En medio de la tercera ola de Covid-19 en México, Cancún se encuentra en el “ojo del huracán”, tras los constantes casos de turistas que regresan a sus lugares de origen dando positivo al virus; señalando que se contagiaron en este destino turístico; sumando alrededor de 100 estudiantes contagiados en los últimos días.
Y mientras las autoridades estatales aseguran que todas las empresas del sector turístico siguen los protocolos de seguridad sanitaria, son los mismos trabajadores quienes revelan como los obligan a trabajar aun estando contagiados con el virus; tal y como revelaron durante el fin de semana empleados del complejo hotelero “Vidanta”.
Con el final del periodo escolar, cientos de estudiantes principalmente de preparatoria y universidad, planearon viajes de graduación sin importarles que aun nos encontramos en medio de una pandemia.
Cancún ha sido escogido como uno de los destinos preferidos por los estudiantes, quienes ansían llegar a las playas y centros nocturnos del Caribe Mexicano.
Infinidad de videos y fotografías, han sido compartidos en las redes sociales, en los que se observa como los jóvenes disfrutan de sus vacaciones sin ninguna preocupación y sobre todo, sin cuidar guardar las medidas de prevención sanitaria por el Covid-19.
Algunos hoteles, bares y restaurantes, han permitido las aglomeraciones, sobre todo en las llamadas “pool party”, en donde decenas de jóvenes permanecen sin sana distancia en una alberca, embriagándose lo más posible.
La alegría de la recuperación económica se vuelve contraproducente, cuando estos jóvenes visitantes regresan a sus lugares de origen y dan positivo a las pruebas del Covid-19.
En los últimos días, Cancún ha estado en boca de todos a nivel nacional e internacional, pues suman al menos cerca de 100 jóvenes que se han contagiado en sus viajes de graduación.
Los casos más recientes, son los de los 37 estudiantes poblanos, 36 bolivianos, seis más de Durango y 25 de Coahuila; todos positivos a Covid-19 tras haber viajado a Cancún.
Y mientras los empresarios ven un “respiro” en sus ingresos por la llegada de turismo, el problema del Covid-19 sigue creciendo y son los trabajadores del sector turístico, quienes pagan los platos rotos al contagiarse y a su vez, contagiar a sus familias.
Más grave aun, resultan los casos que se han evidenciado, en los que las empresas hoteleras obligan a sus trabajadores a presentarse a laborar, aun cuando han presentado síntomas de la enfermedad y se han reportado incluso decesos, ya sea del mismo trabajador o algún integrante de sus familias.
El caso más reciente, fue evidenciado el fin de semana, por trabajadores del complejo hotelero Vidanta, quienes aseguran que hay un brote masivo de Covid-19 entre los trabajadores de dicha cadena hotelera, y aun así, los directivos no han hecho nada para frenarlo y en cambio; los obligan a trabajar en esas condiciones.
