tienen la responsabilidad de atenderlas.