A TIRO DE PIEDRA
Por Julian Santiesteban
Si discutes mucho para probar tu sabiduría,
pronto probarás tu ignorancia
Muslih-Ud-Din Saadi
Con un proceso electoral caracterizado por el denuesto, la diatriba y hasta la violencia y, muy poco, por la propuesta de gobierno, este lunes 17 de mayo y hasta el 21 del mismo mes, inician los debates entre los candidatos y candidatas a las once presidencias municipales de Quintana Roo; ejercicio cuya única novedad será la posibilidad de que los abanderados participen vía remota en el mismo. Ejercicio retórico, ofertas al placer populista y una participación que apuesta a que los ciudadanos no se interesen en verlos y el discurso esperanzado en la desmemoria y la poca formación del elector.
Los debates, independientemente del nivel de gobierno que se busque ocupar, se han convertido en dinámicas que no son de interés colectivo, acaso una pequeña fracción de la clase media y –of course- los equipos de campaña de cada candidato, son los que se interesan por identificar en esas participaciones, más que propuestas, la falla en las mismas, lo irreal del proyecto presentado para desacreditarlo y hasta grabar algún promocional con los yerros del contrincante para la parte final de las campañas, pero carecen de autocrítica y apuestan que el ciudadano no recuerda los gobiernos que cada partido o coalición ha encabezado, o que los nuevos partidos están llenos de viejos políticos. Es decir, que son la misma clase política con las mismas promesas, lo único diferente es el logo de la coalición, el nombre de la “franquicia” que los postula, pero nada más.
Los temas generales que el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo), propuso para los debates son: sociedad y gobierno; economía, seguridad y combate a la corrupción; y transparencia. ¿Cuáles de los partidos y aspirantes pueden anteponer los resultados de los gobiernos que han tenido como un buen ejemplo de lo que pueden hacer? Los de la 4T, Morena-PVE-PT-MAS atacarán, por ejemplo, la falta de resultados con el mando único del PAN-PRD-PRI-CxQ; ¿pero a poco los “abrazos, no balazos”, la Guardia Nacional, el ejército en las calles y, en general, la estrategia (que no se ve) del gobierno federal es mejor? Y en economía ¿el pretexto preferido de los malos resultados será la pandemia; dirán en lo estatal o federal que dieron más apoyos –o los negaron- y despensas en el último año, como si no hubiera habido gobiernos antes del Covid19? ¿Transparencia o simulación? ¿Combate a la corrupción? De nuevo la retórica sin fondo. Faltó por cierto, el tema de desarrollo social, que no es lo mismo que asistencialismo gubernamental, por cierto.
A partir de este lunes, faltan 3 semanas para las elecciones más grandes en la historia de México, ojalá y en los debates, algunos y algunas realmente debatan, que alguien se atreva a romper lo rutinario, rígido, inútil formato aprobado por el Ieqroo, a contentillo por supuesto de los participantes que no quieren ser tocados ni con el “pétalo de una crítica”; pero ojalá también la autoridad electoral se preocupe por medir el interés ciudadano en esos ejercicios, pues sólo así pudieran mejorarse; porque las preguntas a modo permiten que los políticos subestimen el conocimiento ciudadano sobre su entorno y el disgusto con sus respectivos gobiernos. Ahora sí darán servicios públicos de calidad, ahora sí trabajarán en seguridad, ahora sí escucharán a los ciudadanos/as. ¿Ya ha decidido el lector a quién creerle?
Así, si nos atenemos a los ejercicios de otros procesos, veremos que el impacto de los debates es nulo o mínimo en el ánimo del elector; pero no deja de ser una responsabilidad verlos; aunque sea para esperar los ataques, pues por estas épocas se entera el ciudadano de los “pecados”, omisiones y actos de corrupción de los contendientes, porque ya en el gobierno, el silencio, la complicidad, el “acuerdo” entre todos, es posible. Si quisiera el lector hacer un ejercicio crítico básico, vea como todos los políticos plantearán la urgente necesidad de ganar primero la elección y luego comenzar a ordenar, a cumplir. Parece lógico, pero ¿ninguno ha estado en la administración pública, ninguno de sus partidos ha sido gobierno? Y aunque el partido sea nuevo, ¿a poco principiantes son también sus candidatos y candidatas? A partir de ahí ya tiene una ruta posible de análisis.
Pero eso sí, por muy rígido y poco atractivo que sea el formato de los encuentros que serán transmitidos a través del Sistema Quintanarroense de Comunicación Social (SQCS), representa una oportunidad de hablarle al elector; ojalá los abanderados no la desperdicien y, los que no participen, que hagan ejercicios directos con la ciudadanía, porque hasta ahora, hemos sabido casi todo lo que han dejado de hacer los gobiernos, pero muy poco han dicho de lo que piensan hacer y sobre todo, cómo.
COMENTARIO MORBOSO
En procesos comiciales, los gobiernos aprovechan la llamada “veda electoral” para promocionarse veladamente, aprobar proyectos cuestionados y cuestionables… o “nadar de muertito” en la intrascendencia, según convenga. Con eso como antecedente, es pertinente recordar que, apenas pasen las votaciones del 06 de junio, cinco días después específicamente, el gobierno de Quintana Roo deberá presentar a la XVI Legislatura, la lista de proyectos de infraestructura que, se supone, construirá en la recta final de la administración de Carlos Joaquín González, y que fundamentan la obtención de uno o varios financiamientos, o la colocación de deuda en mecanismos bursátiles, por hasta 820 millones de pesos, que comprometerán por cierto, por 20 años, el 25 por ciento de los recursos federales que recibe la entidad. ¿Cuál será el avance que hay sobre el tema? No lo podemos saber… estamos en veda.
Más aún, el 19 de diciembre de 2020, la misma legislatura aprobó el proyecto para la licitación de la construcción de un nuevo puente sobre la Laguna Nichupté, en Cancún, con el esquema de Asociación Público Privada; obra que debió licitarse en febrero e iniciar en marzo de 2021, pero que sin explicación alguna –cosas de la veda electoral- ha sido retrasada y la convocatoria se lanzará ahora hasta el segundo trimestre de 2021, mismo que concluye a finales de junio.
Habrá que ver si el gobierno federal radica los más de dos mil millones de pesos que comprometió para el proyecto y si la concesión por 30 años se asigna a otra empresa que no sea Controladora de Operaciones de Infraestructura S.A. de CV (Conoisa), filial de Grupo ICA, consorcio este último que ya construye también el tramo 4 del Tren Maya (de Mérida a Cancún), sobre la autopista de cuota que esa misma empresa opera. Y entonces, con lo cuestionado que fueron ambos proyectos, la veda electoral le llego, tanto al Congreso estatal como al gobierno local, “como anillo al dedo”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.