¿Qué han votado sus vecinos? El mapa detallado de las elecciones, calle a calle, en todo México

×

El mapa anterior representa el voto del país con el máximo nivel de detalle. Se muestran los resultados en 65.000 secciones censales que conforman el territorio nacional, gracias a la información del Instituto Nacional Electoral (INE). Son áreas donde viven menos de 2.000 personas de media, ofreciendo un panorama extremadamente granular del voto mexicano. Es importante tener en cuenta que este es un mapa de ganador: un área se puede teñir de un solo color aunque otros partidos obtuvieran allí muchos votos. Para aminorar ese efecto, la intensidad del color en cada tramo representa la fuerza con que gana el más votado.

El partido del presidente López Obrador, Morena, resultó el más votado en las elecciones legislativas mexicanas del domingo 6 de junio. Su triunfo fue notable en los comicios a 15 gubernaturas (ganó 11), pero esa victoria se tornó agridulce ante la evidencia de que el bloque oficialista (la suma de Morena, PVEM y PT) perdía parte del poder que disfrutaba en la Cámara. La oposición, hasta ahora muy dividida, ganó terreno combinando fuerzas a derecha (PAN), centro-derecha (PRI) y centro-izquierda (PRD); y el tercer bloque, la cuña naranja que representa el centrista Movimiento Ciudadano (MC), se mantuvo tercero.

El mapa desde arriba

A vista de pájaro, el sureste y el noroeste del país son de color guinda, bajo el dominio de Morena. Sus núcleos correspondientes son Tabasco, tierra natal del presidente, y Baja California. En ambos Estados, Morena gana más del 90% de las secciones. También supera el 80% en Nayarit, Sonora y Sinaloa (noroccidente), así como en Quintana Roo, Tlaxcala, Campeche (sur) y Colima, una isla roja entre el naranja de Jalisco. En ese estado, MC logra el 54% de los votos a diputados y tiene su única plaza realmente fuerte. La oposición domina en una suerte de triángulo. En dos vértices el partido destacado es el PRI: Nuevo León (46% de secciones ganadas) y Coahuila (61%); el triángulo lo completa el PAN, que tiñe de azul Aguascalientes (86%), Querétaro (79%) y Guajanato (67%).

Los partidos más pequeños cuentan, como cabía esperar, con feudos más reducidos. El PVEM tiene su plaza destacada en el céntrico San Luis Potosí (donde su joven candidato ganó la gubernatura en el último minuto) y en el fronterizo Chiapas. A la vieja izquierda le queda aún menos: el PRD solo mantiene su dominio en 1.055 secciones, muchas en el entorno de Guerrero; el PT (aliado socialista del gobierno) en apenas 584, con algún agrupamiento en Michoacán y Oaxaca.

Esta división entre partidos se reduce si pensamos en bloques de oficialismo y oposición. En el 55% de las secciones gana la suma de los primeros, mientras el 40% se lo lleva el conjunto de PRI, PAN y PRD; en el 5% restante se imponen partidos no alineados con ningún bloque. Es el resultado de la coordinación entre los partidos por coaliciones, que a menudo se han repartido las candidaturas para no competir por distritos, lo que ha terminado produciendo un equilibrio fragmentado entre formaciones políticas pero más parejo por bloques.

Monterrey: la metrópoli sin Morena

A día de hoy, el partido del presidente no tiene un gran anclaje territorial en la que para muchos es la segunda ciudad de referencia en el país, aunque sí mantiene un cierto porcentaje de votos que, por su dispersión territorial, no es inmediatamente visible en un mapa zonificado. Allí, se reproduce la vieja polarización entre el PRI y el PAN que dominaron la política mexicana hasta la irrupción de López Obrador, con la diferencia de que ambos partidos son ahora aliados frente al nuevo oficialismo. En la ciudad, Movimiento Ciudadano hace las veces de alternativa con cierta penetración, aunque lejos del éxito que ha tenido en la guberantura su atípico candidato Samuel García.

Polarizaciones de manual en la frontera con EE UU

Tijuana, uno de los pasajes fronterizos por excelencia hacia Estados Unidos, presenta uno de los patrones de polarización Morena-PAN más nítidos en todo el mapa. Casi un reflejo de la forma que ha adquirido el debate público del país. Las zonas menos densas (quizás más ricas) son las únicas que el PAN tiñe de azul, rodeadas del mar granate de Morena. El mismo esquema se observa en Reynosa, sobre la misma línea de frontera hacia el este.

El mapa de bloques reproduce este mismo patrón. Lo hace también en enclaves alejados de la frontera. Por ejemplo, en el estado de Oaxaca, uno de los que presentan menor ingreso medio del país. Su capital, en cambio, sí muestra islas azules.

Las dos mitades de Cancún

La capital turística de la costa atlántica mexicana se divide con una diagonal. Es el final del corredor vial que conecta con Mérida, su ciudad análoga en la vecina Yucatán. Y en ambos municipios se repite el mismo patrón de voto: a un lado de la vía domina el guinda oficial y al otro, el azul conservador. En Cancún, esa mitad azul es, de nuevo, la que tiene menos densidad y probablemente las mayores rentas.

Nezahualcóyotl: periferia guinda y la polarización capitalina

La aparente, pero debatida relación entre voto y nivel de ingresos en la Ciudad de México tiene su correlato en el resto de su área metropolitana. Nezahualcóyotl es una ciudad distinta de la capital federal en lo administrativo, pero urbanísticamente forma parte del mismo continuo por su lado nororiental. Allí se localiza buena parte de los barrios más populares y la mayoría de Morena ha sido casi completa. El continuo social y económico es también un continuo de voto.

Al ampliar el zoom al conjunto de la zona metropolitana, se aprecia con claridad hasta qué extremo llega este continuo, que inunda desde el centro hasta los últimos límites orientales de la Zona Metropolitana del Valle de México. En determinados puntos se dan manchas verdes, indicativas de la capacidad del PRI para resistir en algunas zonas de Estado. Hacia el occidente, el azul domina, representando una vez más la imagen de las dos mitades en el área urbana.

Fuente: El pais