TEQROO ¿RENOVACIÓN O CONTINUIDAD?

A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban

 

Las instituciones pasan por tres períodos: el del servicio,
el de los privilegios y el del abuso 

René de Chateaubriand 

 

Sumido en la peor crisis de credibilidad de toda su historia, por la evidenciada actuación por consigna de sus magistrados, el Tribunal Electoral de Quintana Roo (Teqroo) renovará en las siguientes dos semanas su presidencia y, eso, que en apariencia es la oportunidad de contribuir a la mejora de procesos e imagen institucional se opaca porque justo quien más ha contribuido al oscurantismo institucional, su actual presidente, Víctor Vivas Vivas, es quien tendrá el voto de calidad, para determinar quién lo suceda. Vaya expectativa de cambio.

Los dos magistrados entre los que puede surgir la nueva presidencia son Claudia Carrillo Gasca y Sergio Avilés Demeneghi, cada uno de los cuales, evidentemente, votará por sí mismo, lo que convierte a Vivas Vivas, exhibido hace apenas algunos días por un nuevo episodio de violencia contra la mujer, en el fiel de la balanza, por lo menos para el acto sucesorio en sí mismo y durante todo el 2022 que aún permanecerá como magistrado. Es de esperarse entonces, que, por lo menos el próximo proceso electoral en que se renovará la gubernatura y las 25 diputaciones locales, los procederes al interior del Teqroo tendrán el mismo “matiz” de parcialidad.

Cuando Claudia Carrrillo Gasca, primero, y Sergio Avilés Demeneghi, después, fueron designados como magistrados electorales, se generó la expectativa de que la mejoría al interior del Teqroo era posible, pero de nuevo la “lucha a tres bandas”, si no hay algún tipo de acuerdo, por lo menos entre dos magistrados, prácticamente ningún proyecto se resolvería en esa instancia, lo que evidencia, la urgente necesidad de sustitución del elemento pernicioso en el organismo, en este caso el aún presidente, pero también pensar en una modificación institucional que devenga de una reforma. O se incrementa el número de magistrados, o se afinan los procedimientos de designación, para terminar de una vez por todas con el “cuotismo” desde el Senado de la República, que sólo abona al descrédito de estos organismos y a la degradación continua de la calidad de resoluciones. La consigna y el “negocio” son elementos que acompañan desde hace mucho, las polémicas decisiones del Teqroo.

Recientemente, los magistrados determinaron la desaparición de los dos partidos locales existentes, tomando tal decisión de manera profundamente ilegal, con base en un ordenamiento nacional que ni siquiera debieron utilizar (argumento no del escribiente, sino de los magistrados de Sala Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que los exhibieron), pues para ello existe la norma local, nota el lector lo “torcido” de las decisiones. ¿Los motivos reales? de Movimiento Auténtico Social (MAS), porque su líder ideológico, Cecilia Loría Marín, “osó” mostrarse fuera de la “línea” para la sucesión; y de Confianza por Quintana Roo (CQ), porque su creador, Miguel Ramón Martín Azueta, ha sido alejado del grupúsculo del poder en turno, y desde el oficialismo le lanzan ataques continuos, sin que haya “alguien” desde las alturas que detenga la embestida.

En ese contexto es que deberá ocurrir la renovación de la presidencia, como se observa también, no hay entonces mucha expectativa de dignificar el desempeño, el organismo va a cambiar de presidencia, pero no necesariamente la dinámica, y ese es el máximo órgano que imparte justicia electoral en Quintana Roo. Por algo estamos como estamos.

¿Cuántas veces más serán exhibidos los magistrados? ¿Qué tan evidentes e irregulares tienen que ser sus determinaciones como para que proceda su destitución? ¿Qué tan profunda tiene que ser la descomposición como para que el Senado realmente se ocupe de limpiar ese tipo de instancias? Y por cierto, y en lo inmediato lo más urgente, ¿alguien ha visto al magistrado presidente en algún evento, sesión o gestión de recursos, después del escándalo de violencia intrafamiliar conocido en días atrás? En ese tipo de circunstancias, da lo mismo que Víctor Vivas continúe o se vaya de la presidencia del Teqroo, ninguno de los dos que puedan sustituirlo, podrán en este momento contribuir a aminorar su descrédito.

COMENTARIO MORBOSO 

En la carrera por la gubernatura, actores y factores se siguen alineando, pero de un solo lado. Es decir; en la semana, dos partidos locales lograron mantener su registro. Uno de ellos, ya ha sido recibido con fanfarrias del lado de Morena, el otro, Confianza por Quintana Roo, aun evalúa el siguiente paso, pues aunque desde el poder intentaron desaparecerlo, hay quien considera que jugar del lado del PAN, PRD y PRI puede darle un mejor margen de negociación y mayor cantidad de espacios. Jugada, por cierto, errónea, pues de nada sirve obtener candidaturas, si las mismas están condenadas a fracasar.

Independientemente de ello, en Morena hay más de una decena de aspirantes a la candidatura a la gubernatura y, los espacios para el Congreso local también están disputadísimos. En contraparte, del lado del “panrredismo” las cosas lucen tristes, solas, y no se observa a verdaderos liderazgos querer competir para ir cuesta arriba. Hubo abandono y cerrazón, y los que pudieran generar algún tipo de arrastre, no necesariamente quieren sacrificarse para generar votos sin ganar nada. En esa dinámica, parece que, como reza el dicho, más vale ser “cabeza de ratón, que cola de león.” En esa dinámica, ese tipo de liderazgos se reposicionan, es el momento de “venderse bien”, porque tal vez no se tenga otra oportunidad.

La oposición no parece tomar fuerza, el PRD echa mano de personajes como Roberto Palazuelos, con la expectativa, no de ganar la gubernatura, sino diputaciones, comenzar a crecer poco a poco, solos. Y el actor, pues colocarse en la puja para, en 2024, luchar por su verdadero objetivo, ser presidente municipal de Tulum. Esas son las posibilidades de una oposición nacional, que, sin embargo, en lo local aún son poder estatal. Parece torneo de fútbol mexicano, cuando el campeón en turno apenas si llega a la final del torneo siguiente, o lo eliminan a medio camino; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.