El gobierno de España concedió este martes la nacionalidad por carta de naturaleza a la periodista y activista Lydia Cacho por las amenazas de muerte que todavía recibe.
“Su situación personal es vulnerable, pues ha sido víctima de torturas, ha sufrido más de seis atentados y está amenazada de muerte. Por el riesgo evidente para su vida, se encuentra residiendo en Madrid con una autorización temporal”, indicó este martes el Ministerio de Justicia español.
Las autoridades destacaron que la periodista ha trabajado de cerca con medios españoles, lo que muestra los fuertes vínculos entre la persona y ese país.
Lydia Cacho fue detenida ilegalmente y torturada en 2005 tras la publicación del libro Los demonios del Edén, en el que la periodista denunció la existencia de una red de prostitucióninfantil dirigida, entre otros, por los empresarios Kamel Nacif y Jean Succar Kuri.
En el libro, Cacho relata que políticos y empresarios mexicanos también formaban parte de esta red.
Las investigaciones de las autoridades mexicanas indican que Mario Marín, entonces gobernador de Puebla y actualmente preso en Quintana Roo, aprobó la tortura en contra de la periodista.
Kamel Nacif era buscado por la Interpol, pero en septiembre pasado un tribunal federal de México ordenó cancelar la ficha roja.
El Ministerio de Justicia de España también otorgó la nacionalidad a otras seis personas: la escritora brasileña Nélida Piñón; al autor y actor argentino Óscar Martínez; al periodista e hispanista de origen británico William D. Chislett y a la jugadora de ajedrez de origen georgiano Ana Matnadze, quien vive en la ciudad de Barcelona desde 2004 y representa a España en competiciones internacionales.
También se le concedió a la hija de una mujer dominicana asesinada en España y a una menor de origen marroquí víctima de maltrato.
El comunicado oficial indica que el Ejecutivo español autorizó las siete concesiones de nacionalidad por carta de naturaleza a propuesta de la ministra de Justicia, Pilar Llop, un procedimiento discrecional cuando la persona interesada está bajo “circunstancias excepcionales que lo justifican”.
La persona solicitante debe jurar o prometer fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las leyes de España, debiendo renunciar a su anterior nacionalidad, salvo en las excepciones marcadas por la ley.