Esta semana, el gobierno estadounidense comenzó a deportar a miles de migrantes haitianos que acampaban en la frontera con México e intentaban ingresar al país por vía terrestre. Distintas imágenes de la brutalidad con la que se estaría llevando a cabo el proceso han causado conmoción.
Eran alrededor de 14.800 migrantes, en su mayoría de haitianos, quienes acampaban bajo un puente en la frontera sur de Estados Unidos. De por sí, las condiciones no eran las mejores, pero la movilización para ‘expulsarlos’ llamó incluso más la atención.
El personal de orden de las fronteras se movilizó para ‘reubicarlos’, para seguir así con su plan de retornar a los migrantes irregulares a su país de procedencia. Al menos 400 efectivos de autoridades de aduanas y fronteras fueron desplegados para tratar de “mejorar el control del área”, según comunicó el Departamento de Seguridad Interior.
Durante el procedimientos, se captaron impactantes imágenes de agentes de las fronteras reprimiendo a los migrantes con látigos mientras montaban caballos. Si bien los funcionarios argumentan que “solo” usaban las riendas, la Casa Blanca anunció una investigación para determinar si existen responsabilidades que requieran medidas legales.
Preocupación desde la ONU por la situación migratoria
La crisis humanitaria que pone en jaque al gobierno de Joe Biden es grande y el proceso de deportación es uno de los más masivos en la historia estadounidense. Desde las Naciones Unidas expresaron profunda preocupación por la situación y advirtió que personas con solicitudes de asilo podrían estar en riesgo. Enfatizaron además que todo quien pida asilo, tiene derecho a que se le considere.
(Con información de Infinita)