La nota rosa
Por Flor Tapia
La política no debería ser un mero impulso para obtener poder. Tampoco undespliegue de fuerzas sin propósitos y sin fines de desarrollo. Un gobierno se conforma de sistemas, estructuras e instituciones con el propósito de dirigir la conducta de los individuos. Y quienes los dirigen, deberían ser los mejores hombres y mujeres.
Como ciudadanos tenemos derecho a la autorrealización. El gobierno debegarantizarnos derechos tan básicos como la salud, educación, vivienda yseguridad, pero no cumple dicho compromiso, porque quienes disputan el poder son camadas de improvisados, títeres y vividores con la suerte de que hoy, más que nunca, todo es bienvenido en las filas del poder en turno. Lo mismo presuntos violadores, ex convictos, secuestradores, defraudadores, lavadores de dinero, represores y lo que sea “útil”, aunque apeste a corrupción.
De ahí me viene la pregunta “¿Para qué quiere ser Mara gobernadora? “. La igualdad no es su meta, la creación de fuentes de empleo tampoco. Generarespacios económicos de crecimiento para el estado, menos. La gestión con el gobierno federal, dada su cacareada cercanía, para mejorar la seguridad de Quintana Roo, no. Para atender la mendicidad de mafias que utilizan bebes y niños en toda la entidad. Ni de broma. Para atenuar la problemática de los animales de la calle. Jamás. Desarrollarla zona maya. Encarar a la delincuencia organizada, de ninguna manera.
Cancún adolece de todo. Es una ciudad huérfana. Nadie se responsabiliza de los asesinatos diarios, los robos, secuestros y demás vejaciones que la gente sufrimos a diario. Esto, entre otras calamidades, ha aumentado la desaprobación ciudadana para con su gobierno. Realizó la hazaña casi imposible de superar a Remberto Estrada.
Ella cultiva sonrisas corruptas en cualquier escenario, a pesar de las profundas asimetrías y desequilibrios de su gobierno fallido y la malversación de los fondos públicos. Si como presidenta municipal ha avalado licitaciones y contratos millonarios de obras públicas. Como gobernadora, la Casa Blanca, las placas de taxi y demás corruptelas serán chiquilladas, ante el beneficio que las élites empresariales esperan de ella en lo referente al Tren Maya y las arcas mayores del estado. Tiene que repartir, aprobar todo y al costo que sea. Sin cuestionar la claridad de los contratos otorgados, ni la legalidad de los consorcios participantes. Ella recibirá sus millones y los demás, más. A Mara no le interesa si el tren funcionará con esclavos o diésel, si se arrasa con un árbol o con miles. Es una servidora deintereses y tratos en lo oscuro.
Así que no podemos esperar del poder ejecutivo y privado que la maneja, sino un control absoluto; no sólo sobre ella, sino en las finanzas y la política de nuestro estado. Pasando por encima de la verdadera voluntad ciudadana y sus apremiantes necesidades.
¿Para qué quiere Mara ser gobernadora? Para hacer de Quintana Roo otro Benito Juárez.