Necesariamente Incómoda
Graciela Machuca Martínez
El actor, millonario y aprendiz de político, originario de Acapulco, Guerrero, nacido en 1967, vio en Quintana Roo y particularmente en Tulum, un campo idóneo para desarrollarse como empresario y tras el paso de los años lo ha conseguido, pero, por lo general a costa de la seguridad y dignidad de otras personas, ya que las historias de sus abusos, malas prácticas empresariales y jurídicas se conocen en la entidad, que ahora quiere gobernar.
Tanto en el ámbito de la administración de justicia, en los círculos políticos y empresariales de Quintana Roo, así como en medios de comunicación se conocen historias de abuso de parte de este personaje, quien ha declarado que quiere gobernar Quintana Roo, para hacerlo como xi fuera una empresa.
Son historias de injusticias, de dolor, inhumanas, que le han permitido a Roberto Palazuelos acumular su fortuna, a él no le interesa Quintana Roo y su gente, sino las ganancias económicas que podría seguir obteniendo de esta entidad.
Hay dos víctimas de Roberto Palazuelos, quienes desde el 2012 sufren las consecuencias de haberle exigido que respetara sus derechos. La primera víctima es una mujer de 57 años de edad, de nombre Albina Amador Manrique, residente en Tulum desde hace 36 años. A ella, siendo su empleada le hizo ver que su hotel no tenía fosas reglamentarias para descargas las aguas negras, a lo que él le respondió, tu dedícate a realizar tu trabajo y no te metas en lo que no te importa.
15 días después la despidió injustificadamente. Semanas después de que presentó su demanda ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje la denunció por el delito de extorsión equiparada, por lo que estuvo dos años encarcelada injustamente, prueba de ello es que salió en libertad absoluta.
A pesar de que en la instancia federal ganó el juicio laboral, hasta el momento no le ha sido indemnizada; presentó una demanda civil por daño moral pero hasta el momento, la jueza encargada del caso, omite sus obligaciones y está dilatando la resolución.
El área encargada de atención a víctimas dependiente del gobierno del estado de Quintana Roo hundió en el burocratismo su caso y solo le responde: le devolvemos la llamada y el asunto se convirtió en un cuento de nunca acabar, pues las autoridades en Quintana Roo no quieren resolver, a pesar de que ha presentado las evidencias respectivas.
La otra víctima es Manuel Jiménez Sandoval, un hombre de unos 45 años de edad, quien desde el año 2002 es socio de Palazuelos, porque su papá acordó rentarle un hotel, la contraprestación consistía en pagar el cinco por ciento de las ganancias del hotel, murió el papá y Palazuelos buscó la forma de negarse a pagar la renta, por ello también lo acusó de extorsión en grado de tentativa, en el mismo expediente que a Albina Amador Manrique.
A ambos los detuvieron sin orden de aprehensión, las autoridades de procuración de justicia y luego las de a ministración siempre estuvieron al servicio de Palazuelos, a tal grado que Manuel Jiménez Sandoval sigue pagando una condena de 25 años de prisión en el reclusorio de Cancún, por un delito que no cometió y por el que su supuesta cómplice quedó en libertad absoluta, luego de dos años de prisión.
Tanto Amador Manrique como Jiménez Sandoval fueron detenido en el año 2012, la primera obtuvo su libertad absoluta en 2014, mientras que el segundo, luego de cuatro años y medio en la cárcel, pagando una condena injusta del juez de primera instancia, en segunda instancia lo sentenciaron a 25 años. Hace cinco meses, murió su madre, única familiar, que preguntaba por él.
Enfermo a consecuencia de las malas condiciones de la prisión y por las torturas a que fue sometido durante su detención, así como por las golpizas y castigos de que ha sido víctima en la cárcel, le pide al gobernador del estado, Carlos Joaquín González que ordene revisar su caso, porque se trata de una historia más de injusticia.
Albina Amador Manrique, durante una amplia entrevista, narró la forma en que Roberto Palazuelos la despidió injustificadamente de su trabajo y luego, la acusó del delito de extorsión en grado de tentativa.
