“La última palabra”
Por: Jorge A. Martínez Lugo
“Percepción es realidad”, es la máxima mediática que aplica al Proyecto Mara. ¿Qué le falta, qué le sobra?
La percepción: Es la candidata de un acuerdo tácito entre AMLO y CJ, para entregar Quintana Roo a Morena. Pero es un paquete todo incluido. Se compone también por Félix y Jorge Emilio, quienes ejercerían un poder enfocado a la continuidad de los negocios y el saqueo, que los ha caracterizado; además, blindar a CJ.
Hasta el momento, parece no afectarle a Mara esa percepción. Continúa avanzando en su estrategia de asumir el liderazgo de municipios morenos en bancarrota, que se acercan a ella en busca de ayuda, como a la hermana mayor y próxima jefa.
Hasta el momento, parece inmune a que la relacionen con esa leyenda negra de Quintana Roo. No parece interesada en tomar distancia de Félix-Jorge Emilio-CJ. Ahí radica su fortaleza, pero también su debilidad.
Tampoco le interesa desmarcarse de los operadores políticos de ambos. Por el contrario, mantiene firme su estrategia de que AMLO va a tomar la decisión, independientemente de lo que haga o deje de hacer.
Por otro lado, ofreció “ser más morenista y menos verde”, lo cual no ha cumplido. Su discurso, debería ser no sólo morenista, sino sobre todo, de 4T. Pero ésto, está aun más lejano.
Mara es una comunicadora experimentada y sabe de qué se trata el poder, pero es muy diferente, tener una estrategia propia para alcanzarlo y ejercerlo, en cualquier tipo de escenario.
De seguir como hasta ahora, el Proyecto Mara va hacia el declive que demostró en las pasadas elecciones, en las que perdió casi cien mil votos, con respecto a su primera elección.
Pero al parecer, confía en que ello no le afecte en una elección estatal, ya que el apoyo de 73% al presidente AMLO, hará ganar a cualquier candidato o candidata en Quintana Roo, el próximo domingo 5 de junio.
La pregunta: ¿Tendría Mara el perfil para encabezar un proyecto tipo 4T en Quintana Roo? Al estar acotada por la pinza de poder Félix-Jorge Emilio, es muy difícil que pueda colocar en la agenda de la 4T, el tema del turismo.
Es decir, emprender la necesaria y urgente transformación de la industria turística, lo cual implica un proyecto para diversificar la economía a otros sectores productivos y a los demás municipios, sobre todo, a las comunidades mayas.
Un Proyecto Mara limitado por esos intereses, sería una simple continuidad: seguir sólo administrando el gran turismo, como zona de confort político, al estilo de los últimos gobernadores. Sin pensar que el modelo turístico predominante, está agotado. Extrae riqueza, genera pobreza y depreda el medio ambiente.
En Quintana Roo vivimos hoy un clima social de desesperanza, donde no se vislumbra entre quienes aspiran a la gubernatura, algo diferente, algo que le convenza de que se busca gobernar para la sociedad y no para una élite que no tiene llenadera.
Hasta aquí dejamos el Proyecto Mara. En las próximas entregas, abordaremos otros proyectos que están enfocados a lo mismo: alcanzar la gubernatura de Quintana Roo.
El propósito, estimado lector, es que usted tenga más información para ejercer mejor, la última palabra. Chetumal, 121021.
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