Recuerda que luego de siete años y medio de trabajar en el Hotel Diamante K, propiedad de Palazuelos, en el año 2012, siendo gerente operativa, fue despedida injustamente, porque se atrevió a decirle al actor y empresario, que su hotel no tenía fosas para las descargas de aguas negras, las cuales eran conducidas a unas cavernas naturales que se encuentran en el área del establecimiento, lo que provoca una grave e irreversible contaminación a los mantos freáticos de Tulum.
Esto bastó para que Palazuelos, la despidiera injustificadamente 15 días después. Al tratar de llegar a un acuerdo para que la indemnizara, Palazuelos le dijo que si demandaba el juicio duraría unos tres años y que él saldría ganando, además, le advirtió que prefería gastar en los honorarios de abogados que pagarle a ella.
Presentó la demanda en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de Quintana Roo, instancia de la que Palazuelos obtuvo dos laudos a su favor, se recurrió al Tribunal Colegiado respectivo, el cual falló a favor de la demandante en el 2017, pero por trabas legales de los abogados de Palazuelos, en contubernio, con empleados del Colegiado quienes han omitido realizar las diligencias respectivas no se le ha pagado la indemnización que por ley le corresponde.
La detención de Albina Amador Manrique se efectúa en el 2012, a unas semanas de presentar su demanda laboral. Cuenta que luego que su hijo murió de cáncer, se dedicó a formar una asociación para apoyar a niños con esta enfermedad. Cierto día, recibió una llamada de una persona que le dijo que unos empresarios estaban interesados en apoyar a la organización, por lo que se requería que se reuniera con ellos, ella respondió que enviaría a la secretaría y al tesorero para que recibieran los recursos respectivos, la persona interlocutora le dijo que era necesario que ella fuera personalmente, a lo que accedió y la citaron en la tienda Chedrahui.
Llegando al lugar, unos hombres bajaron de un automóvil y se identificaron como policías, le pidieron una identificación y ella mostró su licencia de conducir, le dijeron que los acompañara a la Fiscalía, preguntó el porqué y solo le respondieron, allí le informarán de que se trata.
Al ser presentada ante el Ministerio Público se enteró que era acusada por Roberto Palazuelos del delito de Tentativa de Extorsión. Estando en la Fiscalía, llevan ante el mismo Ministerio Público a un joven, quien después supo que se llama Manuel Jiménez Sandoval y a quien había visto que llegaba al hotel, pero no sabía quien era ni a que iba.
Allí se enteró que Palazuelos lo había acusado del mismo delito de Tentativa de Extorsión, diciendo que ella y él, formaban parte de la banda de Los Pelones.
Las visitas frecuentes de Jiménez Sandoval al hotel eran para cobrar el cinco por ciento que le correspondía por las ganancias en el Hotel que rentaba Palazuelos desde 2002, pero el ahora aspirante a la gubernatura de Quintana Roo optó por acusarlo falsamente para ya no pagarle la respectiva renta.
Albina sigue contando que después de reunirlos a los dos en Tulum, los trasladaron a Playa del Carmen, donde les confirmaron que los había denunciado Palazuelos por tentativa de extorsión. Allí se enteraron que su destino era el reclusorio, donde estuvieron 18 meses, después a ella se la llevaron al reclusorio en Chetumal, como presa de alta peligrosidad y la internado en el área federal. A Manuel se lo llevaron a Cancún, donde sigue preso. Ella salió dos meses después en libertad absoluta.
Sobre Manuel, Albina comenta que hace un tiempo, recibió una llamada de él, casi sin poder hablar, estaba muy enfermo, después de tres meses de estar en una celda de castigo, “supuestamente por órdenes de Roberto Palazuelos”.
Sobre su caso de ser acusada falsamente, presentó su queja respectiva en la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas de Quintana Roo, con sede en Chetumal, “me pidieron todos mis papeles, después hablé y me dijeron que la habían pasado a Jurídico, se atravesó lo de la pandemia y hasta ahorita no hemos visto nada, de hecho pues tienen que pagar la indemnización, que hasta ahorita he hablado y después le devuelvo la llamada y después le devuelvo la llamada y hasta ahorita, nada”. (Continuará).